La Pasión de Cristo Una película de Mel Gibson sobre las últimas 12 horas de Jesús ¿Es fiel a la Biblia? ¿Sirve para evangelizar? Un comentario a esta controversial película por Daniel Sapia |
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En principio considero que nadie que vea la película podrá salir del cine con una actitud indiferente. De alguna u otra manera, conforme a su base espiritual y a lo que venga a buscar, las imágenes impactarán en el espectador. El efecto seguramente será diferente entre quienes aman a Jesucristo y lo llevan en su corazón de entre quienes sólo van a ver una controversial película actual, de un tema clásico pero representado por medio de escenas de marcada e inédita crudeza... Por supuesto Dios, en Su perfecta y plena Soberanía, puede servirse de esta obra artística para revelarse en el corazón de aquellas personas que le buscan con sinceridad. No obstante, en una sociedad marcada por el facilismo, la comida "chatarra" y la hipnosis e influencia que las imágenes generan en la sociedad, no deja de guardar especial importancia el mensaje que la película pretende sugerir, conforme a la segura influencia que "lo visual" obrará en las personas. Además, como se trata de una película que no sólo recrea una porción de la vida de un personaje público sino que ese personaje público es nada menos que el FUNDAMENTO de la Fe de millones de personas, cobra medular importancia (más allá de los complementarios "toques artísticos"), el grado de correspondencia que posea con las Sagradas Escrituras, La Biblia, la cual es la verdad última de los acontecimientos allí recreados por el Sr. Gibson.
La Película Muchos hemos de recordar la siempre vigente película "Jesús" (se puede ver on-line en este sitio), la cual es prácticamente una representación visual exacta del evangelio según San Lucas registrado en la Biblia. Este trabajo guarda fidelidad con la Escritura, pudiéndose mediante ella comprender la vida, ministerio y obra redentora del Mesías de Dios. Todo ello sin lagunas, sin sensacionalismos, sin agregados antojadizos, con claridad evangélica para entender qué, cómo, cuándo, y fundamentalmente, para qué y por quienes Jesucristo predicó, sufrió, murió y resucitó. No sucede lo mismo con "La Pasión de Cristo" de Mel Gibson, partiendo de la base que nunca Gibson pretendió exponer la vida de Jesús, sino meramente concentrarse en la parte cruenta de Su ministerio terrenal (Su sufrimiento y muerte). No me atrevo a mencionar que también se ocupó de Su "resurrección", porque la misma es mostrada más como un compromiso que como el corolario maravilloso en la obra de Redención, ya que de las 2 horas del film, la resurrección ocupa apenas 11 segundos (!), de los cuales 9 de ellos corresponden a una toma inmóvil del perfil derecho de la cara del actor que representa a Jesús...
Lo mencionado en el párrafo anterior de ninguna manera quita la posibilidad de que algunas personas se vean profundamente impactadas por las imágenes del sufrimiento corporal que probablemente Jesús debió padecer. Personas tal vez ya acostumbradas a ver en sus templos imágenes de Cristo muerto colgando de una cruz se vean sacudidas al presenciar una recreación por demás real de los castigos infringidos al Salvador, y de esa manera posiblemente percibir por primera vez el COSTO pagado por la redención del precio del pecado, ese pecado que separa al hombre de Dios (Amén de que nunca podrá medirse el inconmensurable sufrimiento ESPIRITUAL, a causa de cargar con el pecado DE LA HUMANIDAD, por el que debió pasar Jesús). Ahora bien, como Cristianos que somos, sería poco prudente de nuestra parte el quedarnos meramente en el sentimentalismo, en el "mensaje de amor" o en la crudeza "despabilante" de las imágenes cruentas. Como Cristianos que somos debe tener para nosotros medular importancia si lo que allí se recrea guarda correspondencia bíblica (que todo hijo de Dios considera como verdad última). Descuento que al Cristiano no le costará entender la importancia de esto que acabo de mencionar (la validez del mensaje). De hecho esto es lo que recomienda vivamente el amado apóstol Pablo en su carta a los Gálatas 1:8-9. Pues bien... ¿Refleja la película el verdadero relato bíblico de las últimas horas de la vida terrenal de Jesús? ¿Cuáles son las principales fuentes de la película...? La respuesta es sencilla, ya que el propio Gibson admite abiertamente que su película está basada no sólo en la Biblia, sino también en los escritos místicos de una monja católica alemana: Ana Catherina Emmerich (1774-1824). La sola circunstancia expuesta precedentemente debería ser motivo suficiente para que el pueblo Cristiano Evangélico, quién dice estar comprometido a mantener la integridad y autoridad plena de la Biblia, se reserve de evaluar a este film como "valioso material evangelístico", cuando es portador de ideas -en aspectos centrales- ajenas a la Biblia (y hasta contrarias a ella). La realidad no hay que callarla, y aunque suene dura debemos decir que una gota de estiércol contamina un vaso de agua pura. Una gota de veneno en un vaso de buen vino es muerte segura. Y no hay peor y más eficaz mentira que aquella que se confunde entre verdades o medias verdades... Más adelante se expondrán los principales puntos controversiales desde la perspectiva doctrinal cristiana, entre la Biblia y el romanismo desplegado en la película.
