“EL TESTIMONIO”
Introducción
Cuando uno está en la presencia de Dios, ve todas las cosas
mucho más claras; Dios me ha tenido en cuenta en sus planes al frustrar
los intentos del enemigo para destruirme cuando tenia solo 3 o 4 años
de vida, ya que el diablo intento ahogarme en una pileta donde me
encontraron flotando, morado, medio muerto. Pero la misericordia de Dios
dijo todo lo contrario... “VIDA”.
De esa manera pude seguir con el camino que me esperaba.
Dentro de todo tuve una infancia feliz, pero el diablo de a poco fue
colocando sus redes en mi vida, ya que recuerdo que siempre me
fascinaban las películas de terror y en especial las referidas a las
brujerías y magia negra. Astutamente fue preparando el camino hacia sus
garras a través de la televisión, la cual es el medio de abastecernos
de todo tipo de mensaje satánico que inconscientemente se va grabando
en nuestro interior.
También
con la ayuda de nuestros familiares que nos llevan a los curanderos
desde chicos, a curar el empacho, el mal de ojos, pata de cabra y otras
yerbas, creyendo que nos hacen algún bien cuando lo único que nos están
haciendo es llenarnos cada vez mas de bichos, o mejor dicho espíritus
inmundos.
Luego
estos espíritus inmundos me hicieron entrar en un mundo de vicios como:
el cigarrillo, el alcohol, las drogas, etc.
El
plan del diablo ya estaba en marcha. Pero ahora me doy cuenta
que antes que ese plan, estaba EL PLAN DE DIOS,
marchando desde el principio de la creación.
Comienza la odisea
Al terminar la secundaria por el año 1987 donde ya traía sobre
mí los vicios, conozco una mujer maravillosa que es ahora mi esposa,
quien fue mi compañera durante este viaje en el reino de las tinieblas.
En enero de 1988 empiezo a trabajar en las bodegas Michel Torino, en el
sector de tesorería, como cadete. En 9 meses fui ascendido a encargado
de tesorería porque según ellos yo tenia mucha capacidad. Hasta ese
momento estaba siendo prosperado económicamente, estaba muy bien; pero
aumentaban mis vicios, ya que el dinero había nublado mi mente.
Comencé a consumir cocaína y mucho alcohol, comenzaba los viernes por
la noche, después los sábados y recién el domingo por la tarde podía
dormir; entonces ahí me arrepentía de todo lo que había hecho y decía
que no lo iba a hacer mas, hasta que llegaba el miércoles y comenzaba
nuevamente esa ansiedad que hacia que deseara llegar al viernes y de
nuevo la misma historia.
De a poco se fue rompiendo mi relación con mis seres queridos, deje de
cursar el cbc (ingreso a la universidad), mi dinero se iba como si fuera
agua, con lo que yo gastaba me podría haber comprado un vehículo cero
km, pero solo pensaba en salir y derrochar mi dinero.
Mi hermano conocía un matrimonio que no podía concebir, entonces
deciden llamar a un brujo, para un día reunirse en su casa a hacer un
trabajo para esta pareja. Al enterarme de lo que iban a hacer, hablo con
mi hermano para poder presenciar el asunto. Cuando veo al brujo comienzo
a interrogarlo, y esta persona me dijo que él era un sacerdote de magia
negra, que su jefe o dios era el mismo Satanás, que su jerarquía era
superior a los pae de umbanda o nación africana, porque él trataba
directamente con el “kia” (Satanás). Lo que más me sorprendió fue
que comenzó a leer la mente de cada persona que estaba en esa habitación;
luego prepara un altar con la imagen de un demonio mujer (inclusive
hasta tiene nombre). Yo comienzo a sentir una sensación de deseo hacia
esa imagen, no podía dejar de mirarla.
