ATADURAS ESPIRITUALES por Daniel Sapia |
Hace poco tiempo, acompañé a mis hijos a una clase en su Escuelita Bíblica, y escuché de parte de la pastora de nuestra iglesia un relato que me pareció muy ilustrativo para introducirnos en el tema que quiero compartirles. Según lo que puedo recordar, decía mas o menos lo siguiente:
-“Cuenta
la leyenda que el padre de Abram (llamado Taré) tenía un negocio de
venta de estatuas e imágenes de otros dioses que los judíos adoraban en
aquélla época. En una oportunidad, siendo Abram aún un niño, su padre
le encargó una tarea: cuidar el lugar donde tenía depositadas sus imágenes
y estatuas para vender, ya que él debía ausentarse. Desde pequeño,
Abram era creyente de las cosas de Jehová, su Dios y Señor. Entonces,
llegado el momento en que Abram se encontró solo frente a ese montón de
estatuas e imágenes, que lo único que representaban para él era una
ofensa hacia Jehová, decidió tomar un madero y comenzar a romper cada
una de las estatuas que estaban allí, dejando sana solo una, y a la cual
colocó bajo su brazo el madero utilizado. Abram, señalando a la estatuilla que portaba el madero le respondió: -“Padre, él rompió todas tus estatuas...”
Indignado,
el padre reprendió a Abram, diciéndole: -“Hijo, no seas necio.!!, cómo
pudo haberlo hecho si solo es una estatua de piedra, que ni ve, ni oye y
ni siquiera puede moverse..!!” a lo que Abram respondió (sabedor de
haber cumplido su objetivo):
En
muchas oportunidades en las que me encuentro hablando de la Palabra de
Dios con algún amigo/a, especialmente si profesa el Catolicismo, en algún
momento de mi conversación siempre veo la necesidad de hacerle una
aclaración: que no es mi intención discutir sus doctrinas ni mucho menos
menospreciar sus creencias. Simplemente trato de decirle que si su Dios
es el que nos dejó su palabra en la Santa Biblia, pues entonces la
dejó para leerla y RESPETARLA. A ese desconocimiento apunto, para que una vez enterados, ACATEN o TRANSGREDAN, pero teniendo plena responsabilidad de sus actos. Desgraciadamente hay mucha gente, inclusive hermanos en Cristo, que cometen errores por desconocimiento, no dándole la verdadera importancia que el hecho merece. Haga la prueba y pregúntele cuales son los Mandamientos que nos dejó el Señor, y que los enumere por orden de importancia. Seguramente comenzarán por “No matarás”, “No robarás”, etc. Sin saber que en las sagradas escrituras las prioridades son muy otras. En Éxodo capítulo 20 leemos los mandamiento en el orden impuesto por el Creador: "
Yo soy Jehová, tu Dios " (Éxodo 20:2) Respecto de las estatuas o esculturas, recuerdo el sentimiento de desazón y pena que viví al ver una foto en un periódico que cubría un lamentable terremoto ocurrido en Colombia, en donde el fotógrafo, parado en la puerta de una Iglesia Católica, había fotografiado el interior totalmente en ruinas, y en un primer plano había una estatua de la virgen Maria...caída en el piso... PARTIDA AL MEDIO. No pude evitar imaginarme cuantas personas habían tocado esa imagen esperando recibir bendición.
“No haréis para vosotros ídolos ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios”. (Levítico 26: 1) La historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego, a quienes el rey Nabucodonosor obligó a adorar una estatua de oro. El final de la historia es este: “Entonces Nabucodonosor dijo: bendito sea el Dios de ellos” (Daniel 3: 28), “... por cuanto no hay dios que pueda librar como este” (Daniel 3: 29b) “No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levítico 19: 4) “Guardad pues vuestras almas... para que no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra” (Deuteronomio 4: 15-16) “Guardaos, no os olvideis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.” (Deuteronomio 4: 23-24) “Pero ellos tentaron y enojaron al Dios altísimo, y no guardaron sus testimonios... Le enojaron con sus lugares altos, y le provocaron a celo con sus imágenes de talla...” (Salmo 78: 56-58) “Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla. Los que se glorían en los ídolos.” (Salmo 97: 7) “Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo mas precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden... todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres.” (Isaías 44: 9-11) “Sacan oro de la bolsa y pesan plata con balanza, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan y lo colocan en su lugar; allí se está y no se mueve de su sitio. Le gritan y tampoco responde, ni libra de la tribulación.” (Isaías 46: 6-7) “Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible...”(Romanos 1: 22) “...ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas, antes que al Creador...” (Romanos 1: 25)
Depositar nuestra FE en cualquier objeto o imagen está expresamente prohibido en las Sagradas Escrituras. Esto incluye a TODAS las imágenes y esculturas de SANTOS y VÍRGENES. Amigo Católico, Dios no estipuló arrodillarse frente a nada ni a nadie. El argumento de que a la Virgen no se la adora, sino que se la venera es ILÓGICO. Adorar y venerar SON SINÓNIMOS: "Dar culto a". Y mas allá de semántica, la veneración es una forma de reconocer que depositamos nuestra fe en otra cosa QUE NO ES DIOS. La Biblia, en este sentido es clarísima, mas allá de tradiciones (paganas) que quieran imponernos.
Recuerdo como expliqué a mi padre el tema de los amuletos y la superstición, debido a que luego de comprar un nuevo vehículo, le había colocado una imagen de la cara de Jesús y un gran moño de CINTA ROJA. Cuando
le pregunté para que había puesto eso me contestó que esas eran cosas
de su actual pareja, pero que él no le daba mucha importancia... Le expliqué con un ejemplo lo que significa usar amuletos: Para un verdadero Hijo de Dios, el único proveedor es Dios y el único en quien se confía. Usar un amuleto supersticioso (cinta roja) sería mas o menos esto: “Suponte, padre, que yo, tu hijo, te solicito prestado determinada cantidad de dinero. Tú, al escuchar mi pedido accedes a solucionar mi necesidad y me dices que vuelva dentro de 7 días, que tendré el dinero a mi disposición. Hasta aquí esta historia no tendría nada de raro. Pero supongamos que, POR LA DUDAS QUE TU NO CUMPLAS (a pesar de que siempre fuiste justo conmigo), voy a visitar a TU PEOR ENEMIGO y le pido exactamente lo mismo, para asegurarme de tener el dinero que necesito. Yo te hago una pregunta ¿Cómo te sentirías, tú, mi padre, si te enteras de mi actitud? ¿Estarías feliz conmigo? ¿Pensarías que tengo plena confianza en ti? ¿Pensarías que me siento REALMENTE tu hijo? Y a todo esto, ni mencionar las carcajadas de tu ENEMIGO si se entera como el padre fue DEFRAUDADO Y HUMILLADO por su propio hijo.” Pues bien padre, le dije, esto es exactamente lo que tú estas haciendo con tu Dios al colocar esa cinta roja en tu nuevo vehículo. De ahora en mas, haz lo que quieras, déjala allí si lo deseas, pero nunca mas podrás decir que no sabias lo que realmente estabas haciendo...
No te conformes con palabra de hombre, no te dejes llevar por “tradiciones” o costumbres. Busca solo la verdad. La única verdad. El
Señor te dice:
Quien te creó tiene un propósito para tu vida. ABRE LA BIBLIA Y LÉELA, y descubre lo que el Todopoderoso tiene preparado para ti... ”Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman...” (1º Corintios 2: 9) Dios te bendiga
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
Apologética Cristiana - ® desde Junio 2000
www.conocereislaverdad.org