Crueldad y crudeza de las imágenes A diferencia de otros trabajos en los cuales se narra completa la vida de Jesús (pasión y muerte incluidas, obviamente), en esta oportunidad ciertos acontecimientos se ven de una forma desacostumbradamente cruda, realista y por demás cruenta. El horror y hasta el asco pueden llegar a conmocionar los sentimientos del espectador, probablemente neutralizando cualquier posibilidad de captar el mensaje evangélico detrás de tan sangrienta y macabra sesión de tortura.
Algunos comentarios en crónicas periodísticas: "BALDAZOS DE SANGRE: ¿Por qué tanta salvajada? Durante más de 100 minutos el espectador asistirá a una sesión de tortura. En ese lapso, el australiano ortodoxo omite utilizar un pincel fino, sutil para, en cambio, retratar el flagelo, vejamen y ultraje que debe sufrir Jesús, en su calvario, rumbo a la crucifixión. Un castigo desmedido con todo tipo de artilugios de la época propinado por soldados romanos.." (Javier Firpo, Diario La Razón -Argentina-, Suplemento Show 25/03/04, pág. 10) "UN INTERMINABLE BAÑO DE SANGRE: "Gibson demuestra ser un cineasta abyecto y morboso. Su virulencia transforma al filme en un espectáculo horripilante y al espectador en rehén. Gibson nos ata a aceptar pasivamente la destrucción de un cuerpo humano, y lo hace de la manera más indigna: no sólo no podemos actuar sino que tampoco nos permite no ver... Acaso la de Jesús sea la «más grande historia jamás contada», pero en la estrechez de miras del director, su grandeza se empequeñece y su humanidad desaparece en medio de un interminable baño de sangre" (Diego Lerer, Diario Clarín -Argentina-, Suplemento Espectáculos 25/03/04, pág. 7) "En la película hay, de modo hollywoodense, un terror que Hitchcock habría presentado mejor. Uno al principio se asusta, después se acostumbra y al final sale de verla con un poco de asco. Insisto: el que llega hasta el final sale con un mensaje sangriento más que con un mensaje de amor. ¿Había que utilizar tanta sangre, que no traduce dolor, para inspirar amor? (Angel Krieman, Profesor de raíces Judías del Cristianismo, ibid, pág. 6) "La película me dejó sumido en una profunda sensación de desesperación y no por motivos que hubiera imaginado. Sino por el abrumador nivel de violencia de La Pasión de Cristo, toda una letanía de torturas que terminan en una crucifixión más allá de toda descripción.." (Kenneth Turan, Los Angeles Times, 25/02/04) MEL GIBSON SEGUN (Franco) ZEFFIRELLI: "El cineasta italiano Franco Zeffirelli aseguró que Mel Gibson padece de “una siniestra atracción” por la violencia, tal y como demuestra en su último filme La Pasión con las crudas imágenes sobre el calvario de Jesucristo. Zeffirelli califica a Gibson, a quien dirigió en la cinta Hamlet, como “un hombre genial y un magnífico actor”, pero añade que siente “una atracción siniestra por la más desenfrenada violencia”, según asegura en el rotativo milanés Corriere della Sera." >>> más... (Diario El Independiente, 27/02/04) CRITICAS a la Violencia gratuita del film... >>> más... (IBLNEWS, Jueves 1/04/04) Claro que muchos opinarán, con todo derecho de hacerlo, que la crueldad es hasta "necesaria" para que el espectador pueda percibir CLARAMENTE el sufrimiento que debió soportar el Salvador. Y esto no deja de tener algún sentido lógico. Si hasta podría compartirlo, PERO en tanto y en cuanto el director Gibson hubiera expuesto con la misma dedicación el para qué y en favor de quienes Jesús soportó todo ese sufrimiento. En este sentido la película no tiene un mensaje claro. Gibson sólo se preocupó más por recrear, con lujo de detalles, los cruentos acontecimientos de las últimas horas del Cristo. ¿Qué quiero decir con esto? Que una persona con escasos o nulos conocimientos bíblicos se llevará de "La Pasión de Cristo" un mensaje distorsionado de lo que los Evangelios verdaderamente enseñan. Iremos explicando por qué...
