LA GRAN RAMERA Apocalipsis 17 |
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2da. Parte
(FINAL) [
Matthew Henry ] Según
hace notar Walvoord (ob. cit., pág. 246), el vocablo «misterio»
que, en la NVI como en la AV inglesa, aparece en mayúsculas, como si
fuese parte del título de la mujer, no significa tal cosa, sino que el
título mismo es misterioso, algo secreto (comp. con 16:19; 18:2).
El misterio está en que, aquí, el epíteto «Babilonia la Grande» no
representa políticamente una nación o ciudad, sino una organización
religiosa que corresponde, en este sentido, a lo que la Babilonia
histórica era en el sentido religioso. Y añade, en el mismo lugar: «Han
hecho notar muchos escritores que los ritos inicuos y paganos de Babilonia
penetraron solapadamente en la Iglesia de los primeros siglos y fueron
responsables, en gran parte, de las corrupciones incorporadas en el
Catolicismo Romano, de las que se separó el Protestantismo en la Edad
Media». Aunque ya hemos ofrecido, en otros lugares, algunos datos acerca
de este particular, vamos a dar aquí algunos detalles: (A)
Génesis 10 marca ya, con Nimrod, el comienzo de la perversidad político-religiosa
con la fundación de Babel, que es el nombre hebreo de Babilonia.
Génesis 10:10 menciona Erec, donde 3.000 a. de C. había ya ziggurats o
torres escalonadas de ladrillos -más bien, adobes secados al sol, unidos
con argamasa-. Cerca de Ur, fue descubierta por Woolley una de fines del
tercer milenio a. de C. -ésta, de ladrillos cocidos y con base de adobes
secados. (B)
Babel fue un alarde de orgullo y rebeldía contra Dios, como se ve por la
rebelión narrada en Génesis 11. Dios, al confundir las lenguas, la
llamó Babel, es decir, «confusión» (Gn. 11:9). Llamada después
Babilonia, tuvo gran prominencia bajo Hammurabi (1728-1686 a. de C.) y
alcanzó su mayor gloria bajo Nabucodonosor II (que reinó desde el 605
hasta el 562 a. de C.). (C)
Su historia ha sido descifrada en miles de tablillas cuneiformes. En
dichos materiales se nos dice que la mujer de Nimrod, Semíramis, fue la
jefa o suma sacerdotisa de la religión mistérica, llena de arcanos o
secretos religiosos (por tanto, sagrados) que formaban parte del culto a
los ídolos. Según la leyenda, concibió y dio a luz milagrosamente un
hijo llamado Tammuz, al que tuvieron por Salvador de Babilonia, un falso
Mesías. Así surgieron las estatuas de
Semíramis con el niño Tammuz en
sus brazos. Semiramis
y su hijo Tammuz Virgen
de Monte Carmelo (D)
Tammuz fue muerto por una fiera y fue resucitado, en anticipación
satánica de Jesucristo (v. Ez. 8:14, donde mujeres israelitas están endechando
a Tammuz). En Jeremías 7:18, se habla de
«tortas a la reina de¡ cielo».
En Jeremías 44:17-19,25, dicen:
«ofreceremos incienso a
la reina de¡ cielo».
No hace falta andar muy lejos para ver
sorprendentes semejanzas en el culto católico- romano a María, la madre
de Jesús. Babilonia, la mujer perversa, se encuentra en Zacarías 5:1-11;
especialmente, en los versículos 7 y S. Este culto pasó a Pérgamo
(posible alusión a esto en 2:13), entre otras ciudades de Asia. (E)
Los sacerdotes de Babilonia llevaban coronas en forma de cabeza de pez
(como las mitras de los obispos), en reconocimiento a Dagón, el dios pez,
y llevaban sobre esa especie de mitra el título de «guardián del
puente»; el equivalente en Roma fue el de Póntifex Máximus
(Pont Max), «Sumo
Pontífice»,
usado por el César y, luego, por el emperador en los años finales del
Imperio Romano, y de ahí pasó al obispo de Roma.
