Habla el apóstol Pablo "Mirad que ninguno os engañe..." (Colosenses 2:8) por Daniel Sapia |
Las verdades y enseñanzas bíblicas muchas veces son expresadas en forma de parábolas, en forma de metáforas; otras veces a través de enunciados implícitos. Pero muchas otras veces son expresadas de manera directa, diáfana y totalmente explícita, con una claridad y una contundencia meridiana que no dejan lugar a la menor duda en cuanto a su interpretación. Una de estas enseñanzas, en formato de advertencia, es la registrada en ocasión de la carta que el apóstol Pablo escribiera a los habitantes de Colosas a causa del «sincretismo» que padecían, combinación de ideas de otras filosofías y religiones (como el paganismo, las presiones del judaísmo y el pensamiento griego) con la verdad del cristianismo. La herejía resultante llegó a ser conocida más tarde con el nombre de «gnosticismo», el cual daba un énfasis especial al conocimiento (gnosis en griego) y negaba que Cristo fuera Dios y Salvador. Para combatir este error, Pablo se ocupa en su carta de la deidad de Cristo —su relación con el Padre— y de su muerte sacrificial en la cruz por el pecado. Al escribirle, les advierte a los hermanos colosenses: "Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.." (Co 2:8, Reina-Valera 1909) "Estad sobre aviso para que nadie os seduzca por medio de la filosofía, y con vanas sutilezas, fundadas en la tradición de los hombres, en los elementos del mundo, y no en Jesucristo.." (Co 2:8, Vulgata Latina, Torres Amat, J. Straubinger - católica) "No se dejen esclavizar por nadie con la vacuidad de una engañosa filosofía, inspirada en tradiciones puramente humanas y en los elementos del mundo, y no en Cristo.." (Co 2:8, El Libro del Pueblo de Dios - católica) "Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo.." (Co 2:8, Biblia de Jerusalén - católica) "Mirad que nadie os engañe con filosofías y vanas falacias, fundadas en tradiciones humanas, en los elementos del mundo y no en Cristo.." (Co 2:8, Biblia Nacar-Colunga - católica) "Cuídense de los que quieran atraerlos con teorías engañosas. Esas no son más que enseñanzas de hombres, que parten de teorías filosóficas y no se inspiran en Cristo.." (Co 2:8, Biblia Latinoamericana - católica)
Lo interesante de notar es que Pablo no advierte del problema a los Colosenses mencionando específicamente a los heresiarcas de turno, sino que parece bien al Espíritu Santo, a través del santo escritor, hacer referencia a ellos por medio de nombrar las raíces de sus falsas enseñanzas, los métodos de transmisión y los argumentos esgrimidos para intentar convencer de la autenticidad de las mismas. De esta manera, dicha advertencia del apóstol no sólo ha resultado eficaz para advertir oportunamente a los hermanos de Colosas, sino también, a lo largo de los siglos, a todos aquellos que se puedan encontrar con personas que intenten utilizar similares raíces, métodos y argumentos para la enseñanza de sus postulados religiosos, los cuales, conforme a la conclusión del apóstol Pablo, no son "según Cristo".
Comentario Bíblico Matthew Henry (s. XVIII), Trad. F.Lacueva, Ed.Clie, pág. 1.710 - 1.711 La amonestación [que] va en el versículo 8, dice así: «Mirad que no haya (como si dijese: ¡Fuera con él!) nadie que os esté llevando cautivos por medio de filosofías y de huecas sutilezas (lit. de la filosofía y del vacío engaño), según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo, y no según Cristo». El apóstol habla de una «filosofía» que es puro engaño, de una «tradición» que no procede de Dios, sino que es un invento de los hombres, y a esos dos elementos integrantes de la enseñanza herética que aquí se contempla, añade la ya conocida expresión griega ta stoikhéia tou kósmou (comp. con Gá. 4:3, 9) que, en mi opinión, se refiere, como en Gálatas, al ritualismo legalista de dichos herejes, como se confirma por todo el contexto en que dicha expresión se repite en el versículo 20. Permítaseme señalar, con todo respeto para todo sincero catolicorromano, que son precisamente esos tres elementos los que han corrompido el sistema de la Iglesia de Roma. En efecto: (a) El papel de primerísima importancia que la filosofía aristotélica jugó en la formación de la llamada «teología escolástica» de la Edad Media[1], impidió la correcta interpretación de las Escrituras en esa «mezcla de agua con vino» que menciona Tomás de Aquino, aun cuando él protestaba de que no era mezclar agua con vino, sino «convertir el agua en vino» (¡como en las bodas de Cana!) Dice Bruce que «no es la filosofía en general, sino una filosofía de esta clase —la que seduce a los creyentes apartándoles de la simplicidad de su fe en Cristo— la que Pablo condena». Es cierto que la filosofía en sí, mientras no ataque a la fe, no es de suyo condenable, pero ¿qué puede esperarse de bueno, cuando una persona trata de