Perseverancia
Final Pastor Carlos Garabaya |
"Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos para que no se aparten de mí". Jeremías 32: 40 Ahora usted dejará marcado en su Biblia este versículo, porque luego volveremos a él. Mientras, nos haremos un viajecito hasta Hechos de los Apóstoles capítulo 2, donde vamos a leer otro pasaje relacionado con nuestro tema; en el versículo 42 dice así la Palabra de Dios: "Y perseveraban en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión, unos con otros, en la partición del pan y en las oraciones". La palabra clave aquí es PERSEVERABAN. Ellos perseveraban en la oración, en la doctrina, en la comunión y en las oraciones. ¿Que significa esta expresión? Que cada día se reunían. Que cada día oraban al Señor. Que cada día leían la Palabra. Que cada día oraban. Que cada día daban testimonio de su fe. Esto es perseverar. Muy bien, ahora, volvamos a Jeremías 32:40, allí nos quedaremos. Hermanos, algunos creyentes se preguntan: ¿Podré llegar a la meta final? ¿Cuánto tiempo más podré perseverar en esta nueva vida que el Señor me ha dado? La persona ha venido de una vida alejada de Dios, se ha entregado al Señor Jesucristo y ahora se encuentra con una Iglesia, un pastor que le predica todos los domingos, que trae desde el púlpito el estímulo, pero también las exigencias de Dios; y entonces le cae una montaña de requerimientos: -"Pastor, ¿voy a poder cumplir con Dios? ¿Cómo voy a vencer y cortar todas estas ataduras que traigo de mi vida antigua? Porque antes, cuando estaba alejado de Dios, caminaba tan mal por la vida, que me enredé y estoy hecho un ovillo... La persona que comienza en el camino de la fe, mira hacia delante y piensa: "¿Hasta cuándo podré ser fiel?..." Me siento tan débil y debo vencer tantas cosas... ¿Llegaré al final del camino? Están los que creen que Dios salva por un tiempo, tanto como ellos puedan ser fieles a Dios, y tanto como sus fuerzas, su fe, y su capacidad de resistencia, o su capacidad de disciplina, se lo permitan, y temen volver a la antigua vida. Quiero traer una palabra de seguridad, a cada uno de los hermanos que están en este tiempo comenzando a caminar una nueva vida con Cristo Jesús, y también a muchos que dudan, que todavía no están seguros, que todavía no saben lo que va a ocurrir con ellos mañana. Si Ud. les pregunta si son salvos, ellos aún no lo saben, pero hace años que vienen a la Iglesia. Ellos se han bautizado, participan de la Cena del Señor, han estado en reuniones de oración y ayuno, han participado de cursos de capacitación, etc, etc; y sin embargo todavía están inseguros respecto de su salvación. Estos hermanos, muchas veces vuelven a reafirmar su fe, y VUELVEN a convertirse, cosa que es imposible, porque, dice La Biblia que Cristo no puede ser crucificado dos veces. Él murió UNA vez, y nosotros nos convertimos UNA vez... y para siempre. Entonces, deseo esta noche, traer seguridad a aquellos que dudan, para que la paz de Jesucristo venga a sus corazones, y puedan estar totalmente seguros de su salvación, y de que Dios les va a ayudar y les va a acompañar hasta llegar a la meta final. ¿Cuál es la meta final? Ser fiel hasta recibir la corona de la vida: "...Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida..." 1- Lo primero que tenemos que ver, todos aquellos que hemos nacido de nuevo, es que tenemos un objetivo: llegar a la meta. Este es nuestro gran objetivo. Ahora bien, para alcanzar ese objetivo, nos vamos a encontrar con muchos escollos, con piedras de tropiezo, con espinas, con dificultades, con pozos, con problemas en medio del camino... Hermano nosotros tenemos un objetivo, y es perseverar. Qué glorioso será, encontrarlo a usted dentro de 10 años, y que me diga: ":¡Hola Pastor, aquí estoy; firme, yo persevero en Cristo cada día...!" Hermanos, debemos perseverar en la Doctrina, en la Oración, en la Comunión unos con otros, y en el Testimonio de fe que el Señor nos ha encomendado. Tendremos muchos tropiezos pero de todos ellos saldremos en victoria. - Vendrá el Tentador y habrá que vencerlo. En medio de este camino hacia la meta...