Moneda
de Juan Pablo II año 1992
Here you see a stone laver from
Assyria which is now in the Pergamum Museum in Berlin. Carved on its sides are
depictions of pagan priests that appear to be half sun-fish and half man, that
are sprinkling holy water.
otras fuentes:
A Semitic deity adopted by the
Philistines as their national god. The upper part of his body was human, the
lower half fish-like; the foremost deity of such maritime cities as Azotus, Gaza,
Ascalon, and Arvad, where temples were built in his honor
(F)
Babilonia estaba asentada «sobre Sinar» (lit. Gn. 10:10; 11:2),
pero esta Babilonia de los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis está sentada
sobre siete montes (v. 9). Walvoord (ob. cit., pág. 248)
termina de este modo su magnífica exposición de los versículos 1-5 del
presente capítulo: Ofrece
un triste comentario sobre el cristianismo contemporáneo el hecho de que
está mostrando un deseo presuntuoso de regresar a Roma, a pesar de la
evidente apostasía de Roma del verdadero cristianismo bíblico. De hecho,
el liberalismo moderno ha superado con ventaja a Roma en su desviación
de la teología de la Iglesia primitiva, así que tiene poco que perder
con su regreso al romanismo. La apostasía, observada hoy en su forma
latente, florecerá... (G)
Como hace notar W. M. Smith (ob. cit., pág. 1.516), «Babilonia
fue la que conquistó el reino de Judá, la teocracia (2 R. 24; 25, etc.).
Con Nabucodonosor, rey de Babilonia, comenzaron los tiempos de los
gentiles (jer. 27:1-11; Dn. 2:37,38). Babilonia ocupa un amplio lugar
en las profecías de las naciones en el Antiguo Testamento (ls. caps. 13;
14; 47; jer. 50; 51)». [
Dave Hunt ] Existe,
por supuesto, una conexión con la antigua Babilonia. El nombre en la
frente de la mujer establece ese hecho. ¿Qué podría significar ese
nombre en el mundo de los "últimos días" justo antes de la
segunda venida de Cristo? Es obvio que debe referirse a un aspecto
dominante que es común a todos los cuatro imperios -un elemento
importante del primer imperio, Babilonia, que todavía es dominante en el
cuarto imperio, Roma. Un
aspecto supremo común a todos era la unidad entre trono y altar, entre
príncipe y sacerdote. Todavía no se había escuchado de la
"separación entre la iglesia y el estado"; de hecho, lo opuesto
era la realidad. Los sacerdotes paganos -astrólogos, magos, hechiceros,
adivinos- eran los consejeros íntimos del emperador y a menudo era la
influencia oculta que controlaba el imperio. Por lo tanto, un principio
característica de esta mujer, quien es una ciudad como también una
entidad espiritual, será sus relaciones adúlteras con los gobiernos
seculares. La
unidad de la iglesia y el estado persistió desde los días de Babilonia
hasta después de la ascendencia de Roma, el cuarto imperio mundial en la
visión de Daniel. Como hemos visto, los emperadores romanos, al igual que
otros gobernantes de la antigüedad, encabezaban el sacerdocio pagano y
eran adorados como dioses. Puesto que la religión era un factor dominante
en todos los imperios, haremos bien en dar una mirada más detallada a la
religión de Babilonia. La
Babilonia de Nabucodonosor se edificó alrededor de las ruinas de la torre
de Babel, que fue construida poco después del diluvio por los
descendientes de Noé bajo el liderazgo de Nimrod (Génesis
10:8-10; Miqueas 5:6). Su propósito original fue declarado
específicamente por sus edificadores: "Vamos,
edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y
hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la
tierra"
(Génesis 11:4). La
ciudad era una unión político-civil de los habitantes de la tierra en
esa época. La torre era claramente una empresa religiosa, el medio de
alcanzar el cielo. Por lo tanto, Babel representa la unidad del estado y
la iglesia, involucrando el mundo entero en un esfuerzo por elevar al
hombre al nivel de Dios. Que este proyecto pudiera lograrse mediante una
torre edificada por el evidente ingenio y la energía humanas representa
obviamente la religión del esfuerzo propio del hombre. Teniendo en cuenta
que el mundo entero estaba unido en este esfuerzo, aquí tenemos el primer
ejemplo de gobierno mundial y religión mundial unidos como una sola
entidad. Puesto que el hombre comenzó en esta unidad, así también debe
terminar; ese es el claro mensaje en la frente de la mujer. La
