Nos escriben ...
 

Alejo Fernández Pérez

Autor católico de un artículo comentado en "Conoceréis la Verdad"

Alejo Fernández Pérez es autor de un artículo titulado "Creer en la Iglesia" publicado en varios sitios católicos, y que fuera comentado en este sitio web dentro del artículo titulado "Creo en Dios pero no en la Iglesia". Enterado el autor de lo sucedido decide escribir una carta crítica, de la cual (como él mismo dice) no pretende respuesta. A continuación su carta y debajo de la misma mis comentarios.

 

CARTA  A  DANIEL SAPIA 

 

De:  Alejo Fernández Pérez   Alejoxxx@terra.es

Para: Daniel Sapia http://www.conocereislaverdad.org

Fecha: 2003-11-03

Sobre el artículo: “Creo en Dios, pero no en la Iglesia” de Alejo Fernández

En estos últimos días he recibido varios e-mails de internautas, conocidos unos y desconocidos otros, que me alertan de sus comentarios sobre el referido artículo. Me advierte Vd., y lo agradezco,  que le han sido añadidos y eliminados párrafos , que por supuesto yo no he autorizado, y que desvirtúan mi pensamiento.

En las páginas web que publican mis artículos saben, que estos están escritos para personas alejadas de la iglesia, de clase media-baja, y con pocos o nulos conocimientos de Religión; por este motivo escribo (Intentando seguir los pasos de Cristo)  con palabras y frases de la calle, evitando a propósito palabras técnica o doctorales , así como citas evangélicas o doctrinales innecesarias para los católicos practicantes, y casi inútiles para los que no pisan el templo, que son la inmensa mayoría

Dicho esto, una vez leído sus comentarios, permítame algunas notas:

a. Adjunto el original de mi escrito, que también podrán encontrar en www.apologética.org y en www.católicos.org  para que los interesados puedan opinar rectamente.

b. A su web la denomina  “Conoceréis la verdad” y  “Apologética cristiana” pero cristianos somos los católicos, los protestantes, los mormones, los evangelistas y varios cientos más. Aparte de muchas de esas casi 4000 sectas que pululan por ahí. Cada una con su verdad ¿ Cuál es la suya? ¿ Qué verdades defiende? Lo que único que tengo claro es lo malo que es el vino ajeno, pero no se a que sabe el suyo.

c. Normalmente escribo mis artículos en  menos de dos páginas, y  Vd. me contesta con 15 páginas  más una segunda parte con otro montón de páginas que,  ya fueron demasiadas para mí. Caray! , y yo sin enterarme de lo importante que soy. Muchas gracias por dedicarme tanto tiempo y esfuerzos. Además, aprovecha mi escrito para hablar de todo lo humano y lo divino.

d. Como ni le conocía a Vd., ni a su página web he procurado informarme. Todos los informes recibidos, absolutamente todos, me señalan que Vd. es un caso perdido. Me ahorro los adjetivos, que ya conoce. Señor Sapia, a Don Quijote “las muchas letras le habían sorbido “el seso” Sospecho que a Vd.. le pasa algo parecido. ¿Por qué no descansa y va al médico o al psiquiatra? ¿Merecía la pena perder ni un minuto en contestarle? Creo que no. Y, si lo hago es porque puede parecer que  “el que calla otorga” y porque puede seguir haciendo mucho daño a personas sencillas con su web.

e. Como verá. No voy a utilizar casi ningún argumento para contrarrestar su escrito ¿ Para qué? A los de su cuerda no les convencería a ninguno. A cada razonamiento me contestarían con diez contrarios y docenas de citas bíblicas o de autoridad;  y en verdad, eso me aburre demasiado. Cuando se acumulan 100 citas es porque ninguna sirve. Son como las pastillas de la tos, hay muchas porque ninguna cura. A los católicos les bastará  leer algún escrito suyo, una sola vez, para saber de que pie cojea y quedar vacunados contra su web. Parece que dispone Vd. de un buen equipo técnico, con una excelente base de datos,  que le permite redactar en poco tiempo cualquier escrito; y también con mucho dinero. El dinero abunda entre protestantes y mahometanos no entre los católicos. Supongo que también trabaja Vd. a tiempo total y que está bien pagado. Sin embargo, no es eso lo que nos pide nuestro Señor.