Las fuentes del argumento Muchas personas que la vean supondrán que Gibson basó el argumento de su película exclusivamente en la Biblia. Esto no es cierto, y lo reconoce el mismo Director. Como fue manifestado algunos párrafos más arriba, una de las fuentes principales sobre la que se inspiró Gibson ha sido el libro "La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo", de Ana Catherina Emmerich (1774-1824). Mucho de lo plasmado en la película es ajeno a la Biblia (o peor aún, contrario a ella), probablemente tomado de los escritos místicos de Emmerich. Si bien estos agregados son detectables para aquellos conocedores de las Escrituras y poseedores del celo de guardar de manera "no adulterada" la Palabra de Dios, no lo serán tanto para quienes se abandonen "religiosamente" en los brazos de Gibson para que les cuente su versión de la pasión y muerte de Cristo.
De modo tal que evaluará el lector si amerita o no amerita efectuar un análisis doctrinal bíblico conforme al mensaje que la película de Mel Gibson ofrece al pasivo espectador. De allí en más, obviamente cada cual gozará de libertad para evaluar, Biblia en mano, la pertinencia de lo comentado.
¿ Es la película "La Pasión" fiel al relato bíblico ? Vale aclarar que no se evaluará la "textualidad" de los diálogos de la película, como si no pudiera existir certeza fuera de la "literalidad". Lo que se analizará será lo que la Biblia dice respecto de las escenas recreadas por Gibson, para poder determinar si lo expuesto transmite el mensaje fiel de las Sagradas Escrituras, única autoridad infalible al respecto, o si transmite un evangelio acomodado a las particulares creencias religiosas del director. El ejercicio que estamos a punto de abordar cobra singular importancia en tanto y en cuanto el mismo Mel Gibson afirmara que para realizar su trabajo cinematográfico fue "inspirado por el Espíritu Santo de Dios" (nada menos que el mismo que inspirara a los santos escritores para que registraran en los textos bíblicos la Palabra divina).
"lo hice... con la ayuda de Dios" Ahora bien, la pregunta obligada es: ¿podría Dios ayudar a alguien a presentar una porción del Ministerio terrenal de Su amado Hijo Jesucristo de una manera diferente (y hasta muchas veces contradictoria) a lo expresado en Su Palabra, las Sagradas Escrituras, La Biblia?
1. En Getsemaní En el comienzo de la película se observa a Jesús orando al Padre en Getsemaní -Monte de los Olivos- (Mt.26:36, Lc.22:39, Mr.14:32). La Biblia dice que en ese momento Jesús estaba "triste y angustiado" (Mr.14:33). Sin embargo en la película se insinúa que Jesús estaba "asustado", cosa que obviamente no es sinónimo de lo que la Biblia afirma. EL personaje que representa a Juan pregunta: -"¿Qué le sucede?" y el Pedro de Gibson responde: -"Parece estar asustado...".
En la misma línea, y ajeno totalmente a la Escritura, el Jesús de Gibson le pide en Getsemaní al Padre (sorprendentemente) "que lo defienda".
La Biblia no nos muestra ni a un Jesús con miedo, ni pidiéndole a nadie que lo defienda. Jesús sabía muy bien a qué se enfrentaba y por qué se enfrentaba, sin dejar por ello de sentir como humano la angustia lógica del momento (Mt.26:37). Pero Jesús JAMÁS dejó de ser Dios Hijo, y muestra de ello es el poder manifestado a través Suyo al derribar a tierra a la compañía de soldados con la simple respuesta "YO SOY" (Jn.18:6). No obstante, de manera por demás sorprendente y siguiendo coherentemente con la línea que Gibson gustó de mostrar, este impresionante momento fue simplemente ignorado en el film. Allí nadie cae ante la manifestación de Jesús "YO SOY"...