torre era una obsesión que tenían los habitantes de la ciudad, la razón
de la vida que los unía y que también los esclavizaba. Así, pues, la
religión dominaba la asociación de la iglesia y el estado. Que este
será el caso en el nuevo orden mundial del Anticristo, a menos por un
tiempo, está claramente expresado por el hecho de que la mujer cabalga la
bestia. La
Torre de Babel estaba en contraste total a la forma de salvación que Dios
había declarado consecuentemente desde Abel en adelante. La rebelión de
Adán y Eva en el huerto del Edén había separado al hombre de Dios por
el pecado. Ninguna reconciliación con Dios y ninguna entrada al cielo era
posible aparte del pago total de la pena del pecado. Para el hombre, una
criatura finita, el pago de la pena infinita exigida por la infinita
justicia de Dios era imposible. Un día futuro, en gracia y misericordia,
Dios mismo vendría como hombre perfecto, sin pecado, para morir por los
pecados del mundo en pago de la pena total que la propia justicia de Dios
exigía. Él sería "el
Cordero de Dios"
(Juan 1:29,36), el único sacrificio aceptable. En anticipación al
Mesías venidero, se sacrificaban animales como tipos de ese Santo que
"por el sacrificio de sí mismo" quitaría "de en medio el
pecado" (Hebreos 9:26). El
único enfoque a Dios que él aprobaba mientras tanto, ya había sido
afirmado con claridad (Éxodo 20:24-26). Debían ofrecerse sacrificios de
animales sobre un altar de tierra. Si el terreno era muy rocoso como para
juntar suficiente tierra, el altar podía hacerse de rocas apiladas, pero
no talladas ni formadas de ninguna manera con herramientas. Ni debía ser
elevado de forma que uno tuviera que acercarse al altar subiendo gradas. Ningún
esfuerzo humano podría participar de ninguna forma en la salvación del
hombre. La salvación debe ser un don de Dios, inmerecido y no ganado.
Sin embargo, el orgullo humano siempre ha resistido la gracia de Dios.
Vemos la clara violación de la Palabra de Dios que continúa hoy en las
catedrales ornamentadas y altares dorados, así como en los rituales y
buenas obras que el hombre neciamente se imagina que le ayudarán a
hacerlo aceptable a Dios. Todo esto comenzó con Babel. Un
modelo seguido por Roma La
ciudad y la torre de Babel establecieron el modelo de la alianza impía
entre el gobierno civil y la religión del esfuerzo propio y el ritual que
continuó por miles de años que fue demostrado tanto en la Roma pagana como
en la Roma "cristiana" después de la "conversión" de
Constantino. La "separación entre la iglesia y el estado" es un
concepto de origen reciente, mayormente desde la reforma protestante,
concepto al que la Iglesia Católica Romana, como una continuación del
imperio romano, se ha opuesto en forma consecuente y hasta perversa. La
historia es testigo innegable del hecho de que siempre que ha podido
hacerlo, la Iglesia Católica Romana ha suprimido y condenado
públicamente los derechos humanos básicos como la libertad de prensa, de
expresión, de religión, y aún de conciencia. La
visión del apóstol Juan indica que la Babel/Babilonia va a estar muy
viva en los últimos días. Engalanadas en la frente de la mujer que
cabalga la bestia están las palabras "MISTERIO, BABILONIA".
Está claro que ella representa el paganismo revivido. Sin
embargo, lo mas interesante de todo es el hecho de que ella representa el
cristianismo paganizado. La mujer representa a un sistema religioso en
escala mundial que está basado en Roma y pretende ser cristiano pero que
tiene sus raíces en Babel y Babilonia. Aún,
el apologista católico Karl Keating, admite que Roma, por mucho
tiempo, se ha conocido como Babilonia. Keating afirma que la declaración
de Pedro "La iglesia que está en Babilonia... os saludan" (de
1° Pedro 5:13) prueba que Pedro estaba escribiendo desde Roma. Keating
explica además: "Babilonia
es un nombre cifrado para referirse a Roma. Se usa de esa forma seis veces
en el último libro de La Biblia (cuatro están en los capítulos 17 y 18)
y en obras ajenas a La Biblia como Sibylling Oracles (5, 159 y ss.),
Apocalypse of Baruch (ii, 1), y 4 Esdras (3:1). Eusebio Panfilio,
escribiendo alrededor del año 303, anotó que "se dice que la
primera epístola de Pedro- ...
fue compuesta en la misma Roma; y que él personalmente indica esto,
refiriéndose figurativamente a la ciudad como Babilonia".
