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Una de las muy conocidas imposiciones de la Iglesia Católica Romana hacia sus ministros es el requisito de mantenerse célibe a lo largo de su vida (al menos durante el ejercicio de su cargo eclesiástico). ¿Es esta norma un mandamiento divino? ¿Existe tal exigencia en las Sagradas Escrituras? ¿Era ejercida en la época apostólica? ¿Desde cuándo la Iglesia Católica Romana reglamentó el celibato obligatorio? ¿Con qué fin? Comencemos viendo que nos dice sobre el tema el "Diccionario de Teología" de Everett F. Harrison (Baker´s Dictionary of Theology - 1960), página 101.
Dice la Iglesia Católica Romana "Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los discípulos de Cristo. La perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles implica, para quienes asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad en el celibato por el Reino, la pobreza y la obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la "vida consagrada" a Dios (cf. LG 42-43; PC 1)." Catecismo N° 915 "Todos los ministros ordenados de la Iglesia latina, exceptuados los diáconos permanentes, son ordinariamente elegidos entre hombres creyentes que viven como célibes y que tienen la voluntad de guardar el celibato "por el Reino de los cielos" (Mt 19,12). Llamados a consagrarse totalmente al Señor y a sus "cosas" (cf 1 Co 7,32), se entregan enteramente a Dios y a los hombres. El celibato es un signo de esta vida nueva al servicio de la cual es consagrado el ministro de la Iglesia; aceptado con un corazón alegre, anuncia de modo radiante el Reino de Dios (cf PO 16)." Catecismo N° 1579 (N de R: ¿"voluntad de guardar" como dice el N°1579 u "obligación de practicar" como dice el N° 915...?) "En las Iglesias Orientales, desde hace siglos está en vigor una disciplina distinta: mientras los obispos son elegidos únicamente entre los célibes, hombres casados pueden ser ordenados diáconos y presbíteros. Esta práctica es considerada como legítima desde tiempos remotos; estos presbíteros ejercen un ministerio fructuoso en el seno de sus comunidades (cf PO 16). Por otra parte, el celibato de los presbíteros goza de gran honor en las Iglesias Orientales, y son numerosos los presbíteros que lo escogen libremente por el Reino de Dios. En Oriente como en Occidente, quien recibe el sacramento del Orden no puede contraer matrimonio." Catecismo N° 1580 "Si
alguno dijere que los clérigos constituidos en orden sacro, o los
regulares que han hecho voto solemne de castidad, pueden contraer
matrimonio... y que pueden contraer matrimonio todos los que no sientan
poseer el don de castidad, aunque hayan hecho voto de ella; sea anatema (maldito)" "Si
alguno dijere, que el estado del Matrimonio debe preferirse al estado de
virginidad o de celibato; y que no es mejor, ni más feliz mantenerse en
la virginidad o celibato, que casarse;
sea anatema (maldito)"
Cuando la Iglesia Católica Romana recomienda y encomia la castidad, podemos decir que casi de un modo invariable dirige su discurso principalmente contra el matrimonio.
Muy importante Definición de VIRGINIDAD, CASTIDAD y CELIBATO - VIRGINIDAD Podemos definir a la virginidad diciendo que es la completa abstención de todo acto, palabra, pensamiento y deseo carnal, lícitos o ilícitos. - CASTIDAD La castidad es sólo la abstención de todo acto, palabra, pensamiento y deseo carnal ilícito. Puede darse la castidad sin la virginidad, pero nunca esta sin aquella. La castidad es siempre requerida por Dios, sin que pueda darse excepción alguna, en todos los estados del hombre. El soltero debe ser casto, el casado debe ser casto, el viudo debe ser casto, porque a todos se prohíbe el uso de lo ilícito según su estado. Pero la virginidad no es siempre requerida por Dios; le es agradable ciertamente en aquellas personas que se hallan dotadas por Él de ciertos dones especiales, mas no la impone a ninguna clase de personas, a no ser a los solteros, en los cuales la castidad implica la virginidad. - CELIBATO El celibato es el estado de aquellas personas que se abstienen de contraer matrimonio para permanecer vírgenes, si no se han casado jamás; o para guardar completa abstinencia, si son viudos.