f. En el cristianismo la base de su doctrina, y sobre todo entre los católicos, es el amor. Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Pero sus escritos, por lo menos, los que yo he leído,  rezuman odio y rencor. Y esto incapacita para cualquier discusión. La Biblia es un arma de doble filo: la utilizan los cristianos para el bien, y la utiliza el diablo para el mal. Y Vd. respira odio hacia la Iglesia Católica y utiliza la Biblia de forma torticera. ¿ Por qué? Cada vez que a una persona le pasa esto, existe algo en su vida que lo ha trastornado, y que prefiere mantener oculto. Necesita imperiosamente justificarse ante si mismo y ante los demás. Pero, ¿necesita Vd. destruir al prójimo o a sus creencias para ello?

g. ¿La Iglesia católica no ha hecho nunca nada bueno? ¿Sus miles de Santos y Mártires no cuentan? ¿Sus servicios a la humanidad no sirven para nada? ¿Qué religión se puede comparar a la católica a pesar de sus innegables defectos humanos? Quizá sea esta excelencia la que concita tantos odios, mentiras, y ataques. Quizá sea también  su unidad, prestigio y fortaleza ¿ Dónde están vuestros santos y mártires?¿ Quién pierde el tiempo atacando a vuestra religión- por cierto,  ¿cuál es? -, o al montón de ramas protestantes, o a ese sinnúmero de sectas, o  a los mahometanos, a los ortodoxos, budistas,…? Pues,  no señor,  el único blanco son los católicos. Análogamente, en política todos los tiros se dirigen a Bush y a USA,  el político y la nación más importante del mundo. ¿No tendrá algo que ver la envidia o intereses bastardos en esta materia?

h. Jesús propone su doctrina, pero nunca la impone. Condiciona su doctrina a nuestra libertad. “Si quieres ser perfecto…” “Si quieres seguirme…” después permite que incluso le crucifiquen. Lo normal sería que cada uno se dedicase a proponer su verdad , su religión y dejar que los demás elijan. Pero nó, no es suficiente que cada uno considere  a la suya la única verdadera, la mejor; además hay que demostrar que las demás son malas, perversas y denigrarlas todo lo posible para que así la nuestra aparezca con más relieve, más elevada. Esto tiene un nombre: mezquindad o complejo de inferioridad. Yo respeto profundamente a toda persona honesta que ,equivocada o no, sea consecuente y actúe de acuerdo con sus principios; pero me repugnan los fariseos de cualquier época. Son plantas malditas que siguen floreciendo en todas partes. Aparentan amar a Dios más que nadie, mientras le crucifican.

i. Es curioso que en buena parte de las páginas que he leído de Vd. no veo más adjetivos que:  absurdos, dicotomías, recursos de descrédito, y otros parecidos en todos los escritos ajenos. ¿Qué pensará su Dios, si es que lo tiene,  cuando vea que la única finalidad de su vida estriba en morder rabiosamente a cualquier hijo del Señor que no sea de su banda? ¿En qué se parecen sus escritos a los del Evangelio? ¿No resulta algo  pedante y  un poco soberbio? ¿Quién le ha hecho creer que es Vd. el  Pontífice verdadero e infalible de su religión y de las demás?

j. A pesar de nuestras divergencias humanas  todos los cristianos coincidimos en  considerarnos hermanos – hermanos, no primos- con el deber imperativo de amarnos. Jesús nos recuerda que “como juzguemos seremos juzgado”.También nos habla de “la paja en el ojo ajeno y la viga en el nuestro”. A los “sabelotodo” nos recuerda que “si no nos hacemos como niños no entraremos en el reino de los cielos”. Mejor será que escribamos menos y recemos más

Así que, hermano mío, no se moleste en contestarme. Con este escrito termino una correspondencia inútil que no debí empezar. Sin embargo,  cuente con mis oraciones para encontrar al verdadero Cristo, al que nos va a juzgar.