El
brujo comienza a hacer el trabajo con esta pareja. Lo que me sorprendió
mucho es que los puso en un rincón de la habitación y con alcohol cerró
un círculo y lo prendió fuego; parecía una película de terror. Mi cuñada,
que estaba presenciando el rito. estaba embarazada de 4 meses, y fue víctima
del rito, ya que todo tiene un precio, un sacrificio, y como animal no
había, este homicida entregó la vida del feto sin que ellos lo
supieran (lo que después de 2 meses le produjo una hidrocefalia y
posteriormente un aborto). Al finalizar el rito esta persona me dice que
Satanás me había elegido como discípulo porque yo tenía algo
especial y me pone una cinta roja en mi tobillo. ¡Que tonto! el diablo
me había puesto el grillete.
A los 3 días, me peleo con mi mamá porque este tipo le dijo que
quitara todas las imágenes católicas (ella también sé hacia tratar
con él). De repente me voy de mi casa, y había algo que no me dejaba
cortar la cinta roja que había puesto en mi tobillo. Entonces en mi
trabajo, le cuento a la muchacha de la cocina lo que me estaba
sucediendo, y ella me dice que me iba a ayudar pero tenia que acompañarla
el 2 de noviembre (día de las almas para los amante de la quimbanda) a
un templo de umbanda que quedaba en Del viso, y el ritual comenzaba a
las 00:00 hs. Acepté la invitación, ya que yo pensaba solamente en
poder sacarme la presencia de ese brujo.
Llegado
el día después de viajar casi 2 horas y 30 minutos, entre colectivo,
tren y de a pie, llegamos a la sucursal del infierno “templo
espirita”. Al pasar la puerta de entrada en el suelo había una vela
prendida, la cual se usaba para dar luz a la "entidad" que
cuidaba la entrada, era obvio que toda falta de luz es oscuridad, toda
falta de bendición es maldición, toda falta de vida es muerte, pero
uno en ese momento no tenía el discernimiento que nos da el Espíritu
Santo. Pero sigamos con el relato. A la derecha había una puerta roja,
donde atrás de esa puerta había unas "entidades" llamadas
todas con un nombre particular, tres entidades denominadas orixa o
santos para los que no conocen las jerarquías y la religión en sí. Ya
se escuchaban los tambores y los cánticos en portugués, el olor a
cigarro de hoja, perfume barato, whisky; y al entrar era un lugar oscuro
alumbrado con unas pocas luces rojas. La temperatura era muy alta y había
muchas personas con trajes blanco y negro, rojo y negro, negro o todo
blanco, y las mujeres con vestidos rojos, blancos y negros; la verdad
parecía un cementerio, o lo era. Me sorprendió la cantidad de
homosexuales y travestis que había.
Toda esta gente que estaba en el medio del salón danzando, fumando y
bebiendo, estaban en trance y unos espíritus inmundos (al cual ellos
llamaban exu y pombagira, que dentro de la jerarquía de las
"entidades" era lo mas bajo que había dentro de lo que a uno
se le permitía recibir), eran los
encargados de hacer el trabajo sucio, hablaban en portuñol, bebían
y fumaban a morir. Lo que mas me sorprendió era que al irse la
"entidad", la persona quedaba lo mas bien. Alguno se acercaban
y me ofrecían una pitada, otro un trago de lo que bebían, hasta que se
acerco uno que me dijo lo que me sucedía con el brujo y que no temiera
porque él lo destruiría, en ese momento me da a comer no se que cosa
porque con la poca luz no veía casi nada, lo que sé es que me dio
mucha arcada y de golpe pude cortar la cinta que el brujo me había
puesto. Y... si, salí de "una" y me metí en "otra
peor". Sentí que yo ya había estado en ese lugar y algo en mi
interior me decía que yo debía iniciarme en ese rito, el espíritu
inmundo ya estaba dentro de mí.
Al mes de haber estado en ese lugar, me decido y voy a iniciarme;
entonces me piden: un frasco de perfume, 7 hierbas (helecho, romero,
etc.), un montón de otras "cositas" y un paño blanco para la
cabeza. Entonces hacen un brebaje; después me cortan un mechón de
cabello del centro de la cabeza, porque dicen que por ahí entra el
santo ( que en realidad de santo no tiene nada) y comienzan a lavarme la
cabeza, luego me atan el paño en la cabeza, me dan la vela prendida y
me quedo dentro de un
cuarto denominado cuarto "santo", donde estaban los
asentamientos de los espíritus o "entidades" (o la cueva de
los leones. Yo sentía en ese momento como una paz interior, una sensación
de sueño, como si estuviera por dormirme.
