IMPORTANTE
Este
escrito
debe leerse como ANEXO de la página
Conoceréis la Verdad - La Taxa Camarae
Del comentario que hace a Tito 1,7 (“el obispo...
no debe ser amante de ganancias deshonestas”) traducimos lo que toca
a las listas de precios que estamos investigando [entre
corchetes nuestras aclaraciones]:
"En
muchos casos, en sí mismos y eventualmente lícitos, e incluso
necesarios, en los que se requiere una dispensa, sucede que si no se
paga no se dispensa, de tal modo que si no ofreces algo o pagas
algo, te quedas para siempre sin dispensa. Más vergonzoso resulta el
que ésos mismos [eclesiásticos]
conmuten tan a menudo la disciplina que, para los pecados públicos y
muy graves, han impuesto los cánones de los Padres
[de los concilios de la Iglesia],
a cambio de una redención pecuniaria con título de dispensa. Y como
si, al revés que aquéllos [Padres
antiguos], prefiriesen estos
[clérigos]
la lana de las oveja y
el dinero a la penitencia y la salvación, negocian por dinero la
inmunidad frente al rigor de la Iglesia en imponer penitencias y
satisfacciones. ¿Y qué decir ante
el hecho de que, en virtud del mismo dinero, legitiman a los hijos
ilícitamente concebidos y nacidos de una unión reprobable y una
ilícita cohabitación, contra lo dispuesto por Dios, la Iglesia y las
leyes, los hacen idóneos para el goce de todo estado y dignidad y a
veces habilitan a los ilegítimos y los admiten a la misma sucesión
que a los legítimos? […]
Lo más torpe es que
[algunos obispos] también
consienten que éstos [sacerdotes]
cohabiten con concubinas, queridas y mujerzuelas y que procreen
hijos, una vez que han recibido de ellos – y hasta, en algún sitio,
de los continentes – un censo anual determinado; “que
[el clérigo] la tenga
- dicen- si quiere”. ¿Y cuántas veces, por el contrario, alguno de
éstos, siendo tantos los que obran así, es hoy castigado? Esos
escándalos fueron recogidos por doquier en los Gravámenes
Germánicos:
1. 2. 5. 8. 67. 74. 75. 84. 91.
95; esos vergonzosos lucros, digo, habrían sido inventados por odio
al Romano Pontífice, si no fuera por lo que dice y lamenta aquél
libro -que se sienta en su negocio como una
prostituta en busca de su salario
impreso pública y abiertamente aquí
[¿Francia? ¿París?],
y hoy como ayer puesto a la venta, titulado Tasa de la Cámara o
Cancillería Apostólica, en el que se puede aprender más de
crímenes que en todos los sumistas y sumarios de todos los vicios.
A
cambio de dinero se ofrece a muchos la licencia, a todos la
absolución. Evito dar detalles, pues, como dice no sé quien: hay
que temer a las palabras casi por su mismo sonido.
Es sorprendente que en estos
tiempos, con este cisma, no haya sido suprimida semejante lista de
tantos, tan repugnantes y tan horrendos crímenes, hasta tal punto
infame, que no creo que en Alemania, en Suiza o en cualquier otro
lugar que se haya apartado de la fe romana esté expuesta a la venta
una obra con mayor escándalo que ésta. Y, sin embargo, de tal modo
no es suprimida por los cómplices de la Iglesia romana, que se
renuevan y confirman las licencias e impunidades de tantas y tales
fechorías, en las facultades de los legados [de la Iglesia de
Roma] que de allí llegan aquí
[Francia]
de restituir frente a cualquier fatalidad (si place a Dios) y
también a cualesquiera hijos ilegítimos, mánceres, bastardos frutos
de uniones, etc. junto con los que se han manchado por el adulterio,
de forma que puedan casarse; asimismo a los perjuros, simoníacos,
falsarios, raptores, usureros, cismáticos, herejes reconciliados, no
sólo de absolverlos, sino incluso de dispensarles de todo, cuánto y
cómo haga falta para recibir órdenes, honores, dignidades y
beneficios; también a los homicidas –casuales o involuntarios, pero
ni siquiera a los voluntarios excluye la Tasa arriba
mencionada–, presbitericidas, parricidas, matricidas, fratricidas,
sororicidas, uxoricidas, infanticidas, envenenadoras, encantadoras,
concubinarios, adúlteros, incestos con afines o consanguíneos y, por
fin, contra natura, con bestias, etc. Que de una vez tenga pudor
Roma y deje de prostituir toda clase de catálogos criminales de tan
baja estirpe." |
Concluyo exponiendo la
interpretación que alguien del sitio católico Apologética.org hiciera del texto de Claude D'Espence (negritas
añadidas)
Para que el lector tenga una idea de nuestro
parecer en torno al texto de D'Espence, y basados en todos los datos
que sucintamente hemos indicado aquí, permítasenos exponer las ideas
de D'Espence en un texto de nuestra producción, que resumiría el
mensaje de modo más inteligible para nuestros días:
“Constatamos a diario
-diría D’Espence- los abusos de
tantos clérigos, que por dinero son capaces de vender su alma al
diablo. Esta triste situación ha sido tomada por los enemigos de la
Iglesia como caballito de batalla, para nuestro escándalo y afrenta.