Que el señor nos bendiga y tenga misericordia de todos nosotros

Alejo Fernández Pérez

 

 

Respuesta de Daniel Sapia

( 8 de Noviembre de 2003 )

 

Estimado Alejo, paz de Dios en su vida.

Agradezco el tiempo que ha dedicado a escribirme. Y lejos de ser una molestia, con gusto contesto a su carta:

 

« Sobre el artículo: “Creo en Dios, pero no en la Iglesia” de Alejo Fernández

En estos últimos días he recibido varios e-mails de internautas, conocidos unos y desconocidos otros, que me alertan de sus comentarios sobre el referido artículo. Me advierte Vd., y lo agradezco,  que le han sido añadidos y eliminados párrafos , que por supuesto yo no he autorizado, y que desvirtúan mi pensamiento.

En las páginas web que publican mis artículos saben, que estos están escritos para personas alejadas de la iglesia, de clase media-baja, y con pocos o nulos conocimientos de Religión;..»

Alejo, discúlpeme pero su carta comienza con aire de justificación. Porque uno escribe para quien lee, no para quien aloja el artículo, ya que CUALQUIERA puede leerlo, salvo que al comienzo coloque un cartel que advierta = "Exclusivo para personas alejadas de la Iglesia, de clase media-baja y con pocos o nulos conocimientos de religión". Pero lo que llama la atención es que usted, lejos de dirigirse específicamente a una "clase" de fieles, textualmente dirige el artículo "al católico". Y esto no concuerda con su justificación. Salvo que considere al "católico" (en general) como alejado de la Iglesia, de clase media-baja y con escasos conocimientos de religión...

Además, le aclaro que cité su escrito NO por alguna terminología vulgar utilizada sino por el SENTIDO de aquello que le expresa a "la masa" católica (porque está dirigido, como usted bien reconoce a párrafo seguido, a quienes no pisan el templo, que son la inmensa mayoría). Y en esa línea ¿qué mejor ejemplo que citar aquello que se pretende explicar al católico de número?

 

«.. por este motivo escribo (Intentando seguir los pasos de Cristo)  con palabras y frases de la calle, evitando a propósito palabras técnica o doctorales , así como citas evangélicas o doctrinales innecesarias para los católicos practicantes, y casi inútiles para los que no pisan el templo, que son la inmensa mayoría...»

Según entiendo, usted dice que a la inmensa mayoría de los católicos las citas evangélicas y doctrinales les son "casi inútiles". No deja de ser un valiente reconocimiento de su parte. Me gustaría saber en qué parámetros se basa para tamaña afirmación.

 

« Dicho esto, una vez leído sus comentarios, permítame algunas notas:

a. Adjunto el original de mi escrito, que también podrán encontrar en www.apologética.org y en www.católicos.org  para que los interesados puedan opinar rectamente...»

Bueno, desde un primer momento fue posible hacerlo, ya que las partes agregadas al original de su escrito fueron claramente diferenciadas en mi artículo, al punto que al comienzo de su carta me lo agradece.

 

« b. A su web la denomina  “Conoceréis la verdad” y  “Apologética cristiana” pero cristianos somos los católicos, los protestantes, los mormones, los evangelistas y varios cientos más...»

Permítame decirle que no es como usted manifiesta. Todos ellos "podrán decir" que son Cristianos. Pero Cristiano es SOLO aquél que sigue al Cristo (con todo lo que ello significa). Además, no se dice "evangelistas" sino evangélicos.