Siempre que una persona sé esta por iniciar se le hace una jogada de
buzios (juego de caracoles), que es una técnica que se utiliza para
adivinar comunicándose con los espíritus, interpretando las caídas de
los caracoles. Luego de unos rituales, se realiza el lavado de cabeza,
manos y pies, completando de esta manera la iniciación. Esta iniciación
se hace primero en umbanda, ya que no se utiliza sangre, sino hierbas.
Una vez hecho esto, han pasado la
puerta del infierno.
Estuve
concurriendo a las sesiones de umbanda, de orixa y de quimbanda. En esta
ultima recibo la incorporación de un "exu". Sentí como si
alguien muy pesado hubiera caído sobre mí, sentí como si mi cuerpo se
hinchaba como si fuera un patovica y de mi garganta salió un grito
desgarrador. Era la primera vez que era poseído por un demonio, aunque
para ese entonces yo lo único que sabia era que él era un "exu"
que iba a proteger mi vida. Era impresionante como el diablo había cegado
mi mente. Este espíritu bebió, fumo mas o menos 3 cigarros o
habanos y después cuando lo despacharon o despidieron quedé como si me
hubiesen dado un sedante. Con el tiempo este espíritu comenzaría a
llegar mas seguido y a tomar mas control de mis decisiones, ya que no
haría nada que él no me mandase.
Con el tiempo comencé a recibir otros espíritus, como el que decía
que era un africano esclavo. Esos llegaban en las sesiones de
umbanda cuando se tocaba para africanos, porque cada espíritu tiene su
toque de tambor. Ellos son de una jerarquía casi igual a los exu.
Cuando llegan parecen que estuvieran borrachos, son casi y tan
peligrosos como los exu, hay un ritual donde se prueba la veracidad de
esas entidades haciéndolos pasar sobre las brasas; y para probar a los
exu cuando se los asienta o da de comer, algunos en el cementerio y
otros en las encrucijadas, se les hace beber sangre, comer la sangre
podrida de un sacrificio con gusanos, tomar whisky con pólvora, etc.
Es
un horror, pero el diablo los tiene tan cegados que son inducidos a
todas estas cosas.
¡¡ GRACIAS SEÑOR JESÚS, POR HABERME LIBRADO DE
TODO ESTO !!.
Después recibí otro "espíritu específico", que es un
africano viejo, de aspecto encorvado, camina lento y con bastón, le
gusta el vino, chocolate, y otras cosas; son muy zorros y peligrosos en
sus trabajos.
Así estuve casi dos años. Mi vida empezó a tener un cambio y también
mi personalidad, hasta mi madre tenia miedo de decirme algo, por si había
una represalia. Un día conozco una persona que comenta de un libro
llamado “Caballo de Troya” que era una historia de ciencia-ficción
basada en la vida de Jesús de Nazaret. Comencé a leerlo, y fue
como un golpe, me conmovió y comencé a amarlo como si se tratara de mi
mejor amigo, eso produjo que dejara de concurrir a ese templo, por un año.
Pero yo seguía incorporando a las entidades en mi casa. Estuve un
tiempo sin saber que hacer, renuncie a mi trabajo en Michel Torino sin
saber muy bien porqué lo hacia. El gerente me ofreció un puesto en una
financiera, pero yo no acepté y me puse un poli-rubro (kiosko) con mi
hermano. Era de no creer las cosas que el diablo me hizo desperdiciar.
Cuando puse el negocio empezó a andar muy bien, era un éxito. Estaba
siendo nuevamente prosperado, todo marchaba viento en popa, con mis
padres volvía a tener mas comunicación, pero mi adicción a la droga
se volvía a reflotar; el diablo me atacaba por el otro flanco. Hasta
que un día estaba con mi novia y vemos un aviso de una escuela de
umbanda, y ahí decidí visitar ese lugar para adquirir mas experiencia
en el tema, esa seria la ultima estocada del diablo hacia mi vida,
comenzaría mi decadencia.