(Karl Keating,
Catholicism and Fundamentalism: The Attack on "Eomanism" by
"Bible Christians" (Ignatius Press, 1988), p. 200.) Ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires
de Jesús
[
Matthew Henry ] El versículo 6 parece dar la razón a los
Amilenialistas, pues dice que «la
mujer estaba ebria de la sangre de los creyentes, de la sangre de los que dieron
testimonio de Jesús» (NVI). Es cierto que los emperadores romanos se
cebaron en la sangre de los creyentes cristianos, ya que persiguieron a muerte a
cuantos se resistieron a dar culto al emperador como si fuese Dios. Pero,
¿era eso bastante para que Juan se quedase grandemente sorprendido? ¿No
se debía más bien su sorpresa a que, bajo la inspiración divina, estaba
contemplando el futuro de una institución eclesiástica que, bajo pretexto de
pureza doctrinaria y unidad religiosa, había de perseguir a muerte (¡¡ la
Inquisición !!) a los verdaderos creyentes, obedientes a Dios y a Su Palabra
más que a los hombres, aun cuando éstos se llamen «representantes de Dios en
la tierra» y «Vicarios de Cristo»? [
Dave Hunt ] Lo
que Juan nota luego es que la mujer está ebria, y no de una bebida
alcohólica. Está ebria de "la
sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús..."
(Apocalipsis 17:6). Este es un cuadro horrible. No es sólo que sus manos
están rojas de sangre, sino que ella está ebria de la sangre. La matanza
de inocentes que, por razones de conciencia no quisieron ceder a sus
demandas totalitarias, la han refrescado y estimulado de tal forma que se
tambalea extasiada. Uno
piensa inmediatamente de las inquisiciones (romana, medieval y española)
que durante siglos mantuvieron a Europa en su terrible puño. En su obra Historia
de la Inquisición, Canon Llorente, que era el Secretario de La
Inquisición en Madrid, de 1790 a 1792, y tenía acceso a los archivos de
todos los tribunales, calculó que en España solamente el número de
condenados excedía los 3 millones, con unos 300.000 que fueron quemados
en la hoguera. (R.W.
Thompson, The Papacy and the Civil Power (Nueva York, 1876), p.82).
Un historiador católico comenta sobre los sucesos que condujeron a la
supresión de la inquisición española en 1809: "Cuando
Napoleón conquistó España en 1808, un oficial polaco en su ejército,
el Coronel Lemanouski, informó que los dominicos [a
cargo de la inquisición]
se habían encerrado y bloqueado el monasterio que tenían en Madrid.
Cuando las tropas de Lemanouski forzaron una entrada, los inquisidores
negaron la existencia de cámaras de tortura. Los
soldados inspeccionaron el monasterio y las descubrieron debajo de los
pisos. Las cámaras estaban llenas de prisioneros, todos desnudos, muchos
dementes. Las tropas francesas, acostumbradas a la crueldad y la sangre,
no pudieron aguantar semejante espectáculo. Vaciaron las cámaras de
tortura, colocaron pólvora al monasterio y volaron el edificio." (De
Rosa, op. cit. página 172) Para
extraer confesiones de estas pobres criaturas, la Iglesia Católica Romana
inventó torturas ingeniosas tan dolorosas y bárbaras que uno se
descompone de sólo oir los detalles. El obispo William Shaw Kerr,
historiador de la Iglesia, dice: "La
abominación más espantosa de todas era el sistema de tortura. Los
informes de sus operaciones que se llevaban a cabo a sangre fría hacen
temblar ante la capacidad de seres humanos para la crueldad. Y era
decretada y reglamentada por los Papas que pretenden representar a Cristo
en la tierra... Se
tomaron notas detalladas no sólo de todo lo que la víctima
confesaba, sino de sus alaridos, gritos, lamentaciones,
interjecciones interrumpidas y apelaciones por misericordia.