¿quién nos aparece primero?... el diablo. Y hay que vencerlo. El diablo vendrá hermano, hermana, si te has entregado a Cristo. Y el diablo será vencido. Esta es una de las primeras dificultades que vas a enfrentar. No sientas que algo extraño te está ocurriendo; es algo natural. Alguien del ejército de satanás se pasó al ejercito contrario, y ahora anda en la luz de Cristo, las tinieblas se acercarán y te pedirán que vuelvas, pero Cristo te ha salvado. El te ha dado vida nueva y es vida nueva para siempre. - Vendrán también las pruebas de tu fe. Dios comenzará a probar tu fe, y te pondrá en encrucijadas donde habrá que tomar decisiones concretas. Por causas desconocidas vendrán las pruebas. Sin motivo aparente te encontrarás en medio de situaciones que no buscaste. La prueba de tu fe habrán llegado y Dios estará esperándote en el lugar secreto de oración, te invitará a abrir su Palabra y a meditar en ella. Sí, vendrán las pruebas, pero de todas ellas saldrás purificado y en victoria. - Vendrán conflictos con el mundo. Es Cristo o es el mundo. Es Cristo o son los placeres de la carne. Es la vida nueva o la antigua. Las pruebas vendrán... Amigos de toda la vida, tal vez te rechacen y te digan que te volviste un poquito "chiflado". Y dirán: "¡... nooo, se hizo uno de los evangélicos..." pero, nuestro propósito es perseverar en la fe, y nuestra meta, llegar finalmente a recibir la corona de vida que Cristo nos ha prometido. Vendrán conflictos con el mundo. Tenías una forma de conducirte en el mundo; ahora tu vida ha cambiado, y el mundo comienza a serte desconocido. Eras habitué del café "del gallego de la esquina", ibas a tomar un café, o una cerveza, jugabas a los naipes con los muchachos, y gastabas horas de ocio hablando de la vida. Pero un día, Jesús llegó a tu vida, recibiste el Espíritu Santo, sentiste un llamado maravilloso de Dios, y fuiste feliz, por primera vez, verdaderamente feliz. Llegó el día después de tu encuentro con Cristo y fuiste al café como siempre, y sentiste que algo había cambiado, que ya no pertenecías a "este mundo". El diablo, las pruebas de nuestra fe, el conflicto con el mundo... - Vendrá también la lucha contra la carne. Es nuestra naturaleza pecaminosa; aquello que la Biblia denomina "la carne". Comenzará entonces un nuevo conflicto. Ahora debe ser transformado mi carácter. "Velad y orad, porque el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil...". Hermano, ahora tienes que luchar con un enemigo que está dentro tuyo. Es tu naturaleza, que se ha corrompido por causa del pecado. Todo lo malo que hay en nosotros debe ser cambiado. Tus costumbres, tus palabras, tu conducta, tus pecados, tienen que ser quitados. Sin embargo, ¡Cristo será tu ayuda! ¡El Señor estará contigo como "poderoso gigante" y permanecerás firme en el camino de la salvación! Nosotros, muchos de los que están en este lugar, somos una muestra de que hay Victoria. Estábamos perdidos, sin esperanza y sin Dios en el mundo, pero el Señor nos ha renovado y ha puesto, dice La Biblia, en cada uno de nosotros la mente de Cristo. Usted tiene la mente de Cristo, y esa mente de Cristo, tiene que manifestarse dentro suyo, cada día Volvamos ahora a nuestro texto:"... Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí..." Algunos dudan, si podrán permanecer fieles. Muchos "desean" ser fieles, pero no están seguros de poder hacerlo. Yo recuerdo tantas conversiones de este tipo: "... Mire Pastor,.... ¿sabe que pasa?... yo no me entrego al Señor, porque no sé si mañana le voy a fallar ... Yo fumo, tomo, juego... mire... soy un hijo del diablo, yo soy "de lo peor", y quiero recibir a Cristo, pero... ¿sabe cuál es mi problema?... que yo lo voy a recibir hoy... y mañana le voy a fallar..." Jesucristo quiere que vengamos a El, ¿de qué manera?.. Cómo estamos, con todos nuestros pecados, nuestras dudas y debilidades... - "Y mañana?...y si mañana le fallo?..." Mañana ÉL va a estar en tu corazón, mañana ÉL va a ser la fuerza que te va a mover hacia delante y que te va a acompañar y que va a impedir que vuelvas a tu antigua vida. 2- Ahora, hermanos, ¿cómo hacemos para perseverar? ¿Cómo hacemos para mantenernos en esta nueva vida?. Porque usted dice: "... voy a la iglesia hace 2 meses, qué maravilloso!!, cantamos, aplaudimos, nos gozamos en el Señor..., pero claro..., esto va a llevarme toda la vida. Van a venir momentos de tristeza en lo personal y yo voy a tener que seguir perseverando. Me va a atacar satanás y yo voy a tener que seguir perseverando. Van a venir los conflictos con el "mundo" o con mi propia carne, o incluso dentro de mi familia, porque no todos comparten la fe, pero yo deberé seguir perseverando...¿ Cómo se logra eso? ¿Cómo se logra? ¿Cómo lo obtenemos?... " - Nosotros perseveramos porque Dios se ha comprometido a ayudarnos. Hermanos, nosotros no tenemos voluntad ni sabiduría para lograrlo; somos débiles ante las pruebas; pero el Señor no es débil. El ha hecho un pacto con nosotros y ese pacto tiene una duración: es para siempre, es eterno. Escuche lo que dice Jeremías: "... Y haré con ellos pacto eterno..." - Nosotros perseveramos porque Dios es fiel y no se arrepiente de sus decisiones. ¿Quién es el que hace el pacto? : El Señor. ¿Quién es el que compromete su palabra? : Dios mismo. Él estableció un pacto, ¿Cuál es ese pacto? Que Dios nos va a libertar de todos nuestros pecados, que todas nuestras debilidades van a ser quitadas de nuestra vida. Que seremos salvos, por Cristo, de nuestros pecados y de la muerte eterna. En ese pacto hay una firma, y la firma es de Dios. ¿Cuál es la duración de este pacto?, Es eterno. Este pacto, este compromiso, ha sido echo en Cristo Jesús e incluye en él a todos los que creen. Las estipulaciones del pacto están a la vista de todo el mundo. ¿Cuáles son las estipulaciones de ese pacto? Jesucristo vino a morir a la cruz, por nuestros pecados, y todos aquellos que se arrepienten y ponen su fe en Él, son salvos eternamente. Está a la vista de todos. Lo predicamos cada domingo, miércoles, viernes, sábado, en todo momento que nos encontramos con alguien que no conoce a Cristo, abrimos el pacto y se lo predicamos: "Arrepentimiento y fe...". Este es un pacto abierto a todas las almas, a todas las personas, sin distinción de razas. A todos. Jesucristo muestra el pacto, y usted tan sólo debe aceptarlo, adherirse. Ese pacto es gratuito, es para siempre... Hermano, aquí nosotros encontramos un motivo de aliento para nuestra tarea de perseverar en la fe: Dios ha hecho un pacto, Dios nos ha firmado, con la sangre de Cristo Jesús, un compromiso: que Él no se apartaría de nosotros, y que Él nos salvaría eternamente y para siempre. De manera que la eternidad de Dios me da eternidad a mí, y en esa eternidad yo confío que voy a perseverar hasta el fin. Porque mi Dios es eterno, mi perseverancia también será eterna. ¡Amén! Hermano, hermana, que recién comienzas a dar tus pasos en la fe: Son muchas las dificultades