Cuando
Cristo llega al Hogar Pastor Carlos Garabaya |
"Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.". (Lucas 19:5)
"Señor en
esta noche, pensamos en nuestros hogares. Pensamos en aquellos con los cuales pasamos la
mayor parte de nuestro tiempo, pensamos en aquellos con los cuales convivimos, pensamos en
aquellos a los que amamos con todo nuestro corazón. Pensamos en ellos, Señor, con
esperanza y con fe, sabiendo que tu tienes un plan para bendecirles. Pensamos Señor en el
estado Cuando Jesús llega al hogar, algo sucede. Cuando nuestra visita es Jesucristo, todo cambia. Las palabras de Jesús, el amor de Jesús, el tremendo poder que irradia Jesús, al entrar en nuestras casa, la bendice y transforma. Esto es lo que sucedió con Zaqueo, aquel recaudador de impuestos y usurero que, siendo judío, servía al imperio romano. Este hombre de corazón duro, avaro y sin escrúpulos, fue alcanzado por el amor del Salvador y desde aquel día, todo cambió para él. Escuchemos ahora sus palabras. Son las palabras de un hombre verdaderamente arrepentido: " Entonces Zaqueo, puesto en pie dijo al Señor: He aquí Señor la mitad de mis bienes doy a los pobres y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado".
¿Qué hizo Zaqueo al ver su pecado? Dio la mitad de lo que tenía, pues su fortuna había sido hecha con el hambre y la opresión de sus "hermanos" judíos. Cuando Dios llega al corazón del hombre, éste percibe su verdadera condición espiritual. Se da cuenta que ha vivido egoístamente, y que ha tenido en menos a su prójimo. Éste es uno de nuestros pecados mas grandes. Nos elevamos por sobre los demás, menospreciándolos, olvidamos que somos hermanos, que Dios nos ha puesto para compartir la vida y ayudarnos mutuamente. Zaqueo no conocía la palabra "solidaridad". Él se amaba a sí mismo, olvidaba que Dios era el Señor de su vida. Que en las manos de Dios estaba su salud, su tiempo, su dinero. Ahora bien, para que un hombre como Zaqueo tome tal decisión, tiene que haber sido tocado por un amor y un poder muy grandes. ¡Ése es el poder y el amor de Jesús! Cuando el Señor llega a un corazón, ese corazón es derretido. Observe lo que dice nuestro texto de hoy: "...y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado" . ¿Cuánto está dispuesto a devolver? ¡Cuadruplicado! ¡Ah, qué maravilla, que milagro! ¿Jesús le convenció de su pecado! Jesús le convenció, de que todo este dinero que él había amasado ilegalmente, en usura, tenía que ser entregado a los pobres. ¿No es esto un verdadero milagro? ¿No es un milagro que un hombre se confiese pecador, se arrepienta de sus pecados y determine un nuevo camino para su vida? ¡Oh, gloria a Dios por Jesucristo! Zaqueo, entonces, hizo restitución de su robo a cada uno. ¡Hay poder en Cristo! Y Él, esta noche, puede entrar en tu corazón y también en tu hogar, y si Él entra, amigo, tus ojos verán cosas grandes y maravillosas. Tú dices: -"Es imposible que Jesús pueda convencer a mi esposa..." "Es imposible que Jesús pueda convencer a mi esposo..." Pero si Jesús pudo convencer a Zaqueo, que entregara la mitad de sus bienes y devolviera cuadruplicado lo que había robado, ¿te parece que no podrá convencer a tu esposa, a tu esposo, o a tu hijo de que necesitan un cambio para sus vidas? ¿Podrá hacer cambios en tu hogar Jesucristo? Cuando Cristo
llega al hogar, todo es transformado.
Esta célula
primaria de la sociedad humana, fue creada DIOS.