Las
cosas más conmovedoras en la literatura de la inquisición no son
los relatos de los sufrimientos dejados por las víctimas, sino de
los sobrios apuntes que mantenían los oficiales de los
tribunales. Estamos angustiados y horrorizados simplemente porque
no se hicieron con la intención de conmovernos." (Kerr,
op. cit., pp. 239-240)
Los
restos de algunas de las cámaras de horror todavía están en Europa y
pueden visitarse aún hoy. Se levantan como memoriales de los celos
producidos por los dogmas católicos romanos que siguen en vigor en la
actualidad, y de una iglesia que pretende ser infalible. También son memoriales de la exactitud
asombrosa de la visión de¡ apóstol Juan en Apocalipsis 17. El
Vaticano tampoco puede escaparse de la considerable responsabilidad del
holocausto nazi, que Pío XII conocía perfectamente bien, a pesar de su
silencio total durante la guerra en cuanto a uno de los temas más
importantes.(E.G.
Guenter Lewy, The Catholic Church and Nazi Germany (Mc Graw-Hill, 1964),
p. 300-304). Si
el Papa hubiera protestado, como los representantes de las organizaciones
judías y de las Fuerzas Aliadas le rogaron que hiciera, hubiera condenado
a su propia iglesia. Los hechos son ineludibles: "En
1936, el obispo Berning de Osnabruch, había hablado con el Fuehrer
por más de una hora. Hitler le aseguró a su señoría que no había
una diferencia fundamental entre el Socialismo Nacional y la Iglesia
Católica. Hitler arguyó diciendo, ¿acaso la iglesia no miraba a los
judíos como si fueran parásitos y los encerraba en los guetos?
Realmente me cuesta encontrar un cierre escueto, que resuma por completo el desarrollo que acabamos de leer. La exposición da el suficiente pie como para escribir muchísimo acerca de la "asombrosa similitud" entre la descripción que el apóstol hace de la mujer que cabalga la bestia y la organización religiosa que ostenta el título de "Única Iglesia Verdadera, Santa, Católica y Apostólica". ¿Existe alguna otra Organización, Entidad, Culto, Gobierno o Civilización que ENCAJE TAN CLARAMENTE en todos los detalles que Juan describe tan estupefacto ? Solo existe una ciudad en la tierra, UNA, que en las perspectivas históricas y contemporáneas pasa cualquier prueba que Juan nos presenta, incluyendo la identificación como Misterio Babilonia. Esa ciudad es Roma, y más específicamente, Ciudad del Vaticano.
Nadie puede juzgar las "verdades" que emanan de su Magisterio de Obispos, sino que sus dogmas deben aceptarse ciegamente, porque ella es la única Iglesia verdadera fundada por Cristo "sobre la piedra" Pedro, y a través de él "entregada" a la "sucesión ininterrumpida" de Sumos Pontífices.
El Anticristo personalmente reconocerá esta fantástica pretensión (la mujer cabalgará la bestia), pero con la misma sinceridad que manifestó Constantino. Será una táctica para usar a la Iglesia para sus propios fines hasta que finalmente coloque su imagen en el templo y demande que todo el mundo lo adore como dios. En ese momento la bestia se volverá contra la mujer y la devorará (Apocalipsis 17:16).
Dice
el Catecismo de la Iglesia Católica ( "Única Iglesia verdadera de
Cristo") en # 829: "La Iglesia en la Santísima Virgen llegó ya a la perfección, sin mancha ni arruga. En cambio, los creyentes se esfuerzan todavía en vencer el pecado para crecer en la santidad. Por eso dirigen sus ojos a María" (LG 65): en ella, la Iglesia es ya enteramente santa.
"
Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí..."
Desde hace 2000 años, Dios clama desde el cielo: "
Salid de ella, pueblo mío ..."
Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida NADIE viene al Padre, sino POR MI" ( Juan 14:6 )
JESUCRISTO ES MAS QUE UN GRAN MAESTRO ES TU ÚNICA ESPERANZA
"Conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará Libres..." ( Juan 8:32 )
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