Dice la Palabra de Dios El celibato es un don de Dios. No es ni una imposición ni un mandamiento. La Biblia indica claramente, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, que el matrimonio no está prohibido para quienes quieren agradar a Dios, ni siquiera para quienes quieren servir a Dios a tiempo completo. "Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras,... Tomará por esposa a una mujer virgen. No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer.." (Levítico 21:10-14) "Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer... que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)" (1 Timoteo 3:2-5) Esta
es la misma regla que se da a los diáconos en 1° Timoteo 3:12. ¿Por qué motivo un ministro de Dios, hoy día, debería cumplir MAYORES requisitos que los que exigía el apóstol san Pablo? Además, aunque Dios condena severamente toda relación sexual entre personas que no están casadas entre sí, El explica que el contacto sexual entre personas casadas no es pecado. Más bien, El ordena a cada persona en la unión matrimonial que se dé a sí mismo, o a sí misma, al cónyuge. "El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia." (1 Corintios 7:3-5). Este pasaje explica claramente que la falta de deseo en algún momento, o aun la idea de que el sexo es pecado, no es razón suficiente para que una persona casada prive a su esposo o a su esposa. Dios quiere que los casados encuentren satisfacción en el hogar, para que sean fortalecidos contra toda tentación externa. En Efesios 5:22-23, Dios escogió la relación entre esposo y esposa como ejemplo de Su relación con los creyentes. El uso de esta comparación muestra que Dios nunca podría considerar al matrimonio como una práctica inconveniente para la vida espiritual. Es cierto que la persona soltera tiene mayor libertad para hacer la obra de Dios, y la Biblia lo dice claramente, pero pone esta afirmación en equilibrio con la enseñanza de 1 Corintios 7:8-9: "Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando." (1° Corintios 7:8-9) Así pues, aunque permanecer solteros es la mejor forma en que algunos sirven a Dios, no es la mejor forma para todos. Por esa razón, Dios permite que cada persona se case o no, según sea lo mejor en su caso. La Iglesia Católica sostiene que Pedro fue el primer obispo de Roma y el primer papa; sin embargo, en Mateo 8 y en 1 Corintios 9 vemos claramente que él era casado. "Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama,..." (Mateo 8:14) "Contra los que me acusan, esta es mi defensa: ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?" (1° Corintios 9:3-5) Puesto que Dios no ordena el celibato para los ministros de la iglesia, y la Iglesia Primitiva no lo practicaba, obviamente no es un mandamiento de Dios para todos los que quieran servirle a tiempo completo. Esta orden fue impuesta a los sacerdotes católicos romanos por algunos sínodos (Elvira, Orange, Arles, Agde, Toledo) y por el Concilio Lateranense, básicamente para eliminar el nepotismo en la iglesia romana, la que controla gran cantidad de propiedades que algunos de los sacerdotes preferían legar a sus hijos.
(algunas porciones extraídas del libro "Respuesta a mis Amigos Católicos" de Thomas F. Heinze - pag. 39-41)
Argumentaciones frecuentes Muchas veces conversé este tema con ministros católicos. Una de las recurrentes explicaciones es la consideración de lo dicho por el apóstol Pedro en Mateo 19: "Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?" (Mateo 19:27), considerando que el "..dejamos todo.." incluía a sus esposas. Cuando Pedro escribió sobre el matrimonio, dijo: "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil.." (1° Pedro 3:7). Una instrucción de este tipo sonaría muy hueca si viniese de un hombre que había abandonado a su esposa. Además, un texto del apóstol Pablo nos ayuda a entender que el "...dejamos todo.." de Pedro no necesariamente las incluía, cuando escribe: "Contra los que me acusan, esta es mi defensa: ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?" (1° Corintios 9:3-5) Este texto no tiene aspecto de ser fundamento firme para darle validez al celibato sacerdotal...