También la Biblia relata que en este momento de gran angustia para Jesús, el Padre envía un ángel para fortalecerle (Lc.22:43). Sin embargo, y a pesar de esta clara referencia, en la película no se le aparece un ángel para fortalecerle, sino que quién se aparece es el mismísimo Satanás, para tentarle, provocarle e injuriarle (al punto de aparentar desconocerle, como cuando le pregunta (según versión Gibson): -"¿Quién eres... quién es tu padre?" (diálogo inexistente en la Escritura)
2. María presentada como "Madre" No es producto de ninguna casualidad que en todo el Nuevo Testamento Jesús JAMÁS llame "Madre" a la bienaventurada María. No lo hace ni siquiera cuando se dirige a ella de forma personal y directa desde la cruz, al momento de recomendar su cuidado al apóstol Juan (Jn.19:26). Sin embargo el Jesús de Mel Gibson si se dirige a María como "Madre", ignorando tanto Gibson como su guionista una peculiaridad evidente en las Escrituras (¿desliz involuntario o intencional y tendenciosamente adrede?)
Pensemos un poco, e imaginemos las razones probables que pudieran existir para que en la Biblia María nunca sea nombrada por Jesús como "madre". ¿Será casualidad, o habrá alguna razón importante detrás de ello? ¿Existiría la posibilidad de que recibiendo tal "privilegio" de boca del mismo Mesías, la bienaventurada María recibiera una atención que el mismo Salvador consideraba perniciosa? A quién esta razón le parezca exagerada, le pregunto ¿Cuál razón, entonces, le parece más lógica? Pero Gibson no sólo se encarga de poner la palabra "madre" en la boca de Jesús, sino que lo pone también en boca de sus principales discípulos, Pedro y Juan. Esto también es totalmente ajeno a todo relato bíblico, ya que no sólo Pedro jamás se dirige a María como "madre", sino que ni el mismo apóstol Juan, quien la recibiera como tal en la cruz, la llama de esa manera.
3. "El hijo de tu sierva..." Tal vez este ha sido la expresión extra y anti-bíblica puesta en boca de Jesús que más me ha impactado por su tremenda implicancia mariolátrica. Sucede al momento de comenzar a cargar su pesada cruz hacia el monte en donde será crucificado. En ese momento Jesús cae de rodillas y al abrazar la cruz dice: -"Padre, soy tu siervo, el hijo de tu sierva..". En ningún lugar de la Biblia Jesús se auto-denomina como "siervo de Dios", sino como "Hijo de Dios" o "Hijo del Hombre". Con lo cual ya luce llamativa la expresión del mismo Jesús nombrándose como "siervo de Dios". Pero lo más sorprendente es que Jesús deba presentarse ante el Padre como... "hijo de tu sierva". Eso es lisa y llanamente inaudito desde el propio relato evangélico. Porque de manera subliminal e implícita el mismo Jesús estaría reconociendo de alguna manera una igualdad de plano en la obra de Dios entre Él (el siervo) y Su madre (la sierva de Dios). Por supuesto esto ni remotamente se halla ni siquiera insinuado en las Escrituras. Es de pura factoría tendenciosa mariolátrica a causa del catolicismo del director Gibson (como él mismo dijera: "..basado en lo que yo quería mostrar...")
4. IESUS NAZARENUS REX IUDAEORUM De acuerdo con el evangelio de Juan 19:19-20, el letrero identificando a Jesús como "Rey de los Judíos" que fue clavado encima de la cruz, fue escrito en 3 idiomas: hebreo, griego y latín. El arameo, curiosamente, no figura en los registros. El versículo explica más adelante que muchos de los judíos leyeron el letrero (vv.20). Es evidente entonces que la multitud entendía bien hebreo y griego. El latín se insertó necesariamente por tratarse de un proceso de ejecución romano y por tratarse del idioma protocolario del Imperio. Pero en La Pasión se opta por quitar el hebreo y el griego del letrero, y sustituirlos por el arameo (dialecto hebreo). Se deja así flotando la idea de que el hebreo no era usado, dándole una importancia al latín que no tenía para la mayoría de la gente.