Ahí conozco a una mujer, ella fue la que me hizo los sacrificios, me
asentó todo el panteón africano, hasta me dió el poder para adivinar
a través de los buzios, llegue a tener una alta jerarquía, hacia todo
tipo de sacrificios, de trabajos tanto para bien como para mal, haciendo
responsable a la persona que me pedía el trabajo para mal; ya que esta
mujer me dejaba para mí los trabajos para mal. Incorporaba todo tipo de
espíritu, bebía alcohol con pólvora, bebí sangre, hice de todo,
estaba a años luz de la presencia de Dios. Esta mujer trataba de
seducirme, mas yo me daba por desentendido. Aquí yo comencé a perder
todo, mi padre enfermó y no tenía trabajo, entonces vendí el fondo de
comercio, para darle dinero a mi padre hasta que se jubilara y porque
había comenzado a llevarme mal con mi madre y mis hermanos, ya no quería
mas la sociedad con mi hermano. Me sobraron $2.000 que me los gaste en
las cosas para el sacrificio (¡¡ que locura SEÑOR !!). Ya no tenía nada.
Después mi padre cobra una indemnización y compra un automóvil para
trabajar de Remis, al mes se lo roban, entonces yo ahí decido alejarme.
Luego mi padre me compra una camioneta para que yo trabaje con ella. El
diablo enfurecido toca a lo que yo mas quería, a mi padre; le agarra un
ataque cerebro vascular, donde queda postrado en la cama, yo desesperado
recurro a "la mujer" para que hiciese algo para su salud, pero
el se me muere, sentí que había quedado vacío, perdí todo, porque yo
vivía para él, porque yo no lo consideraba mi padre sino mi mejor
amigo, y es el día de hoy que estoy arrepentido de no haber conocido
antes a Cristo, ya que si así hubiese sido el seria un siervo de Dios.
Bueno pero así se dieron las cosas.
A todo esto mi hermano había salido
de garante para el alquiler de un local para hacer
el templo, y al no pagarse el alquiler empezaron a llover las cartas
documentos, tuve que vender la camioneta, para pagar los alquileres y
para darle el resto de dinero a mi hermana para el funeral de mi
viejito.
Mi vida era un desastre, conseguí un trabajo en OCA (empresa de Correo
Privado), y eso me ayudo a zafar, pero mi vida era una calamidad, nada
tenia sentido, mi mejor compañía era un buen gramo y un fasito
(cigarrillo de marihuana), así y todo seguía teniendo deuda con la
inmobiliaria, quedaba una deuda de $6.000, y seguían lloviendo las
cartas documento. Todo esto se parece mucho al libro de 2º Reyes, donde
a pesar de todo lo que les sucedía al pueblo judío, siempre el Señor
en su misericordia les tiraba una soga.
Entonces mi vida comenzó a ser un infierno, ya que no volví mas
al templo, entonces sobrevino sobre mi un espíritu de desgano, ya que
ir a trabajar era un suplicio, un espíritu de terror, porque el
fundamento decía que todo aquel que deje de atender a los orixas
comenzaría a morirse, todos los caminos serian cortados, me dejarían
en la ruina. Que tonto es pensar que fuera de DIOS sería bendecido,
pero esa era la misión del espíritu de terror, comenzaba a entrar en
depresión, estaba a un paso del suicidio, ya que más de una vez lo
pensé. Yo creo que mi vida hubiese sido distinta sino hubiese ido a ese
lugar la primera vez, si no me hubiese dejado engañar por sus poderes
demoníacos. Porque cuando uno va a consultar a uno de estos títeres
(porque el diablo los usa) y le dicen que te va a suceder tal cosa, no
es así, sino que los demonios se encargaran de hacer que estas cosas se
cumplan, para que entremos como corderos al matadero. Ya que el diablo
es un buen imitador, y no un creador.