 

« Aparte de muchas de esas casi 4000 sectas que pululan por ahí. Cada una con su verdad ¿Cuál es la suya? ¿Qué verdades defiende? Lo único que tengo claro es lo malo que es el vino ajeno, pero no se a que sabe el suyo...»

Si la Verdad es Jesucristo (Juan 14:6) yo no la "defiendo" sino que la predico. Por cierto algo muy distinto a defender a una determinada Institución o denominación.

 

«  c. Normalmente escribo mis artículos en  menos de dos páginas, y  Vd. me contesta con 15 páginas  más una segunda parte con otro montón de páginas que,  ya fueron demasiadas para mí. Caray! , y yo sin enterarme de lo importante que soy. Muchas gracias por dedicarme tanto tiempo y esfuerzos. Además, aprovecha mi escrito para hablar de todo lo humano y lo divino...»

Alejo, no lo tome a mal, pero no es que yo crea que usted es importante (que tal vez lo sea). Simplemente cité su artículo completo porque me ha sido útil para dejar expuesto lo que se le "aconseja" al fiel respecto al tema que nos ocupa. Por otro lado su escrito es "uno" de los varios que incluí. No obstante al suyo lo puse entero por las manifestaciones sorprendentes que contiene.

 

« d. Como ni le conocía a Vd., ni a su página web he procurado informarme. Todos los informes recibidos, absolutamente todos, me señalan que Vd. es un caso perdido...»

Pues si, Alejo... "perdido" para la Iglesia Católica Romana, no le quepan dudas. Ganado para Cristo. A Dios sea la gloria.

 

« Me ahorro los adjetivos, que ya conoce. Señor Sapia...»

No se a cuáles se refiere, pero créame que conozco una no poca variedad, generalmente vertidos en aquellas respuestas carentes de argumento.

 

«.. a Don Quijote “las muchas letras le habían sorbido  “el seso” Sospecho que a Vd.. le pasa algo parecido. ¿ Por qué no descansa y va al médico o al psiquiatra?...»

Pues, créame que no es nada original empleando el recurso del mero descrédito. Sabrá por qué lo necesita.

 

« ¿Merecía la pena perder ni un minuto en contestarle? Creo que no. Y, si lo hago es porque puede parecer que   “el que calla otorga” y porque puede seguir haciendo mucho daño a personas sencillas con su web... »

Efectivamente "El que calla, otorga". Y el que responde sólo con agresión y descrédito, sin explicar el error, también otorga (y más aún, porque deja demostrada su carencia de argumentos). A veces una respuesta sin argumentos y sólo con agresiones y juicios infundados "otorga" más que el silencio.

 

« e. Como verá. No voy a utilizar casi ningún argumento para contrarrestar su escrito ¿ Para qué? A los de su cuerda no les convencería a ninguno. A cada razonamiento me contestarían con diez contrarios y docenas de citas bíblicas o de autoridad;  y en verdad, eso me aburre demasiado. Cuando se acumulan 100 citas es porque ninguna sirve. Son como las pastillas de la tos, hay muchas porque ninguna cura... »

Singular filosofía la suya. O sea, "cuánto menos apoyo bíblico... ¿más seguridad de certeza?". Sorprendente. Evito decir a quién le puede parecer conveniente esta filosofía. Lo curioso es que cuando uno cita SOLO UN TEXTO, dicen que "una golondrina no hace verano", o que sólo UN TEXTO no alcanza para formar doctrina. En este caso usted critica lo contrario.

 

« A los católicos les bastará  leer algún escrito suyo, una sola vez, para saber de que pie cojea y quedar vacunados contra su web...»

Entonces no tiene nada que temer, Alejo. Sólo déle publicidad a "Conoceréis la Verdad", por ejemplo colocando un enlace al final de su artículo.