Es claro que entendemos esta explicación, pero nada tiene que ver con la OBLIGATORIA PROHIBICIÓN de contraer matrimonio decretada por la Iglesia Romana. Una cosa es que el ingreso al seminario sea por libre elección. Otra es que, mas allá de esa libre elección, el aspirante sepa que no podrá decidir si puede casarse o no. La Iglesia le pondrá claramente la prohibición de hacerlo, mientras dure su ministerio eclesiástico. Es conocido el frecuente argumento por parte del catolicismo cuando un sacerdote abandona la Iglesia Romana en pos del Cristianismo Bíblico: "...seguro que se enamoró... cambió a Cristo por una pollera...", suelen decir. Habiendo diferenciado claramente entre la intención del aspirante y la imposición de la Iglesia Católica Romana respecto del celibato (prohibición de casarse), recordaremos un duro pero clarísimo texto bíblico que anticipa y previene esta situación. El apóstol Pablo, en una carta a su discípulo Timoteo, le da algunos consejos para prevenirlo de la apostasía (venidera) "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse..." (1° Timoteo 4:1-3)
Afirmaciones sorprendentes Quiero mencionar algo que leí en un antiguo libro de apologética católica (..o como dice su autor en la página 16 "Apologética Antiprotestante"). Este libro se llama "Protestantismo y Biblia", escrito por el Pbro. Fernando Carballo en el año 1953, de la editorial Ediciones Paulinas (Buenos Aires) y con Imprimatur del obispo titular de Augusta Antonio Rocca del 26 de Abril de 1955. Leyendo el capítulo acerca del celibato sacerdotal, me encontré con estas sorprendentes frases: "El Sacerdote vive su Ministerio de Mediador entre Dios y los hombres. Sus manos han de ser inmaculadas puesto que con ellas ha de tocar a Jesús-Eucaristía en la Santa Misa..." (página 220) El presbítero Carballo, avalado por el obispo Rocca afirma que "El Sacerdote vive su Ministerio de Mediador entre Dios y los hombres". ¿Sabrán ellos que Dios dice OTRA COSA? "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.." (1° Timoteo 2:5) ¿Cuál de las dos afirmaciones será la equivocada..? Además, ¿quiere significar, entonces, que tocar a una mujer es "ensuciarse las manos"...? "La esposa del Sacerdote es la Iglesia. La ama entrañablemente; por ella se sacrifica y en defensa de ella entrega su vida si es necesario..." (página 222) El presbítero Carballo, avalado por el obispo Rocca afirma que "La esposa del Sacerdote es la Iglesia". ¿Sabrán ellos que Dios dice OTRA COSA? "Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos..." (Apocalipsis 19:7-8) ¿Cuál de las dos afirmaciones será la equivocada..?
La voz de la Experiencia Lo que sigue es parte del testimonio de Bartholomew F. Brewer, quien fuera sacerdote católico romano ordenado en el Santuario de la Inmaculada Concepción de María en Washington D.C., El texto completo como así también el de otros 54 ex-sacerdotes lo encontramos en el libro "Lejos de Roma, cerca de Dios" página 39.
Por sus frutos los conoceréis... La Iglesia Católica Romana tiene todo el derecho de exigir el celibato como requisito a sus ministros; sin embargo, muchos de ellos no pueden seguir toda su vida sin tener relaciones sexuales. Dios considera que estas relaciones son sumamente pecaminosas cuando son practicadas por quienes no están casados (1 Corintios 6:9-10, 18; Hechos 15:28-29; Apocalipsis 21:8). Los sacerdotes que no pueden resistir, no sólo serán condenados con más severidad por Dios, sino que también escandalizarán a muchos en su iglesia, y (muy probablemente) arrastrarán a otras personas al pecado con ellos. Según el Catecismo ( lo que se dice... ) "Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado". "El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine". Para emitir un juicio justo sobre la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores síquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral." N° 2352 "La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es gravemente contraria a la dignidad de las personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los esposos así como a la generación y educación de los hijos." N° 2353 "La violación es forzar o agredir con violencia la intimidad sexual de una persona. Atenta contra la justicia y la caridad. La violación lesiona profundamente el derecho de cada uno al respeto, a la libertad, a la integridad física y moral. Produce un daño grave que puede marcar a la víctima para toda la vida. Es siempre un acto intrínsecamente malo. Más grave todavía es la violación cometida por parte de los padres (cf incesto) o de educadores con los niños que les están confiados." N° 2356
"El clérigo que cometa de otro modo un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo, cuando este delito haya sido cometido con violencia y amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad, debe ser castigado con penas justas (1), sin excluir la expulsión del estado clerical, cuando el caso lo requiera (2)" CDC N° 1395, párrafo 2. (1) "..castigado con penas justas.." No queda claro cuáles son esas "penas justas". (2) "..cuando el caso lo requiera." Es sorprendente... ¿Cuál sería el caso que no requiriera la expulsión del estado clerical de un delito sexual cometido con violencia y/o contra un menor?