Me gustaría que quede bien claro que en todo ese tiempo que yo estuve
en esta prisión, en ningún momento pensé que estaba sirviendo al
mismo Satanás, sino todo lo contrario. Creía que era una manera de
estar mas cerca de Dios, a través del servicio a los orixas. Nunca pensé
que estas entidades eran espíritus inmundos, mas bien fuerzas de la
naturaleza, con los cuales teníamos la posibilidad de hacer tanto el
bien como el mal. Jamás lucre con esto, sino todo lo contrario, las
cosas que hacia por mi cuenta las hacía gratis, cosa que para ellos está
muy mal.
Hasta que
Dios decidió revelarme la verdad.
El
gran Rescate
Entonces mi clamor llega hasta
DIOS, y el envió a su siervo Hugo. Él comenzó a hablarme de Jesús, lo hacia con una seguridad, con una fuerza que llegué a
querer lo mismo que él tenia. Me promete una Biblia, yo estaba tan
ansioso, no podía esperar a que me la traiga. Hasta que llego el
momento, no podía parar de leerla, algo en mi corazón se había
encendido, lo más sorprendente fue que desde que empecé a leer Génesis
1:1 comencé a creer todo lo que estaba leyendo, y cuando llegue
al Deuteronomio 5:7-9:
“No
tendrás dioses
ajenos delante de mí.”
“No harás para ti escultura, ni imagen
alguna
de cosa que está arriba en los cielos,
ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo
de
la tierra.”
“No te inclinarás a ellas ni las servirás;
porque
yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres
sobre
los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen”
Me
quise morir, porque me di cuenta que había sido una abominación para
DIOS todo ese tiempo que estuve metido en esos lugares, ya que estábamos
continuamente adorando y dando alabanza y gloria a una imagen (idolatría).
Lo mismo sucedió cuando leí en Levítico 17:10,12,14:
“Sí
cualquier varón de la casa de Israel, o
de los extranjeros que moran entre ellos,
comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra
la persona que comiere sangre,
y la cortaré de entre su pueblo.”
“Por
tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna
persona de vosotros comerá
sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros
comeréis sangre.”
“Porque
la vida de toda carne es su sangre;
por tanto, he dicho a los hijos de
Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne,
porque la vida de toda carne es su
sangre; cualquiera
que la comiere será cortado.”
Algo
me traspasó el corazón, pensé que DIOS no me perdonaría nunca. Ahí
comencé a entender el porqué de las calamidades que me sucedían.
Entonces le pregunte a Hugo que era lo que debía hacer, él me dijo que
primero tenía que arrepentirme,
romper y quemar todo; no se imaginan la lucha que tuve. Hugo se ofreció a
hacerlo por mí, mas yo sentí que debía hacerlo
yo para demostrarle a DIOS que estaba dispuesto a empezar con el
cambio de actitud y con la ayuda de sus oraciones lo pude hacer. El me
invita a un culto en su congregación y acepté. Cuando entré me quise
morir, ya que pensaba que estaban todos locos, tarados, etc. Pero al
escuchar la predica sentí como si me hablara a mí. Entonces el pastor
invita a los presentes a abrir su corazón a Jesús parándose; yo sentía
que me tenia que parar, pero decido probar si esto era para mi vida y
digo dentro de mí, que si esto era para mi, antes se tenia que para una
persona, y fue así; pero no me alcanzó, entonces triplico mi apuesta y
pido tres mas y de golpe la gente se empezó a parar, y en ese momento
salí despedido como un resorte. Después de eso hice con Hugo la oración
de fe y recibí a Jesús como mi salvador personal, sentí que mi corazón
latía a mil, y de golpe me inundó
una alegría enorme, fue algo
inolvidable, después de tanto tiempo me volví a sentir vivo.
Automáticamente
desde ese día dejé de consumir drogas, tenía muchas ganas de vivir,
ese vacío que sentía en mi interior (ansiedad) fue lleno por el Espíritu
Santo. Era como si en mi corazón de tinieblas se hubiese hecho la luz,
como en el Génesis. Desde ese momento mi hambre por DIOS era muy
grande como si quisiera recuperar todo ese tiempo que perdí trabajando
para Satanás.