 

« Parece que dispone Vd. de un buen equipo técnico, con una excelente base de datos,  que le permite redactar en poco tiempo cualquier escrito; y también con mucho dinero. El dinero abunda entre protestantes y mahometanos no entre los católicos. Supongo que también trabaja Vd. a tiempo total y que está bien pagado. Sin embargo, no es eso lo que nos pide nuestro Señor...»

Poca veces he sentido tanta bendición como cuándo leí este párrafo suyo. ¿Realmente usted ve a mi trabajo de esa manera y bajo esas características? Pues, doy toda la gloria a Dios.! Sepa que nada de lo que supone es cierto:

- No dispongo de ningún "equipo técnico", ya que administro el sitio yo sólo.

- No dispongo de ninguna "base de datos" mejor que la que cualquiera puede disponer con un acceso a Internet, o revisando publicaciones en alguna tienda de libros usados.

- Tampoco tengo "mucho dinero", ya que el sitio lo mantengo con el sueldo de mi trabajo secular y también gracias a esporádicas donaciones de hermanos del resto del mundo (a los cuales agradezco de corazón).

- Tampoco trabajo "a tiempo total" sino en mis ratos libres, quitándole horas al sueño (duermo 5 horas promedio) y a mi amada familia (esposa y 3 hijos).

- Y mucho menos "estoy bien pagado" porque TODO lo que hago lo hago gratis, no percibo ni una moneda como sueldo.

Con lo cual si usted me ve como describió, sólo tengo que dar la gloria al Señor por permitir que este débil y humilde discípulo pueda estar realizando un trabajo de tan reconocida magnitud.

 

« f. En el cristianismo la base de su doctrina, y sobre todo entre los católicos, es el amor. Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Pero sus escritos, por lo menos, los que yo he leído,  rezuman odio y rencor. Y esto incapacita para cualquier discusión...»

NO existe nada que incapacite más, para un análisis objetivo, que los propios prejuicios.

 

« La Biblia es un arma de doble filo: la utilizan los cristianos para el bien, y la utiliza el diablo para el mal. Y Vd. respira odio hacia la Iglesia Católica y utiliza la Biblia de forma torticera. ¿ Por qué? Cada vez que a una persona le pasa esto, existe algo en su vida que lo ha trastornado, y que prefiere mantener oculto. Necesita imperiosamente justificarse ante si mismo y ante los demás. Pero, ¿necesita Vd. destruir al prójimo o a sus creencias para ello? »

Alejo, discúlpeme pero sus prejuicios gozan de excelente salud. Lejos de mis intenciones el hacer algo meramente "por odio" (Dios no permita). No soy yo quien "destruye" sus creencias, sino la Escritura predicada. Además, cambiando de foco ¿piensa usted, acaso, que la verdad de Dios podría ser destruida? Si ambos estamos parados sobre LA ROCA - Jesucristo, ninguna "creencia" sufrirá pérdida. Ahora bien, si es "heno y hojarasca" la cosa cambia.

 

« g. ¿La Iglesia católica no ha hecho nunca nada bueno? ¿Sus miles de Santos y Mártires no cuentan? ¿Sus servicios a la humanidad no sirven para nada? ¿Qué religión se puede comparar a la católica a pesar de sus innegables defectos humanos? Quizá sea esta excelencia la que concita tantos odios, mentiras, y ataques. Quizá sea también  su unidad, prestigio y fortaleza ¿Dónde están vuestros santos y mártires?¿Quién pierde el tiempo atacando a vuestra religión- por cierto,  ¿cuál es? -, o al montón de ramas protestantes, o a ese sinnúmero de sectas, o  a los mahometanos, a los ortodoxos, budistas,…? Pues,  no señor,  el único blanco son los católicos...»

a. No se trata del obrar sino de la doctrina enseñada. A Satanás no le importa que nos amemos, le importa que no encontremos el camino de regreso al Padre, le importa alejarnos de Jesucristo.

b. Es razonable que parado desde su punto de vista pueda sonar creíble el argumento de pensar que "a la Iglesia se la ataca por envidia a su excelencia...". No es así.

c. Me temo que no habla en serio. Lea un poco de historia, Edad Media Baja y Media Alta. Los 500 años de "Santa Inquisición". Y después vuelva a evaluar lo que dijo.