5. Un claro interés: presentar a María "luciendo" la sangre de Jesús Esta es otra circunstancia que demuestra el interés del director por presentar a María en un protagonismo que existe sólo en las creencias y tradiciones de la Iglesia Católica Romana, pero ajena por completo en los relatos de las Sagradas Escrituras. Cuando María se acerca a la cruz abraza el ensangrentado pie con la mano derecha (foto 1), mientras le besa describiendo con su rostro una leve caricia (foto 2). Al momento de separarse se percibe en la cara de María unas pocas manchas de "sangre", en el labio inferior y en el pómulo derecho (foto 3). Acto seguido la cámara enfoca 7 segundos a la cara de Jesús e inmediatamente vuelve al rostro de María (foto 4) el cual ahora sorprendentemente presenta un aspecto mucho más ensangrentado...
¿Era la intención de la toma el retratar el amor de Su doliente madre, o la intención del director era otra? Pues, por la "preocupación" en el maquillaje final del acto sobre la cara de la actriz que representa a María pareciera que no. Esto denota que el fin de la toma no era otro que el poder disponer desde ahora y hasta el final de la secuencia a una María que ostenta en su propia cara la sangre derramada por su hijo en la cruz. Ni más, ni menos. Quien no vea en esta sola toma un claro símbolo mariolátrico es porque está viendo otra película. Ya lo dice el propio Catecismo Católico:
El papel de María con relación
a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de
ella. "Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se
manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta
su muerte" (LG 57). Se manifiesta particularmente en la hora de su
pasión:
6. "Carne de mi carne..." Esta es otra secuencia portadora de sorprendentes "insinuaciones" en la misma línea de mensaje que subliminalmente contiene la mayor parte de la película, a saber, darle a María una trascendencia que en la Biblia no posee, exponiendo declaraciones totalmente ajenas al relato bíblico, tanto en lo literal como en lo conceptual. Estando al pie de la cruz, junto al apóstol Juan y ante un Jesús moribundo, la María de Gibson dirige su mirada a los ojos de Jesús y dice: -"¡Carne de mi carne, corazón de mi corazón... Hijo mío, déjame morir contigo.!" Y toda esta impresionante manifestación con una María convenientemente manchada en su rostro por la sangre de Jesús derramada en la cruz. Esto es un invento supremo de Gibson, quien no duda en atropellar y pisotear el claro relato de la Biblia con el indiscutible fin de propagandear sus creencias católico-romanas, ajenas totalmente a la Palabra de Dios...
Estas gotas de veneno son ignoradas por muchos cristianos evangélicos, incluso por pastores !!, que no llegan a percibir la gravedad de lo que subliminalmente allí se le está ofreciendo al pasivo espectador, no sólo no percibiendo el riesgo potencial al que se somete a la "oveja joven", sino además hasta teniendo a bien recomendar la película como "evangelística".
7. Recibiendo el cuerpo muerto de Jesús Otra porción de la película de Gibson en la cual se altera el claro desarrollo del relato bíblico es en el trascendental momento en el cual el cuerpo muerto de Jesús es bajado de la cruz. Allí la Escritura adjudica la entrega del cuerpo a José de Arimatea, quien lo toma y lo envuelve en un lienzo nuevo (Mt.27:57-60, Mr.15:42-47, Lc.23:50-53, Jn.19:38-40)
Sin embargo en la versión Gibson quien recibe el cuerpo muerto de Jesús no es José de Arimatea (como relatan los 4 Evangelios) sino... María. Este cambio carece de explicación lógica conforme a la claridad que la Biblia posee al respecto. Y es por demás evidente que el director Gibson, fiel a sus creencias, prefirió lanzar hacia las pasivas butacas otro mensaje subliminal de la mariolatría católica. Y a tal grado realizado que no dudó en aprovechar la "toma" para presentar a su versión del descendimiento del cuerpo de Jesús con una sugestiva réplica de "La Piedad", la famosa escultura de Miguel Angel Buonarotti expuesta en Ciudad del Vaticano.