Después de un tiempo, Hugo que asistía a los seminarios del INDAP, me
comenta del “Ministerio Presencia de Dios”. Le pregunto si debía
buscar una iglesia más cercana a mi hogar y él me dice que DIOS me lo
iba a hacer saber, entonces siento ganas de ir a conocer, y una noche me
decido a ir. Iba con mi esposa viajando en el subte, ya que ella iba a
visitar a su padre que estaba internado en el Sanatorio Antártida, y al
llegar a la puerta de la iglesia algo dentro de mí me decía que no
entre, que me fuera porque la gente me iba a aborrecer, y me fui hasta
el sanatorio con ella. Llegado allí le pido las llaves de casa a mi
esposa, ella las busca en sus dos únicos bolsillos y no las encuentra.
Entonces, como no me quería quedar en la calle solo, junto fuerzas y
vuelvo a la iglesia, pero esta vez entro. Escucho la predica y siento
como que yo me debía quedar en ese lugar. Al terminar el culto salgo a
la calle y cuando llego a la esquina de Beauchef siento como si alguien me hubiese acariciado la cabeza, entonces me paro y
miro para los costados, arriba y no veo nada, fue como un viento y de golpe
sentí un gran gozo, mi corazón comenzó a latir cada vez mas fuerte.
Comencé a correr hasta llegar a mi casa y cuando llego me encuentro con
mi esposa que también estaba llegando; me dice que apenas que me fui,
metió de nuevo su mano en el bolsillo y encontró la llave. El Señor
había escondido la llave para que yo volviese, ahí sentí que DIOS me
quería en ese lugar.
Le cuento a Hugo la experiencia que tuve y él me recordó que DIOS me
mostraría si debía o no buscar otra congregación. Entonces un día
que había un seminario de sanidad interior en el ministerio, yo siento
la necesidad de llamar a Hugo a su casa, me atiende su hijo y me dice
que él estaba en la iglesia. Entonces deduje que estaba en la iglesia
“Presencia de DIOS” y me voy para allá, cuando estoy por entrar, de
nuevo esa voz que me dice: "-No entres, porque te van a mirar
como a un desconocido". Junto valor y entro, Hugo me ve y
me lleva a ver al pastor Bernardo, le digo mi nombre y resumidamente que
venia de un templo africanista. El me pregunta si me quería ministrar
en sanidad interior; no me lo dejó pensar y le dije que sí. Entonces
me llevo con Gustavo que también había salido de la umbanda y otros
dos hermanos más.
Mientras
me hacían las preguntas iba todo bien, pero cuando comienzan a
reprender sentí como que tenia que matarlos a golpes, y lo hubiese
hecho sino fuera que sentía como si
mis manos y piernas estuvieran atados; de golpe siento la presencia
del "espíritu" que yo portaba y ahí perdí toda noción de
lo que sucedía. Después me entere que ese demonio se había
manifestado.
Terminada
la ministración sentí como si un gran peso hubiera salido de mí, como
un gran fuego dentro de mí, era de nuevo el Espíritu Santo. Al mes
decidí bautizarme, desde
ese momento fueron bendiciones tras bendiciones.
Hace mas de un año que deje de fumar, en mayo del 98
leí lo que decía Mateo 7:7-11:
"Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.”
“Porque todo aquel
que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá”
“¿Qué hombre hay de vosotros, que sí su hijo le
pide pan, le dará una piedra?”
“¿O si le pide un pescado, le dará una
serpiente?”
“Pues
si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más
vuestro
Padre
que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
Decidí probar al Señor para que me haga dejar de fumar y le pedí a
Dios en oración en el nombre de Jesús, y al mes me fue hecho el
milagro. De golpe un día cuando del paquete de cigarrillos, me estaba
por fumar él ultimo, Jesús me dice que probara cuanto tiempo podía
estar sin fumar. No se como pero cada vez que me agarraban ganas de
fumar enseguida venia a mí esa fuerza de voluntad que me hacia olvidar
y se me pasaba la ansiedad, es el día de hoy que no fumo y no tengo
ganas de volver a hacerlo.