cimentar su fe, no en la analogía de la fe, que no es otra cosa que el contexto total de las Escrituras, sino en las analogías inventadas por la falible y pecaminosa razón humana? (b) Tampoco es ningún secreto que la Tradición ocupa un lugar igual, y aun superior, a las Escrituras en la Iglesia de Roma[2]. No atacamos la tradición interpretativa de las Escrituras, con tal de que a esa tradición no se le dé una autoridad y un valor de infalibilidad que sólo la Palabra de Dios posee, pero ¿qué decir de tantas tradiciones elevadas a la categoría de «dogmas» sin base alguna en la Palabra de Dios; más aún, totalmente contrarias a ella, de forma parecida a como el Señor lo dijo en la referencia que tan estupendamente nos ha conservado Marcos (7:5-13)? (c) Finalmente, ¿qué otra cosa sino «ritualismo legalista» es la serie de fórmulas y ritos sacramentales, y de múltiples preceptos adobados con una minuciosa casuística, que se dan (especialmente, hasta bien entrada la segunda mitad de este siglo xx) en la Iglesia de Roma? (B) Contra toda esa acumulación de elementos nocivos con que los herejes aludidos en esta Epístola se esforzaban por cautivar a los fieles de Colosas, al hacer presa (eso es lo que el verbo sulagogón indica) en ellos, el apóstol afirma solemnemente la completa suficiencia de Cristo, tanto en sí (v.9), como para los suyos (v.10). «Porque en El (Cristo), dice, habita corporalmente la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad».
Sola Escritura Más revelador aún se torna el tema cuando consideramos que el rechazo por parte de la Iglesia Católica de la doctrina evangélica de "Sola Escritura" viene precisamente de considerar que la "fuente autorizada de la Revelación de Dios" resulta de combinar Escritura + Tradición + Magisterio, como claramente expone el numeral 95 del Catecismo católico[2]. De esta manera, la Escritura termina siendo convenientemente complementada con (incomprobable) Tradición apostólica y con (humanas) cátedras episcopales, que muchas veces terminan tergiversando y acomodando a lo revelado en la Escritura, cuando no hasta contradiciéndolo... Por eso, las palabras del apóstol Pablo, inspiradas por el Espíritu, no sólo fue viva y eficaz para el pueblo cristiano de Colosas. Hoy tienen renovada importancia, para tu vida y para la mía. Como está escrito: "Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.." (Co 2:8, Reina-Valera 1909) ¿Se basa tu fe en lo que algunas personas determinaron unilateralmente como verdadero? [3] ¿Te obliga tu Jerarquía eclesiástica a aceptar cualquier cosa que ella determine como "verdad de Dios"? [4] ¿Te enseñan que la autoridad de la Biblia debe ser necesaria e imprescindiblemente complementada con tradiciones (incomprobables) y con decretos religiosos paulatinamente definidos a lo largo de los tiempos? [2] ¿Enseñan tus líderes que algo que ves de color blanco debes creer que es negro si ellos así lo determinan? [5] ¿Percibes que la base de tus creencias se cimientan en filosofías y sutilezas, en tradiciones y ritos? "Mirad que ninguno os engañe..."
Bendiciones en Cristo Daniel Sapia
Notas: [1] Es interesante lo que en este sentido comenta el ex-sacerdote católico romano y profesor de filosofía Herman J. Hegger, en su libro "Se Rompieron las Cadenas" (Ed. In the Rechte Straat, pág. 82) : "Se puede estudiar objetivamente el catolicismo. Es un sistema lógico y preciso hasta el detalle. Los dogmas son tesis perfectamente elaboradas. En el catolicismo se han buscado, con la ayuda del pagano Aristóteles, distinciones de toda clase para evitar cualquier imprecisión racional.." Herman J. Hegger, ex-sacerdote católico, fundador y director del ministerio "En La Calle Recta". [2] "...la Iglesia, a la cual está confiada la transmisión y la interpretación de la Revelación «no saca exclusivamente de la Escritura la certeza de todo lo revelado. Y así se han de recibir y respetar con el mismo espíritu de devoción» (DV9)." (CIC 82). "La Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el plan prudente de Dios, están unidos y ligados, de modo que ninguno puede subsistir sin los otros..." (CIC 95) [3] Catecismo 85 "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escritura, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo" (DV 10), es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma." [4] Catecismo 88 "El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la Revelación divina o también cuando propone de manera definitiva verdades que tienen con ellas un vínculo necesario." [5] "Debemos siempre tener, para en todo acertar, que lo blanco que yo veo creer que es negro si la Iglesia jerárquica así lo determina.." Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales, Reglas para sentir con la Iglesia, 365:1
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
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