8. Otras menciones Las mencionadas hasta aquí son las diferencias, adiciones, sustracciones y tergiversaciones que he considerado de mayor relevancia a nivel "mensaje" entre la recreación de "La Pasión de Cristo" según Mel Gibson respecto a los mismos hechos narrados en la Biblia. Existen algunas otras cuestiones de menor importancia (ajenas o contrarias al relato bíblico), que no desarrollo en beneficio de la longitud de este artículo, como la carga conjunta de la cruz con Simón de Cirene, la serpiente que Jesús pisa en Getsemaní, el matzá que levanta Jesús en la Última Cena al mejor estilo "consagración de hostia católica", el Templo judío que se destruye con el terremoto posterior a la muerte de Jesús, la mujer del sudario, la vestimenta de María, el idioma utilizado, Satanás con una criatura deforme (¿figura del Anticristo?) en la sesión de azotes, los niños-demonio que atacan a Judas, María Magdalena presentada como la mujer adúltera de Jn.8:3, etc. En cuanto al antisemitismo, considero que no existe en la película, o al menos no veo en las intenciones de Mel Gibson ninguna patología por recrear alguna especie de discriminación racial. Sin embargo, en lo personal veo totalmente innecesaria la secuencia cuando un soldado romano, al momento de retomar el transporte de la cruz al Gólgota, le grita en la nuca y burlonamente -"¡JUDÍO!" a Simón de Cirene.
A modo de Conclusión Nunca la intención ha sido criticar a la persona de Mel Gibson, mucho menos aprovechando lo que de su padre Hutton Gibson se conoce. Y sabe el lector que habría bastante "tela para cortar" al respecto. Tampoco se trata de una crítica desde lo artístico. Dejo el asunto a personas idóneas. La intención, pura y exclusiva, ha sido el presentar para reflexión un análisis sobre el contenido y mensaje del trabajo fílmico del Sr. Mel Gibson titulado "La Pasión de Cristo" visto a la luz de la Biblia, fuente de verdad infalible de los acontecimientos allí recreados. Como Cristianos creemos que la Biblia es Palabra de Dios para la humanidad, portadora de vida para todo aquél que abrace el Pacto que Dios Padre ofrece por medio del Sacrificio en la cruz de Su amado Hijo Jesucristo. Y también creemos que esa Palabra llevará VIDA en tanto y en cuanto sea transmitida sin adulteraciones o tergiversaciones de ninguna naturaleza. Es por ello que como Cristiano he sentido el deber de ofrecer para reflexión aquello que considero ajeno o contradictorio respecto de la única fuente autorizada de los acontecimientos recreados, alentado (lamentablemente) por tanta confusión que sobre el tema se lee en la actualidad. Si para muestra basta un botón, sirva como testimonio de lo que se dice en Argentina de la "fidelidad bíblica" de la película, en dos de los más prestigiosos periódicos locales:
El tema está instalado en la calle. Conozcamos de antemano qué posee el film de bueno, pero fundamentalmente conozcamos lo que posee ajeno o contradictorio a la Biblia. A partir de allí, como Cristianos sepamos aprovechar las circunstancias que pudieran presentarse para predicar al Cristo VIVO, que padeció y murió, pero que resucitó, y que pronto regresará en gloria para buscar a Su Pueblo.
"La Pasión de Cristo" de Mel Gibson En pocas palabras
Para finalizar, deseo Hacer mías las siguientes palabras: «...sé muy bien que algún día habré de morir, y cuando venga nuestro Señor Jesucristo tendré que rendir cuentas acerca de la verdad, si la callé o la publiqué, y en general tendré que dar cuenta acerca del talento que se me confió, ¡y pobre de mi si me llegase a juzgar por haberlo escondido! (Mt. 25:26-30). Enfurézcase quien quiera, con tal de que yo no sea hallado culpable de haber guardado un impío silencio; pues soy plenamente consciente de ser un deudor de la palabra divina, por grande que sea mi indignidad.» Martín Lutero Comentario Carta a los Gálatas, Introducción, 1519.
Pido disculpas de antemano en caso de existir personas que hubieran podido sentirse ofendidas por mi exposición, declarando que la única intención fue el aportar aquello que pueda ser de utilidad para la bendición de las almas en Cristo. Daniel Sapia Abril 2004
Enlaces de interés La Pasión según Mel Gibson: Separando la ficción de la realidad La Pasión Del Cristo: El Engaño Vívido De Mel Gibson (R. Bennett y J. Virgil Dunbar) |
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