Me ha dado enseñanza por medio de la Biblia y los
pastores, hasta a bendecido a los que me rodean, como a mi abuela que es
católica, a la que le predique el evangelio y aceptó a Cristo; luego
oré por su dolor de cintura ya que era tanto el dolor que caminaba
encorvada, y a los 15 min. su dolor se le paso. Mi madre también aceptó
a Cristo. Mi hermana era una persona a la que no se le podía hablar del
evangelio, pero Dios puso en mi corazón que debía llevar su mensaje a
ella, mas yo no sabía como. ÉL
me dijo que no sería con mis fuerzas sino con su poder, y el
domingo 20 de julio del 99 cuando estábamos comiendo en su casa comencé
a hablar con ella, era una maquina de hablar no se de donde salían
todas las palabras. No acepto a Cristo pero se quebrantó, y comenzó a
llorar.
A mi abuelo que mora en el campo y vive de lo que
produce, le he bendecido en el nombre de Jesús el fruto de su tierra y
de su ganado, el año pasado tuvo un año rentable.
Donde tengo la oportunidad, doy testimonio, y hoy en día
me siento mas comprometido que nunca con la visión del ministerio, eso
no le debe gustar mucho al diablo, ya que dos por tres me tira sus
zarpazos, pero es mas fuerte el
que vive en mi, que el que está en el mundo.
Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece. De la deuda
de la inmobiliaria nunca supe mas nada, ya que la puse en las manos del
Señor.
Mi consejo para todos los que están metidos en ese
infierno y creen que no hay una salida; eso
es una de las tan grandes mentiras del maligno. Porque hay una
puerta de salida del infierno, que a su vez es la puerta de entrada a la
presencia de DIOS, esa puerta se llama JESUS,
porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. El Camino, porque es el
camino de salida de ese infierno. La Verdad, porque toda mentira del
diablo, de que nos moriremos si nos alejamos de ellos, etc., sé
desbarata con la Verdad que es la palabra de DIOS. La Vida, porque JESÚS
nos promete vida en abundancia y no muerte como ellos.
La llave de tu LIBERTAD
Por eso mi consejo, si quieres escaparte de ese
infierno y de otros mas como ser
prisionero de drogas, alcohol, etc. Entrégale
tu corazón a JESÚS, y deja que su Espíritu Santo haga la obra en
tu vida; por mas que te digan todo lo contrario, no te dejes engañar,
porque el diablo quiere cegar tu entendimiento para cortar tu comunión
con DIOS, para robarte la bendición de Él para vos. Si te pasa como a
mí, que comencé leyendo una Biblia, hazlo creyendo todo lo que en ella
esta escrito, ya que los autores fueron
inspirados por DIOS. Y verás que todo en tu vida comienza a
cambiar; si era muerte, será vida y vida eterna, ya que la palabra en
Juan 3:16 así lo dice:
“Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Si
piensas que Él no puede perdonarte, no es así, por mas que el diablo
quiera convencerte que es así, nadie puede condenarte; JESÚS
dice:
“El que este libre de pecado que arroje la primera
piedra. Ni yo te condeno, vete y no peques mas”
Lo único que tienes que hacer es arrepentirte y abrir
tu corazón para recibir a JESÚS
como
tu Salvador y Señor, y como si esto fuera poco en Juan 1:12 dice que
esto nos da el derecho de ser hijos
de DIOS:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser
hechos hijos de Dios”
Entonces, ¿qué padre permitiría que uno de sus hijos
fuera dañado?
Cuanto menos, si tu papá es DIOS, nadie podrá dañarte.
Si decidiste dejar de padecer o servir al mismo Satanás,
te invito a que hagas la siguiente oración, con todo tu corazón
dispuesto:
Señor,
gracias por tu amor hacia mí.
Sé que soy pecador y necesito tu perdón.
Creo que JESÚS murió por mis pecados.
Estoy dispuesto a apartarme del pecado.
Deseo pedir a JESÚS que entre en mi corazón
y aceptarle como Salvador.
Deseo, por tu gracia, seguir y obedecer a JESÚS
como el Señor de mi vida.
AMEN.
Que
Dios te bendiga
Carlos
Miranda
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