Por cuestiones de espacio se expone en página
aparte. (Documentación periodística, incluidos sitios de prensa católica, con noticias del mundo, desde Marzo 2001)
Las
Raíces y Frutos del Celibato Debe entenderse que en la Biblia no se enseña el celibato obligatorio, ni fue practicado por los apóstoles. Esta enseñanza se desarrolló como parte integral del sistema papal evolucionista y gradualmente se volvió un factor esencial al mismo. El interés no era por la moralidad, puesto que el celibato demostró ser una verdadera cornucopia de maldad. En realidad, la regla del celibato no era la prohibición de las relaciones sexuales sino del matrimonio. Por ejemplo, el Papa Alejandro II (1061-1073), rehusó disciplinar a un sacerdote que había cometido adulterio con la segunda esposa de su padre porque no había cometido el pecado de contraer matrimonio. Ese era el gran mal que debía eliminarse para que el sacerdocio estuviese totalmente dedicado a la Iglesia. A lo largo de toda la historia, no sólo los sacerdotes y prelados sino también papas, tenían sus concubinas y visitaban prostitutas. Muchos eran homosexuales. Ningún miembro del clero fue excomulgado jamás por tener relaciones sexuales, pero miles han sido expulsados del sacerdocio por el escándalo de contraer matrimonio. ¿Por qué entonces la estricta insistencia en el celibato, aún hasta el día actual, si en realidad no significa abstinencia de las relaciones sexuales? Esto es debido a que la regla del celibato produce un resultado muy práctico y lucrativo para la Iglesia: Deja a los sacerdotes, y especialmente a los obispos y papas, sin familias a quienes legar sus propiedades y, por lo tanto, no empobrece a la Iglesia. El clero no debe tener herederos . El papa Gregorio VII, al lamentar la dificultad que hay en eliminar el casamiento entre los sacerdotes, declaró: "La Iglesia no puede escapar de las garras del laicado a menos que los sacerdotes primero escapen de las garras de sus esposas". Aquí hay otra razón de vital importancia para el celibato: el crear un sacerdocio sin el impedimento (y cariñosas lealtades) de esposas e hijos. Por consiguiente, la fornicación y el adulterio, aunque prohibidas en teoría, eran preferibles a una relación matrimonial. A pesar de que en esos primeros días a los hombres casados se les permitía entrar en el sacerdocio, se les exigía vivir vidas célibes. El Papa León I (440-461) decretó que el clero casado debía tratar a sus esposas "como hermanas". Pocos católicos, o quizás ninguno, se dan cuenta de que en época reciente como durante el reinado del Papa Gregorio VII (1073-1085), se aceptaba que los sacerdotes fuesen casados y supuestamente viviesen en celibato con sus esposas. A. W. Richard Sipe, un psicoterapeuta y ex sacerdote que realizó un estudio durante 25 años de celibato, sexualidad y el clero, calcula que en cualquier momento dado, el 50 por ciento de los sacerdotes -cualquiera sea su orientación- son sexualmente activos. En todas las religiones, la historia más común es la del clero seduciendo mujeres. (Revista Newsweek en Español, 8 de mayo de 2002, página 47)
“Es verdad que el celibato va en contra de la naturaleza; se puede vivir sólo en el orden "sobrenatural", no como una imposición, sino como un don en la disponibilidad a Dios y a la Iglesia.” Presbítero Guillermo Marcó. VOCERO DEL ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES ( declaraciones en entrevista periodística ) http://www.clarin.com/suplementos/especiales/2005/09/07/l-00801.htm
La tolerancia anti-bíblica actual La crasa inmoralidad entre el clero católico romano no se limita al pasado sino que continúa en gran escala hasta este día. En los días de los apóstoles semejante maldad solía ser rara y era motivo de excomunión del ofensor. Los fieles no debían ni siquiera asociarse con los fornicarios (1 Corintios 5:8,9) que pretendían ser cristianos, para que el mundo supiera que la iglesia y todos los discípulos de Cristo condenaban semejante conducta. Refiriéndose a un hombre libertino en Corinto, Pablo escribió a la iglesia: "Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros" (v. 1 3). Sin embargo, una cantidad innumerable de papas, cardenales, obispos y sacerdotes han sido habituales fornicarios, adúlteros, homosexuales y asesinos en masa -villanos implacables y depravados que practicaban sus estilos de vida en forma degenerada, inmune a la disciplina. Lejos de ser excomulgados, a dichos