Conoceréis la Verdad - Testimonios - Rafael A. Dorta Herrera

Yo me consideraba católico, aunque estaba metido en el espiritismo como muchos del pueblo católico. Hice misas a mis familiares, era fiel devoto de San Lázaro. Aquí en Cuba se le tiene, no respeto, sino miedo. Yo iba todos los 17 de Diciembre, el día de San Lázaro a la iglesia de Rincón, y lo que se ve en el peregrinaje, aún para los mismos católicos es desagradable, ya que se ven personas llevando grandes piedras atadas a sus pies con cadenas que arrastran hasta la iglesia, personas caminando de rodillas con llagas en las mismas y ensangrentadas etc. etc.

La Biblia, Palabra de Dios, no habla de tales promesas o sacrificios. Cuando uno entra en la iglesia hay un tremendo problema para el devoto, ya que en la parte izquierda se encuentra una estatua de Lázaro el milagroso; en lo que se conoce como el altar mayor hay una estatua con apariencia de anciano y una vara de pastor vestido de morado, según la iglesia es Lázaro Obispo, y en la parte derecha del templo está la tradicional estatua del anciano con muletas y lleno de llagas como Lázaro el mendigo. ¿A cuál de los tres tiene que pagar el devoto su promesa?

La Biblia no habla de ningún Lázaro obispo y mucho menos milagrero. Habla de un Lázaro amigo del Señor, que Jesús resucitó. Y Jesús les dijo muy claro a sus discípulos que era para la gloria de Dios y que el Hijo de Dios sea glorificado, y no dan gloria ninguna a Lázaro su amigo, ni al otro Lázaro pobre y mendigo, éste fue al seno de Abraham, y en ninguna manera dice la Biblia que ellos son intercesores. Porque al llamarlos "San" estamos aceptando que están canonizados y que tienen poder para interceder por nosotros. Además le damos autoridad al Papa reconociendo que él puede declarar santo a alguien y reconocer poder en el cielo para interceder. Pero esto es contrario a las Escrituras, porque uno solo es el Mediador entre Dios y los hombres, JESUCRISTO Hombre (1 Tim. 2:5).

Un día por primera vez leí personalmente algo de la Biblia. Una joven, la cual hoy es mi esposa, me regaló el Evangelio según Marcos. Ella era muy devota, era del coro de su parroquia y catequista. Al leer el Evangelio me chocó mucho. Yo estaba acostumbrado a ver a un Cristo dolorido y extremadamente débil. Pero al leer vi que Jesús reprende a sus discípulos por su poca fe. Terminé de leer el Evangelio y estas fueron mis palabras a mi amiga: "Aquí te devuelvo tu librito". Ella me preguntó que si lo había leído completo, pues me lo había leído muy rápido, y qué me parecía. Yo le contesté: "Muy mal, pues me deforma la imagen de Jesucristo por completo, ya que trataba muy ruda y ásperamente a sus discípulos, y en el capítulo 7, cómo trata a sus enemigos, y en el 11:15-19 cuando entró en el templo". Por eso le dije: "Lo que yo tenía en mi mente (lo que por siglos lleva enseñando la iglesia católica) no es lo que decía la Biblia de Jesús, ni los cuadros pintados lo expresan así".

Después de estos hechos mi madre recibió la Palabra de Dios y se convirtió al Dios vivo, al Dios de Israel. Yo comencé a leer el Nuevo Testamento para rebatirle su fe y terminé aceptando a Jesús como mi único y perfecto Salvador. Ahora sirvo al Señor Jesús en Su obra. Hay algo que me sorprende dentro de la iglesia católica en relación con los espiritistas. Éstos veneran los mismos muñecos que los católicos, y cuando comienzan una sesión de hechicería se echan agua que dicen ser bendita, y velas que han sido puestas en una iglesia católica, y mandan que hagan misas con un sacerdote. ¿Cuál es la conexión entre los espíritus de las tinieblas y los ritos católicos? No olvidemos que está escrito en la Biblia: "No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos" (Deut. 18:10,11). Si la iglesia católica fuese fiel a la Palabra de Dios, no habría católicos que echan las cartas, rompen males de ojo, consultan bajo la hipnosis o hipnotizan, entre éstos muchos psicólogos, que usando la mal llamada ciencia, como Pablo dice a Timoteo. En otros tiempos en Babilonia y Egipto eran los brujos, magos y hechiceros los que hipnotizaban, pero hoy la falsamente llamada ciencia los llama distinto, sólo les ha cambiado el calificativo, aunque sus prácticas los delatan, pues siguen haciendo lo mismo que hace mil años.

Espero que mi testimonio le sea de ayuda a usted que está, como yo un día, engañado por tradiciones de hombres al margen de la Palabra de Dios. Deseo que pueda vivir y gozar de la salvación que nos ofrece nuestro Dios y Señor. Sigamos el consejo que Pablo le da a Tito: " ... aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, Quien se dio a Sí Mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para Sí un pueblo propio, celoso de buenas obras" (Tito 2:13,14).

La paz sea con todos. SHALOM.

Rafael A. Dorta Herrera