Y mientras estos aprovechan las horribles listas de precios de la
curia para reírse de nosotros y afianzarse en su posición, los
legados curiales que vienen desde Roma siguen echando mano, como si
nada, a este repugnante sistema de catálogos criminales, cuyas bulas
de remisión continúan vendiendo a diestra y siniestra, oportuna e
inoportunamente, ahondando así la afrenta de toda la Iglesia. ¡Tenga
ya Roma piedad y deje de emitir semejantes catálogos que no sirven
sino para relajar la saludable disciplina de la Iglesia y para
incentivar la avaricia del sinfín de legados y sus satélites,
acrecentando así el cisma que ya se ha llevado tantos discípulos
tras de sí”.
Nos parece que esta interpretación -habida cuenta
que se trata de una ficción literaria- tiene en cuenta todos
los datos que hoy en día son punto firme en el estudio de esta
cuestión [1].
Basten estas observaciones para concluir que
D’Espence no “afirma positivamente” que “la Taxa” simoniaca sea
“obra de los papas”, como quiere Gay. [2] |
[1]
Conclusión apresurada para una interpretación moldeada a conveniencia. Para
muestra, un botón:
Habiendo considerado
la interpretación ofrecida “para que sea más
inteligible para nuestros días”, nótese el cambio de sentido
ejercido, apenas en un renglón, por el
anónimo intérprete de Apologética.org, quien
termina resumiendo un
concepto DIFERENTE a lo que manifestó originalmente Claude
D’Espence. Y no es casualidad que esta
diferencia sea benéfica a la imagen de Roma.
Texto original dice: “Que
de una vez tenga pudor Roma y deje de prostituir toda clase de catálogos
criminales de tan baja estirpe”
El intérprete traduce:
“¡Tenga ya Roma
piedad y deje de emitir semejantes catálogos que no sirven sino para
relajar la saludable disciplina de la Iglesia...”
¡Vaya! ¿es acaso esto
"hacer el mensaje inteligible"? ¿O es cambiarlo?
a. Claude D’Espence dice
“PUDOR”
(Honestidad-Recato-Vergüenza), mientras que el intérprete lo traduce como
“PIEDAD”
(Misericordia-Conmiseración). Ciertamente dos expresiones DIFERENTES.
El primero exige SERIEDAD a Roma, mientras que el segundo lo mal
presenta como una “cuasi-súplica” dirigida a la "gran autoridad". Pregunto
¿tan difícil resulta comprender el VERDADERO sentido de las palabras de
D’Espence?
b. D’Espence acusa a Roma de
“...prostituir
catálogos criminales de tan baja estirpe”.
Sin embargo el intérprete lo traduce (simplemente) como
“emitir semejantes catálogos..”.
Queda también en evidencia que se le ha querido quitar la enorme carga
acusativa propinada por el autor.
d. A partir de allí D’Espence hace silencio. Sin
embargo el diligente intérprete termina con una frase “suavizadora”,
ajena totalmente al escrito original, mencionando la
“saludable disciplina de la
Iglesia” (??)
Con lo cual, y resumiendo este punto, evalúe el lector
si este intérprete de Apologética.org ha expuesto verdaderamente
“las ideas de
D'Espence, de un modo más inteligible para nuestros días”
(sic) o si en su lugar las devaluó, recortó, adaptó y suavizó
según viera conveniente...
[2]
Conclusiones demasiado apresuradas. Hemos visto como el texto ha sido
acomodado a voluntad. Y como corolario adecuado, nótese que la persona
(anónima) que interpreta a D'Espence, dice "Basten estas observaciones para concluir que
D’Espence no “afirma positivamente” que “la Taxa” simoniaca sea
“obra de los papas”, como quiere Gay.", cuando D'Espence SI
hace explícita referencia al poder central de la Iglesia de Roma, pues nótese
que el autor menciona a ROMA. ("Que
de una vez tenga pudor Roma...") ¿A quién
se refiere al decir "tenga pudor ROMA"...?
¿Qué significa "ROMA" en la jerga eclesial? Agustín de Hipona (Sermones
131, 10) nos da una idea con su famosa frase
"Roma ha hablado, la causa está
definida" ("Roma locuta est, causa finita est"). Por
ende, "ROMA" se refiere a la cúpula de la
Iglesia, a la Curia, la que obviamente incluye al Romano Pontífice,
quien es su cabeza y máxima autoridad [ver]. Con lo cual, al contrario de lo
expresado por el anónimo intérprete del sitio católico fundamentalista
Apologética.org, y haciendo uso de mi derecho a opinar, digo que
D'Espence SI
efectivamente está haciendo referencia a la máxima autoridad de la Santa Madre
Iglesia Católica Romana cuando le reclama "a Roma" que detenga
esa usina de corruptela simoníaca.
De allí en más cada uno es libre de entender si
esta máxima autoridad de la Iglesia ("Roma") incluye también a "los Papas"
(como sostiene Teófilo Gay) o no los incluye (como manifiesta el intérprete
anónimo de Apologética.org).
Lo que D'Espence ciertamente no hace, al menos en
la reproducción de esa porción del escrito ("Comentario a Tito 1:7")
aportado
por el mismo sitio Apologética.org (vale aclarar) es inculpar directa y
explícitamente al Papa León X. Es mi anhelo que el aportante del texto
de Claude D'Espence haya obrado con mayor nivel de objetividad que el anónimo
intérprete del mismo.
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