Fue algo trascendental y glorioso

por  Georgina Contreras Andrews

Hermano Daniel, gracias por tu delicadeza de responder pronto a mi mensaje, es el sentir de mi corazón, motivar a mis hermanos que se dedican a trabajar para esta magnánima labor que es testificar de Cristo y es menester animar a quienes lo hacen con verdadero amor.

Hermano en cuanto a mi testimonio, nunca lo he escrito, para mi fue algo trascendental y glorioso, vengo de una familia muy católica, de misas, devociones a María, de amistades con curas, que visitaban la casa de mis padres, con quienes compartíamos cumpleaños, fiestas nacionales, feriados, vacaciones, en fin una vida muy cercana con ellos, en especial los Jesuitas. Con decirte que una vez que crecí, tocaba el órgano para las fiestas de matrimonio, eso era cuando tenía 18 años, por lo que todo lo que rodeaba era católico.

Mis padres rezaban el rosario y visitaban el templo de la virgen de Pompeya todos los Jueves. Por eso para mi fue tan grandioso cuando conocí a Cristo, y esto a mis 36 años, una desilusión tan grande darme cuenta que todo lo que había vivido , mis creencias, mis devociones mis plegarias y todo era mentira, nada era bíblico, una vida creyendo que estaba en lo cierto y de pronto darte cuenta que nada servía para ser salvo.

Mira algo te he adelantado, mi esposo me decía que yo escribiera y que el me ayudaría a ordenar mi testimonio, pues esto es algo, la verdad que fui una hija muy rebelde, y tuve muchas caídas por esto mismo y de todo esto se valió el Señor para llamarme, bueno que tanto, si Él ya me tenía escogida desde antes de la fundación del mundo ¿verdad?

Oye yo fui la primera, luego vinieron al Señor mis hijas y después de mucho resistirse vino mi esposo. Él, muy letrado (es abogado), siempre me discutía y no podía entender lo que yo le compartía, hasta que me dijo, -"mira te voy a comprar una Biblia católica para que te des cuenta de que estás equivocada...". Y bueno, fue de gran ayuda, porque se fue dando cuenta que la cosa no era como él pensaba. Ahora ya camina por la gracia de mi Señor desde el año 1997.

Hermano, recibe ricas bendiciones y hasta una próxima.

En la paz de Cristo, tu hermana del otro lado de la cordillera y sin fronteras,

Georgina

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