¿Cuál es la situación actual de la familia? En nuestros días las encuestas nos dan índices altísimos de divorcios, de problemas familiares, de delincuencia juvenil, de chicos que no quieren estudiar, que no quieren capacitarse, de vagos que andan sueltos, y una agresividad muy grande. ¿Sabe lo que dicen los sociólogos? Hablan de un re-acomodamiento familiar. Matrimonios legales e "ilegales". Nuevas formas aparecen: "los juntaos", "los arrimaos", los "matrimonios" de un mismo sexo, etc. Las formas familiares van cambiando (según ellos). ¿Qué es el bien y qué, el mal? Todo es relativo. Todos tenemos razón. Todos podemos dar vida a nuestros dioses. Dios puede ser todo y no ser nada. Bajo ésta "claridad" de conceptos y de principios se está fundando la sociedad del tercer milenio... Nosotros sabemos que no hay educación ni esfuerzo humano que pueda brindar al hombre una nueva vida. Las nuevas comunidades caerán en los mismos errores que las anteriores. La Biblia nos enseña que lo moralmente bueno no pertenece al hombre, sino a Dios. La familia debe volver a Dios. El Hombre debe volver a Dios. Debe establecer principios de convivencia bíblicos, normas que salgan del corazón del Creador. Quien pensó el universo, quién diseñó el corazón y el alma humanos; ¿no sabrá cómo hemos de vivir? ¿no sabrá aconsejar a sus criaturas? Pero, volvamos a
nuestra historia. ¡Sí!, cuando Cristo llega al hogar, todo cambia. Cuando Cristo llega al hogar, todo es transformado. Sin Él, no hay elección posible. Sin Cristo no puedes dejar los vicios, ni el pecado, ni la forma de vida equivocada. Aunque te lo propongas y digas: "Yo sé que mañana la cosa cambiará...", pero mañana tu carne te dirá que eres débil y que es imposible. Pero con Cristo TODO ES POSIBLE. Él nos ofrece otra clase de vida. ¿Qué es
entonces lo necesario... ¡¡Qué Cristo entre en tu casa!! ¡¡Qué Cristo entre en tu
hogar!! ¡¡Qué Cristo entre en tu corazón!! Porque sin Cristo es imposible la felicidad
para el hombre.
Ahora señalaré brevemente, 3 cosas que ocurren cuando Cristo entra al hogar:
¿Qué cambia, entonces, cuándo Jesucristo entra al hogar? LAS PRIORIDADES EN LA VIDA.
¡Hermano..! ¡Cristo cambia nuestros sentimientos! ¡El odio se va, la blasfemia se va, los gritos se van, las raíces de amargura son arrancadas por el poder de Dios!! Ahora hay amor, ahora hay verdadero amor.
Cristo te cambia por fuera y por dentro. Hermano, esto ha
ocurrido contigo. Cuando Cristo entra al hogar todo es transformado. La vida se vuelve un
desafío glorioso de superación y de servicio. La actitud de un verdadero cristiano es la
de un conquistador de vida. ¿Qué hace el hombre ahora que tiene a Cristo? Tiene metas
más altas que las que tenía antes en su egoísmo. Antes quería ser el más rico de la
cuadra para que los demás se admiraran de él y le tuvieran envidia. Ahora tiene metas
mayores. Tiene metas de superación, para crecer y ser mejor, cada día. ¿Para qué? Para
servir. Quiere más para dar más. "Señor, yo quiero que vengas a mi hogar".
¡Amigo! La palabra de Jesús a Zaqueo fue: "Es necesario que entre hoy en tu casa" ¿No le invitarás hoy mismo? Es necesario que Jesús entre a tu hogar, y todo lo llene de bendición. Yo quisiera guiarte ahora a extender esta invitación al Salvador. Lo primero que debes hacer es reconocer tu pecado. Sí, decirle a Él que eres un pecador. Que te equivocaste de camino. Que te alejaste de Él cuando te llamaba. Que viviste en ignorancia todos estos años, pero que ahora comprendes tu situación realmente. Dile a Jesús que eres pecador. Luego será necesario pedirle perdón. Él quiere perdonarte. Él está dispuesto a entrar en tu corazón y en tu casa. Finalmente, pídele que te salve de la condenación y la muerte. Deposita tu fe en Jesús.
"CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO Y SERÁS SALVO, TU Y TU CASA"
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
Apologética Cristiana - ® desde Junio 2000
http://www.conocereislaverdad.org