papas se los despliega con orgullo en la lista de los "vicarios de Cristo" del pasado. En la actualidad, a un sacerdote que participa en inmoralidad sexual raras veces la Iglesia lo expulsa del sacerdocio o lo excomulga. En cambio, lo transfieren a otra parroquia y quizás lo pongan bajo tratamiento psicológico (muchas veces como útil excusa para encubrir sus delitos sexuales). A los sacerdotes que dichos centros de tratamiento declaran curados (por ejemplo, a los Siervos del Paracleto en Jemez Springs, Nuevo México) los han reasignado a otras parroquias donde han abusado más víctimas. (Our Sunday Visitor, 27 Febrero 1994, pág. 5 y National Catholic Reporter, 7 Enero 1994, pág. 9) A pesar de que Roma oficialmente condena la fornicación, miles de sus sacerdotes participan en relaciones sexuales fuera del matrimonio. Un periódico católico nacional informó que: "Siete mujeres francesas... compañeras de sacerdotes [a] quienes... se las obliga a 'vivir clandestinamente, para toda la vida, el amor que comparten con un sacerdote' [y quienes] representan a miles de mujeres en relaciones similares... llegaron al Vaticano el 20 de agosto. [Le] Pidieron al Papa que... investigara la realidad que enfrentan 'miles de sacerdotes' compañeros que viven en las sombras, a menudo con la aprobación de superiores eclesiales, y por los niños que... son criados sólo por sus madres solamente o son abandonados". (National Catholic Reporter, 3 de septiembre de 1993) El fraude y la hipocresía persisten. La ex monja Patricia Nolan Savas, autora de Gus: A Nun's Story [Augusta: La historia de una monja], escribe: "Había las valientes que continuaban en sus esfuerzos por matar la carne y a menudo caían víctimas de graves desórdenes psicogénicos. Algunos todavía siguen seriamente dañados en mente y cuerpo, secuestrados en instituciones a las que se refieren como "retiros" u otros eufemismos similares. Una trágica cantidad de ellos se volvieron alcohólicos y silenciosamente bebieron hasta la muerte.¿Cuál es la causa de este pasmoso desperdicio de vidas? El celibato, un estado virtuoso cuando la persona participa en él libremente, pero una piedra de molino aplastante cuando se impone como dogma sobre todo el clero, como lo hizo la Iglesia Católica Romana hace nueve siglos." (Patricia Nolan Savas, "Misconduct by clergy is no surprise", USA Today 8 de diciembre de 1993, pág. 17A.) Actualmente, los "célibes" fornicarios, pedófilos y pervertidos casi siempre son transferidos calladamente. En sus nuevas parroquias continúan celebrando Misa y desempeñando funciones sacerdotales. Sin embargo, si llegaran a cometer el pecado "mucho más grave" de contraer matrimonio, les prohibirían para siempre funcionar como sacerdotes otra vez...
Tema relacionado: Historia del Celibato en la Iglesia Católica
Si, pues, el celibato no pueden abrazarlo todos, sino aquellos solos a quienes es dado el don de la continencia; si Jesucristo permite que haya eunucos, pero no manda que los haya; si el apóstol Pablo enseña que "vale mas casarse que andarse quemando", y que "para evitarla fornicación, cada uno tenga su mujer, y cada una su marido"; si desea que "las viudas jóvenes se casen" y no entren a servir en la iglesia, y si en otra parte dice que prohibir el matrimonio es doctrina de demonios (1° Tesalonicenses 4:1-3), claro es que enseñar la doctrina del celibato obligatorio como lo hace la Iglesia Católica Romana es enseñar por doctrinas los mandamientos de los hombres. (Mateo 15:9) Nosotros no aprobamos ni condenamos el celibato en sí mismo considerado. Lo aprobamos cuando es voluntario, lo condenamos cuando es impuesto. Creemos que los ministros de la Iglesia deben gozar de perfecta libertad cristiana, profesando el celibato si se sienten con facultades para cumplirlo, y contrayendo matrimonio si no poseen el don de la continencia. (Extracto del libro "El Celibato Forzoso del Clero" por el ex-sacerdote católico romano Juan B. Cabrera escrito en 1860 - página 38 y 39) Escrito está... "Quisiera
más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su
propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo,
pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo,
pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse
que estarse quemando.."
"¿Por
qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo
digo?
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
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