que vendrán sobre tu vida de parte del enemigo, pero ya comenzamos a ver las grandes bendiciones y los grandes beneficios que, de Dios, vienen sobre tu vida. Lo primero es la existencia de un pacto, que es eterno. Cuando tienes dificultades y el enemigo viene y te ataca, te detienes, doblas tus rodillas, y le dices al Señor: "...Señor, acuérdate que firmaste un pacto eterno de salvación en mi favor...". Si el pacto es eterno, yo mañana voy a vencer, y pasado mañana, voy a vencer, y el mes que viene voy a vencer... y tantos días de vida como Dios me dé, yo voy a vivir en victoria... porque su pacto es eterno. LA FIRMA ES DE MI DIOS, LA TINTA ES LA SANGRE BENDITA DEL SEÑOR JESUCRISTO... y yo estoy confiado. "¿Cómo vas a hacer ahora...?" - dice el diablo..."¿Vas a comenzar esta nueva vida? Si no tienes tanta fe, no conoces tanto de La Biblia, tienes muchas dudas todavía, muchos temores..." "Sí", le responderás, " pero Dios ha firmado un pacto de bendición eterno para conmigo. Y yo lo he creído. Me pertenece, y sé que nadie me arrebatará de su mano". ¡Gloria a Dios! Él no se arrepentirá. Y nosotros, como sabemos esto, vamos a orar cada día, y le vamos a recordar al Señor: "Señor, tú prometiste que no te arrepentirías de hacernos bien..." Así que ahora, que estoy pasando por pruebas... hazme el bien, necesito de tu bien..." Y nosotros vamos a interceder delante de Él, con fe en sus propias palabras y promesas, y él responderá. - El temor de Dios nos sostendrá en el camino de salvación hasta llegar a la meta. Él prometió, fíjese el versículo 40, poner su temor en nuestros corazones. Dice la Palabra: "...y pondré mi temor en el corazón de ellos..." ¿Qué temor es este? Es un temor reverencial; es un temor a ofender a aquél a quien amamos. Amén? ¿Usted tiene temor de Dios? Cuanto más temor de Dios uno tiene, menos peca, menos desobedece, más ama al Señor, más le sirve y más vive cada día en santidad. ¿Quién pondrá este temor en nuestro corazón? DIOS!! Fíjese que Él se hace cargo de todo: Nos da una nueva vida y nos promete un pacto eterno, nos promete que cada día de nuestra vida nos hará el bien. Y ahora nos dice que pondrá un sentimiento que nosotros no tenemos, ni tuvimos antes, que es el temor de Dios. Pero "el mundo" no tiene temor de Dios. Nosotros sí... Nosotros somos diferentes. Nosotros tuvimos la gracia, que Dios, por su Espíritu Santo puso en nuestros corazones un sentimiento que jamás habíamos experimentado antes. Ahora tenemos... temor de Dios. ¿Por qué, el Cristiano verdadero, no juega a las apuestas? ¿Por qué, el Cristiano verdadero, en secreto, y en público, adora y alaba el nombre del Señor, se mantiene íntegro en su casa, en la iglesia y a 3.000 kilómetros de distancia? ¿Por qué es tan recto? ¿Por qué guarda tanto su vida y se esfuerza por vivir en santidad? NOSOTROS RESPONDEMOS: PORQUE TIENE TEMOR DE DIOS. Porque tiene un Santo Temor de Dios. No sólo de que Dios desate su ira sobre su vida, sino que teme, como una reverencia: "...Abba Padre...". Es papá.. y yo a mi padre, o a mi madre, les guardo un santo temor; una reverencia, un honor, que ellos se merecen. Y si lo merecen nuestros padres, que están aquí, en la tierra, cuánto más nuestro Padre Celestial. Hermano, si hay temor de Dios en tu corazón es porque Él mismo lo ha puesto allí. No estaba antes de conocerlo, pero ahora lo experimentas cada día. Está allí. Es por gracia. No estaba en ti desde que naciste, no tenías temor de Dios; te reías de Dios; pero ahora ha ocurrido un milagro: Dios ha firmado un pacto, que es eterno, para bendecirte. Dios te ha prometido hacerte bien todos los días de tu vida; y ahora ha puesto en ti Su temor, para que cuando vayas a