¿
Cuál es la verdadera Iglesia de Cristo ? Pastor Carlos Garabaya |
"Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.." 1° Corintios 3:11 Uno
de los principales logros de la Reforma Protestante fue haber puesto la
Biblia en manos de la gente para que fuera libremente estudiada e
interpretada a la luz del Espíritu Santo. Esta "libre
interpretación"
de las Escrituras trajo también sus matices debido a los diferentes intérpretes,
sin embargo, toda discusión teológica debe tener como autoridad rectora
a la Revelación Divina que ha sido escrita por los hombres que fueron
inspirados por Dios. La Biblia es la palabra final en toda revelación
divina y a ella debe someterse todo juicio humano. El
apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu de Dios, nos dice, de manera
dogmática:
-
Que hay un fundamento para la iglesia que ya ha sido puesto:
JESUCRISTO.
-
Que nadie puede poner otro fundamento en lugar de Jesucristo. El fundamento de la iglesia es Cristo y solo Cristo. La Biblia, la Palabra de Dios, no acepta otro fundamento en su reemplazo. Querer fundar una iglesia aparte de Cristo es luchar contra la voluntad de Dios. En estos tiempos de tanta diversidad de ministerios, organizaciones, comunidades y empresas religiosas, es necesario que tengamos bien abiertos los ojos de nuestra fe para evitar ser confundidos o engañados. Nos preguntamos: ¿Cuál es la verdadera iglesia? ¿Es la Iglesia Católica Romana? ¿Es la iglesia Ortodoxa? ¿Es la iglesia evangélica? ¿Cómo podemos conocer a la verdadera iglesia? Nosotros creemos que la verdadera iglesia es aquella QUE TIENE SU FUNDAMENTO EN JESUCRISTO:
"Nadie
puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo"
Charles
Haddon Spurgeon, el predicador inglés del siglo 19, nos dice: "Una
comunidad, congregación, jerarquía, secta o corporación, puede llamarse
a sí misma "iglesia", pero si no está edificada sobre Cristo
no es una iglesia de Cristo. No importa cuán grande sea en números, ni
cuán poderosa económicamente, ni cuán sabia; no es la iglesia de Cristo
si no está edificada sobre Cristo". La
verdadera iglesia es aquella que pone a Jesucristo siempre en el primer
lugar. Nuestro
lema debe ser "primero
Cristo".
Él debe seguir siendo el "primogénito
de sus hermanos".
Primero el Señor. Que todo proclame su gloria. Él es la cabeza del
cuerpo. La predicación debe tener en Cristo a su personaje central. Todo
el mensaje del evangelio debe girar en torno a Cristo. Él es el astro rey
de nuestro sistema teológico. Antiguo y Nuevo Testamento deben mirar a
Cristo. Si la iglesia es verdaderamente una iglesia cristiana, los
presentes vendrán a encontrarse con Cristo. La persona del Salvador estará
presente en nuestro llamado a los pecadores perdidos. Su muerte en la cruz
será proclamada como la prueba más maravillosa del amor del Padre por
todos nosotros. Como Pablo nosotros anunciaremos a Cristo y a este
crucificado. Hablaremos de la misericordia del Salvador, de cómo sanaba y
sana a los enfermos, de su gran poder ante las fuerzas del diablo, de su
cuidado y provisión en todas nuestras necesidades. "Primero
Cristo"
es el lema de una iglesia verdaderamente cristiana. La
verdadera iglesia es reconocible pues se parece a Cristo.
Los arqueólogos determinan las medidas y formas de un edificio que ha caído
bajo la acción demoledora del tiempo. Estudiando los cimientos, ellos
llegan a reconstruir todo el edificio proyectando las líneas estéticas a
partir del fundamento, es decir, de los cimientos. Usted puede conocer una
iglesia verdadera inspeccionando sus cimientos. ¿Es Cristo el fundamento?
