Nos escriben ...
Carta de un
seminarista Católico Romano |
From: "IRJM" <xxxx@hotmail.com> To: <[email protected]> Monday, September 15, 2003 2:13 AM Subject: Hola
Daniel
Mi nombre es IRJ. Soy un seminarista de la Iglesia Católica Romana. Andaba
buscando una información para mi clase de Mariología, y me encontré
con tu página. Tengo 2 dudas: 2. En tu artículo “POR QUE SOY CATOLICO”, en el que respondes a un tal CARLOS, que la Iglesia Romana ha celebrado sus MISAS por 20 siglos en Latín…Eso quiere decir que es la Iglesia que se remonta a Jesús. Tu Iglesia.. ¿Cuánto tiene? El Espíritu guía a la Iglesia. Ni Lutero, ni Calvino, podrán jamás acabarla, porque tenemos la promesa de Jesús de que estará con nosotros hasta el fin de este mundo. Con un abrazo fraterno. IRJM
Roman Catholic Seminarian Of The Diocese Of
xxxxxxxx.
De: "Conoceréis la Verdad" <[email protected]> Para: "IRJM." <xxxx@hotmail.com> Asunto: Re: Hola Fecha: lunes, 15 de septiembre de 2003 23:15
Gracias por escribirme. Espero que tus cosas estén bien. Permíteme compartirte mi comentario a tu atenta carta. En principio agradezco la información que me acercas respecto a los “2 tipos de Iglesias protestantes”. Realmente confieso que es la primera vez que escucho esta clasificación, aunque no me cuesta creer que se la considere tal en algún círculo católico. Yo no tomaré el término “protestante” porque desconozco desde tu punto de vista a cuáles comunidades estás englobando (de hecho en ese término caen algunas con las cuales no tengo la menor autoridad para opinar, como ser Adventistas, Testigos de Jehová, Mormones, etc. Las cuales la Iglesia Católica coloca en bolsa común junto con las Iglesias Cristianas Evangélicas). Con lo cual mi respuesta estará orientada NO hacia los “protestantes” sino hacia el Cristianismo Evangélico, trasfondo de mi fe y en consecuencia del espíritu de mi página web. Hecha esta importante aclaración, como para colocar el tema en su correcta sintonía, entiendo que la misión de todo discípulo de Cristo es el predicar el Evangelio. ¿Para que fin? Para ganar almas para Cristo. A estos predicadores se les ha encomendado llevar este Evangelio “hasta lo último de la Tierra”, con lo cual no existen límites para llevar la Palabra de Dios, incluso también a aquellos que creen tenerla. Por supuesto no es raro que esta acción algunos puedan verla como proselitista, en especial quienes poseen su principal usina de feligreses proveniente de la tradición familiar, la que asegura al prosélito para sí, ya desde sus primeros días de vida. Aunque puedan existir comunidades cuyos líderes, pastores y responsables equivoquen el sentido final del mensaje evangélico y busquen meramente “ocupar sillas” predicando incluso falsos evangelios de “prosperidad” (me consta que los hay, y darán cuenta a Dios cuando corresponda) eso no quita en absoluto la labor evangélica de aquellos hermanos y hermanas en Cristo que llevan la Palabra de Dios y el Evangelio de Jesucristo “a toda criatura”, y que rebozan de felicidad cuando una nueva oveja ingresa al redil del Buen Pastor Jesucristo, aunque para otros esto no sea más que un mero trabajo “proselitista” realizado “en contra de...” (como lamentablemente suponen). Si yo puedo mostrarle a alguien que el evangelio que sigue no es el Evangelio registrado en las Escrituras, y por ello este alma vuelve su mirada a Dios, y le sigue en obediencia, pues.. gloria a Dios por ello. En definitiva, hablo para agradar a Dios, no a los hombres. Yo podría entender y aceptar que fuera “proselitismo” cuando lo que se predica es una denominación “X” . Pero cuando lo que se predica es a Cristo, no veo más proselitismo que aquél mismo que Jesucristo envió a ejercer para bendecir a las almas que se pierden en sus delitos y pecados, incluso siguiendo falsos evangelios. Proselitismo, en todo caso, es decir a las personas que se debe pertenecer a una Institución religiosa “X”, con más razón si encima esta Institución religiosa se autodenomina “única verdadera, fuera de la cual no hay Salvación”. Si predicar el Evangelio es ser proselitista, soy proselitista (para el rebaño del Buen Pastor). Lo de “destruir a la Iglesia Católica” permíteme que te diga que es un MITO, convenientemente adornado para enseñar aversión en contra de los “proselitistas anticatólicos” (que no son tales). Cuando yo le predico el Evangelio de la gracia de Dios a un Católico Romano, lejos estoy de pretender “destruir a la Iglesia Católica”. Simplemente pretendo compartir de gracia lo que de gracia he recibido, para su bendición, para su edificación en Cristo y porqué no también para la salvación de su alma. Porque lo malo no es “saber que NO somos”... lo grave es “suponer que SOMOS cuando en realidad NO SOMOS”. Y si a la Biblia se la denomina CANON (regla) de Fe, pues, qué mejor que compararse con Ella como guía de nuestra conducta de lo que debemos creer como Voluntad de Dios. De allí en más corre por cuenta de quien sostenga lo de la “destrucción de la Iglesia”. Es más, yo creo que la Iglesia Católica Apostólica Romana no será destruida por más “protestantes” que aparezcan, ya que, desde mi punto de vista, esta Institución forma parte del Plan de Dios. No creo que la definición correcta sea que “ataco” a la Iglesia Católica. Mi intención lejos está de ser meramente “dañina”. No predico “en contra de” sino “a favor de”. Y como dije antes, trabajo para agradar a Dios, no a los hombres, le pese a quien le pese. Ahora: ¿por qué me he dedicado a exponer Biblia en mano las doctrinas que enseña la Iglesia Católica? Pues, si yo predico el Evangelio al Católico Romano lo hago por haber pertenecido a esa confesión de fe por 32 años. Si hubiera sido Testigo de Jehová les estaría predicando a ellos. Si hubiera sido Judío seguramente les estaría predicando a ellos. He sido Católico Romano y a ellos les predico, porque creo que CONOCER DE LO QUE SE HABLA es la base primordial de que lo expuesto posea un mínimo de autoridad. En este sentido resalto que he conocido POCOS católicos (me sobran los dedos de una mano) que hablan del Cristianismo Evangélico habiéndolo vivido. La mayoría, lamentablemente, critican lo que no conocen. No obstante, y volviendo a mi persona, reconozco que mi dedicación al tema Iglesia Católica Romana muchas veces se percibe como un “encono” de mi parte hacia ella. Pero no es así. Dios me libre de hablar por odio, rencor o puro revanchismo. Sólo pretendo compartir lo que he recibido, por gracia. Tema Misa en latín: Para que la Iglesia “se remonte a Jesús” debe predicar el Mensaje del Evangelio tal cuál Él lo trajo, y como celosamente recomienda guardar el apóstol Pablo a los Gálatas (Gal 1:8-9). En el artículo mencionado incluyo dicho punto (Misa en latín) para exponer la manera en que la Jerarquía eclesial escondió al pueblo (latín=lengua muerta) la Palabra de Dios durante tanto tiempo. Si fuera por “ser de la época", pues, la Comunidad Judía también se remonta a la época de Jesús (y aún mucho antes) y ello no le entrega ningún tipo de autoridad especial respecto al Evangelio de Dios en el sacrificio vicario de Su Hijo. ¿Mi Iglesia? Yo pertenezco a la Iglesia (Ekklesía) de Cristo (Juan 1:12-13).
“El Espíritu guía a la Iglesia. Ni Lutero, ni Calvino, podrán Jamás acabarla, porque tenemos la promesa de Jesús de que estará con nosotros hasta el fin de este mundo...” Nadie quiere acabarla. Premisas erróneas obligadamente resultan en conclusiones erróneas. “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”. Ese es el Evangelio que predicamos. Incluso al Católico Apostólico Romano, cuyo evangelio que generalmente reciben no es ese. Retribuyo el fraternal abrazo. Dios te bendiga y te guarde, y prospere todos tus caminos. Quedo a disposición de tus fraternales órdenes. En el amor de Cristo
Daniel Sapia
From: "IRJM" <xxxx@hotmail.com> To: <[email protected]> Monday, September 15, 2003 11:58 PM Subjet: Sapia
Que el abrazo se nos haga
realidad un día, en la armonía
del cielo. IRJM
Roman Catholic Seminarian Of The Diocese Of
xxxxxxxxxx.
De: "Conoceréis la Verdad" <[email protected]> Para: "IRJM" <xxxx@hotmail.com> Asunto: Re: Sapia Fecha: Martes, 16 de septiembre de 2003 0:16
Daniel Sapia
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
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