cometer pecado, temas de herir su corazón y digas: "¡NO!! ¿cómo habría yo de pecar contra Dios?..." y huyas como José, si es necesario, pero seas librado de pecar y de ofender a tu amado Señor. Dice alguien: "A pesar que yo soy nuevo en el camino del Señor, tengo el mismo Espíritu Santo que mi hermano, que hace 50 años que viene a la iglesia. Aunque yo no conozco tanto de la Palabra, tengo tu cuidado. Aunque el diablo viene sobre mí, y me encuentra más débil que a otros, con menos conocimientos, tú estás conmigo, como poderoso gigante. Y como no soy yo el que lucha, sino que eres tú el que se enfrenta con el enemigo, yo saldré con vida de toda batalla.. y seguiré creciendo y avanzando, PERSEVERANDO EN LA FE." Hermano, la doctrina de la perseverancia final de los santos, es un hijo directo de la Doctrina de la Soberanía de Dios. Dice la Palabra, de una manera majestuosa: "La salvación pertenece al Señor..." Y nosotros podríamos dibujar un sol grande, aquí, y poner dentro de ese sol: "LA SALVACION PERTENECE AL SEÑOR", y podríamos predicar que esa doctrina es clave, que esa doctrina es para nosotros un punto central de donde nacerán todas las demás enseñanzas de la Palabra de Dios. Si la salvación pertenece a Jehová, la perseverancia de los santos pertenece a Jehová, el llamamiento de los santos pertenece a Jehová, y todas y cada una de las cosas que ocurren en nuestra vida, pertenecen a El. Dios promete su pacto. Dios promete hacernos bien, Dios promete poner un temor santo en nuestro corazón; y fíjese, vuelva al versículo 40: "... y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí..." ¿Qué quiere decir el Señor, de otra manera?: "...No se apartarán de mí..." La traducción inglesa (KJ) dice: "... y pondré mi temor en el corazón de ellos, y no se apartarán de mí..." De hecho, otras traducciones lo hacen de esa manera. Esto nos da seguridad. Este "no se apartarán de mí" es cierto, es seguro. ¡Hermano!, el Señor no te soltará de su mano si te has entregado de corazón. Si hay en ti una experiencia verdadera en Cristo, jamás Él se apartará de ti, ni tú de Él. ¿Sabe porqué digo esto? Porque algunos se preguntan si se puede perder la Salvación, si se puede perder este contacto, esta comunión con Cristo. ¿Podemos nosotros ser perdonados de nuestros pecados, salvos de la ira por venir, salvos del infierno, salvos de nuestros pecados, recibir el bautismo del Espíritu Santo, y después de todas estas experiencias,... PERDER LA SALVACION...? ¿Me acompaña a 1º JUAN, capítulo 2, versículo 18? Dice así la Palabra de Dios:
- "Pastor, usted dice que el que es Salvo, persevera; que es imposible que pueda perder su Salvación. Pero hay algunos que creyeron!!, que se bautizaron!!, que recibieron el Espíritu Santo!!, y con todo, se han apartado y hace años que no vienen a la Casa de Dios. Ellos están en "el mundo", no tienen comunión con sus hermanos y aun así se consideran salvos..." ¿Qué dice La Biblia? Sin duda, ninguno que verdaderamente sea Salvo puede perderse. Si estos se perdieron, entonces no eran salvos. Si se perdieron, aunque fueron bautizados, no habían tenido una experiencia verdadera con Dios. Si se perdieron, aunque venían a la iglesia y figuraban en la lista de miembros, no tuvieron en realidad un bautismo del Espíritu Santo. Si usted ha recibido a Jesús en su corazón, nada ni nadie le quitará esta Salvación tan grande que Él le ha dado. Vayamos ahora a mi última pregunta... 