Entonces quienes están reunidos aquí son cristianos. ¿Se obedece a
Cristo? ¿Se recuerdan sus palabras? ¿Se le imita en su carácter? Los
miembros de nuestra congregación: ¿Miran como Cristo? ¿Caminan como
Cristo? ¿Piensan, hablan, actúan, como Cristo? La
verdadera iglesia descansa en Cristo, su fundamento. No
será conmovida cuando vengan las tormentas y soplen los fuertes vientos
de las falsas doctrinas. Como en la parábola de Jesús, ella será
edificada sobre la roca y no sobre la arena de la duda. Nuestra doctrina
debe apoyarse, sustentarse, en Cristo. Una iglesia edificada sobre
Jesucristo soportará los embates de la ciencia moderna, las nuevas
filosofías, el psico-evangelio, las nuevas sectas, el espiritualismo y
demás falsificaciones de la verdadera fe. La
verdadera iglesia de Cristo no está fundada en ceremonias o ritos. El
Señor nos dejó ordenanzas que debemos cumplir y en las cuales debe
gozarse nuestra alma. El Bautismo y la Eucaristía son para nosotros
ceremonias vivas, donde el Espíritu Santo se hace presente para
recordarnos la obra de nuestro Señor y Salvador; y nuestros corazones
meditan y reviven en ellas, momentos sumamente solemnes para nuestra fe.
Sin embargo, una iglesia no puede estar edificada sobre el fundamento de
las ceremonias y ritos religiosos. Ya hay un fundamento para la fe y "nadie
puede poner otro fundamento".
No creemos en el poder salvador del sacerdote, del agua bendita, de las
penitencias. No creemos en la virtud perdonadora del confesionario, ni en
las bendiciones otorgadas por una iglesia. Nuestra fe se funda SOLO EN
JESUCRISTO. La
verdadera iglesia no esta fundada en el compañerismo cristiano. Creemos
absolutamente en el amor de hermanos y en la poderosa bendición que viene
de ello (Salmo 133), pero creer que formamos parte del cuerpo de Cristo
porque hemos constituido una maravillosa asociación de amistades es un
gran error. La iglesia de Cristo está unida por los lazos de amor de su
Salvador. Nos congregamos porque amamos a Cristo en primer lugar y porque
amamos a Cristo, aprendemos cada día a amarnos unos a otros. La
verdadera iglesia no esta fundada en la obediencia ciega a un maestro
religioso. Las
ovejas conocen la voz del Pastor y lo siguen. El verdadero cristiano
conoce la voz de Cristo, el Pastor y Obispo de su alma, y a él sigue. La
autoridad de los pastores terrenales está supeditada a la sujeción que
ellos tengan respecto de Cristo. Seguiremos al siervo de Dios en la medida
en que él siga a Cristo. Lo acompañaremos y apoyaremos su tarea cuando
veamos que él recibe sus instrucciones del Señor y Cabeza de la iglesia.
No somos cristianos por seguir las enseñanzas de Lutero, no somos hijos
de Dios porque hemos recibido el evangelio de Calvino, SOMOS CRISTIANOS
PORQUE NUESTRAS VIDAS TIENEN SU FUNDAMENTO EN JESUCRISTO:
"Y
en ningún otro hay salvación ; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos."
Es
Jesucristo, entonces, nuestro fundamento. Que todo lo que pensemos, que
todo aquello que constituya nuestra razón e inteligencia, esté teñido
de Cristo. Que todo lo que sintamos, esté teñido de Cristo. Que nuestras
alegrías y tristezas, que nuestros afectos, sean los mismos que anidan en
el corazón de nuestro Maestro. Y que nuestros hechos tengan una razón
que los impulsa: la voluntad de Cristo. ¡CRISTO Y SOLO CRISTO. CRISTO EN NUESTRAS MENTES, EN NUESTROS CORAZONES Y EN NUESTROS HECHOS. CRISTO, EL SUSTENTO DE NUESTRAS ALMAS! Estamos seguros, vivimos en completa paz, porque Cristo es nuestro fundamento. La iglesia sigue su marcha victoriosa. Su Capitán la guía. Los vientos y las tormentas de la herejía no podrán derrumbarla. Él es la Roca de nuestra Salvación. ¡Aleluya! El fundamento ya ha sido puesto por el Padre. ¡Vivamos confiados siempre! ¡Amén!
Pastor Carlos Garabaya
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
Apologética Cristiana - ® desde Junio 2000
www.conocereislaverdad.org