 

« Análogamente, en política todos los tiros se dirigen a Bush y a USA,  el político y la nación más importante del mundo. ¿No tendrá algo que ver la envidia o intereses bastardos en esta materia? ...»

¿Analogía entre la Iglesia Católica Romana y los Estados Unidos de América? Usted no habla en serio, amigo. Créame que no está ni cerca de discernir el motivo verdadero del mensaje predicado.

 

« h. Jesús propone su doctrina, pero nunca la impone. Condiciona su doctrina a nuestra libertad...»

Coincido con ello. Y mire cuán diferente resulta lo que acaba de decir con la imposición obligatoria de dogmas que ejerce la Curia Romana sobre su feligresía:

Catecismo 88: "El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la Revelación divina o también cuando propone de manera definitiva verdades que tienen con ellas un vínculo necesario."

Catecismo 2089: "La incredulidad es la menosprecio de la verdad revelada o el rechazo voluntario de prestarle asentimiento. "Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos" (CIC, can. 751)."

Código de Derecho Canónico 209: "Los fieles están obligados a observar siempre la comunión con la Iglesia. Incluso en su modo de obrar".

Código de Derecho Canónico 212: "Los fieles, conscientes de su propia responsabilidad, están obligados a seguir, por obediencia cristiana, tod aquello que los Pastores sagrados, en cuanto representantes de Cristo, declaran como maestros de la fe o establecen como rectores de la Iglesia".

 

« Lo normal sería que cada uno se dedicase a proponer su verdad , su religión y dejar que los demás elijan...»

Justamente es de lo que se trata, de proponer la verdad y destapar la mentira, para que luego cada uno pueda elegir. Por otro lado le recuerdo que POCAS POSIBILIDADES DE ELEGIR me dieron a mi cuando a los pocos días de vida me bautizaron según el rito de la Iglesia Católica Romana.

 

« Pero nó, no es suficiente que cada uno considere  a la suya la única verdadera, la mejor; además hay que demostrar que las demás son malas, perversas y denigrarlas todo lo posible para que así la nuestra aparezca con más relieve, más elevada. Esto tiene un nombre: mezquindad o complejo de inferioridad...»

Como está escrito: "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema." (Ga 1:8) "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio..." (2 Ti 4:1-5)

 

« Yo respeto profundamente a toda persona honesta que ,equivocada o no, sea consecuente y actúe de acuerdo con sus principios; pero me repugnan los fariseos de cualquier época. Son plantas malditas que siguen floreciendo en todas partes. Aparentan amar a Dios más que nadie, mientras le crucifican...»

Dudo mucho que un Fariseo predique a Jesucristo. Más bien son los que predican las obras de la Ley y la sujeción a una jerarquía de hombres. No podría haber utilizado un ejemplo más inadecuado.

 

« i. Es curioso que en buena parte de las páginas que he leído de Vd. no veo más adjetivos que:  absurdos, dicotomías, recursos de descrédito, y otros parecidos en todos los escritos ajenos...»

No lo culpo de que así lo vea. Es sencillo acusar sin pruebas. Y ante la falta de argumentos el descrédito hueco es una interesante alternativa (sino la única). Anhelo que las pueda leer sin prejuicios y sean para usted de bendición y edificación espiritual.

 

« ¿Qué pensará su Dios, si es que lo tiene,  cuando vea que la única finalidad de su vida estriba en morder rabiosamente a cualquier hijo del Señor que no sea de su banda?...»

O bien su confusión es inmensa, o echa mano de un argumento tan fácil como inexacto. Aquí no se trata de "bandas" sino de conocer y seguir al Cristo por sobre cualquier Institución de hombres. Porque, note algo importante: mientras algunos predican a Cristo otros meramente defienden a su Institución religiosa. Con lo cual... ¿quienes serían entonces los que defienden a "su banda"?