3- ¿Podemos estar seguros de nuestra salvación? ¿Usted quiere estar seguro que llegará a la meta? Aquí hay un "sello" de parte de Dios grande y poderoso!!. Yo estoy confiado que nada ni nadie me quitarán del camino del Señor. Isaías 43, versículo 2: "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemará, ni la llama arderá en ti." Hermano, Dios nos sostendrá hasta el fin. "Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida" Dios nos sostendrá hasta el fin. Mire, un día, un hombre maravilloso de Dios que se llamaba Moisés, estaba intercediendo, sus manos se cansaron, tal vez tus manos se cansen, en medio del camino; cuando tus manos se cansen, Dios estará como Ur y como Aarón, sosteniéndolas. Él sostendrá tus manos. Si desmayamos como Elias, dentro de la cueva, y nos queremos alejar del mundo, Dios se acercará a nosotros, y nos sacará de la cueva, y nos pondrá en comunión. Si temblamos como Habacuc, porque el enemigo viene sobre nuestra vida, Dios nos dará un cántico de esperanza. Si pecamos como David, la misericordia de Dios, vendrá sobre nuestra vida, y nos volverá a levantar, y nos dará la dignidad perdida. Si somos avergonzados como Pedro, Dios nos dará un nuevo Pentecostés. Ah! Hermano, Dios nos sostendrá hasta el fin..!! Aunque pases por el agua, o por el fuego, aunque vengan mil demonios sobre tu vida, LA MANO PODEROSA DEL SEÑOR JESUCRISTO TE VA A SOSTENER, EN MEDIO DE LA GUERRA, EN MEDIO DE LA BATALLA, VAS A SER MAS QUE VENCEDOR EN EL NOMBRE DE JESÚS. AUNQUE TE SIENTAS DÉBIL, ÉL NO ES DEBIL; AUNQUE TE SIENTAS EN IGNORANCIA, ÉL ES SABIO; AUNQUE TE SIENTAS POBRE, ÉL ES RICO; CRISTO JESUS ES NUESTRO BRAZO PODEROSO Y ÉL NOS SOSTENDRÁ EN MEDIO DE LA LUCHA. YO LLEGARÉ A LA META. CUANDO ALLA SE PASE LISTA... YO ESTARÉ. ¡¡ YO ESTARÉ...!!!¡¡ ALELUYA !! Llegarás, con la antorcha encendida. Allí en el cielo, nos reuniremos todos, un gran pueblo, numeroso, una multitud que nadie puede contar, se reunirá alrededor del trono del Señor, dándole gloria. Hermano, cuando levantes tu mano en el cielo, entenderás cuan grande y maravillosa fue la obra de gracia que Jesucristo hizo en tu vida. Cuando miro a alguno de ustedes, que puedo considerar hijos espirituales, y miro hacia atrás 5, 6 o 7 años, me regocijo en el Señor; ¡aún están firmes, y lo estarán, porque su fe está fundada en el Señor Jesucristo, en el Pacto Eterno. ¡Aleluya!! Jesús un día pagó por tu vida y por la mía. Dice la Biblia que Él nos compró, pagó con su sangre preciosa, frente al padre, derramó su sangre, y el Padre aceptó el pago del hijo, y le concedió nuestras almas. Lo que Él pagó le pertenece. Es imposible que el diablo pueda quitarle aquello que Él pagó. Lo que compró Jesús, es su pertenencia, y Él no puede sufrir pérdida en mano del enemigo, es imposible que Cristo pierda una sola de sus almas, frente a satanás. Nada ni nadie te apartarán de Jesús. Confía, nada ni nadie, podrán apartarte del amor de Cristo. ¡Aleluya ! Escucha la voz del Espíritu diciendo, "con amor eterno te he amado". Padre, ahora, trae seguridad sobre cada corazón aquí presente. Confírmalo esta noche. Confírmalo Señor, que nada ni nadie lo arrebatará de tu mano. Confírmalo, séllalo, séllalo con tu Espíritu Santo, séllalo; y a aquel que ha comenzado el camino de la fe, Señor... tan tiernamente, afírmalo; afírmalo, Señor, séllalo con tu Espíritu Santo. Amado hermano, no sufrirás pérdida. En este momento, el Señor, ha puesto un escudo de misericordia. La misericordia te rodea y te rodeará todos los días de tu vida. Sé fiel, sé fiel al Señor; Él te dará la corona de la vida. Sigue adelante. Cristiano que dudas, sigue adelante !!!, mata tus dudas en el Nombre de Jesús !!!, aplástalas en su Nombre, y camina hacia delante, camina hacia la meta. Sé fiel. Sé fiel, y obtendrás el premio. ¡ Aleluya !
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
Apologética Cristiana - ® 2000-2001
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