 

« ¿En qué se parecen sus escritos a los del Evangelio? ¿No resulta algo  pedante y  un poco soberbio? ¿Quién le ha hecho creer que es Vd. el  Pontífice verdadero e infalible de su religión y de las demás? »

Absolutamente nadie, Alejo. Ni pretendo serlo. Nuevamente el descrédito. Yo expongo para reflexión. Lo toma o lo deja. Ya el apóstol San Pablo recomienda: -"Analizadlo todo, retened lo bueno". Y eso es lo que propongo, Biblia en mano.

 

« j. A pesar de nuestras divergencias humanas  todos los cristianos coincidimos en  considerarnos hermanos – hermanos, no primos- con el deber imperativo de amarnos...»

Lamentablemente "Cristiano" es una palabra que algunos han puesto muy de moda, adjudicándola a mansalva e indiscriminadamente. Cristiano se es cuando se es seguidor del Cristo, no de infalibles Pontífices ni de vírgenes a granel según la conveniencia de la zona ni de doctrinas de hombres, acomodadas a particulares intereses. Yo considero "hermanos" a quienes son hijos del mismo Padre, según el Evangelio de Juan 1:12-13.

"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." (Juan 1:11-13)

Y el deber imperativo de amarnos no termina solamente en los "hermanos", porque si amamos solamente a quienes nos aman ¿qué méritos tenemos?

"Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo." (Lucas 6:32-33)

Y predico justamente para que SEAMOS hermanos, no meramente para "considerarnos" como tal...

 

« Jesús nos recuerda que “como juzguemos seremos juzgado”.También nos habla de “la paja en el ojo ajeno y la viga en el nuestro”. A los “sabelotodo” nos recuerda que “si no nos hacemos como niños no entraremos en el reino de los cielos”. Mejor será que escribamos menos y recemos más...»

Mejor será que escribamos menos, leamos más la Biblia, y oremos más (que no es lo mismo que "rezar") en búsqueda de la Voluntad de Dios. Hacer otra cosa es vivir meramente sometidos a hombres, suponiendo estar siendo agradables a Dios... La verdadera Fe comienza donde la Voluntad de Dios es conocida.

 

« Así que, hermano mío, no se moleste en contestarme. Con este escrito termino una correspondencia inútil que no debí empezar. Sin embargo, cuente con mis oraciones para encontrar al verdadero Cristo, al que nos va a juzgar...»

Curioso su proceder, Alejo. Me promete sus oraciones para que "pueda encontrar al verdadero Cristo", pero me niega toda conversación, manera más que adecuada para que el Evangelio de Cristo sea conocido. Esto inevitablemente me lleva a hacerme una pregunta: ¿es ese su real sentir o simplemente lo ha escrito como una conclusión elegante? Si usted realmente desea que encuentre al verdadero Cristo, ¿por qué desaprovechó esta excelente oportunidad para predicármelo?

 

« Que el señor nos bendiga y tenga misericordia de todos nosotros

Amén.

 

Quedo a sus órdenes.

Dios le bendiga y le guarde en Cristo.

Daniel Sapia
webmaster

 

 

Inmediata respuesta del Sr. Alejo Fernández Pérez (9/11/2003)

(Luego de ser notificado por correo de la publicación de mis comentarios)

« No pierda más el tiempo. Su carta ha ido derecha a la papelera ...
Alejo »

No con poco esfuerzo logro imaginar un espíritu verdaderamente cristiano detrás de esta actitud, la cual no llego a comprender si es realmente cierto que desea bendecirme para que encuentre al "verdadero Cristo, ese que nos va a juzgar", según el manifestado objetivo de su oración.

Usted sabrá.

Dios le bendiga y le guarde en Cristo.

Daniel Sapia
webmaster

 

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