Nos escriben ...
Carta de un
Sacerdote Católico |
Muy estimado Daniel: Soy sacerdote Católico y he visto con detenimiento tu página y tus escritos. En especial me llamó la atención el escrito sobre "Conversando con Católicos" (no estoy seguro si "conversando" califica realmente tu escrito). Mi duda es; ¿Qué fin pretende un hermano evangélico al hablar así?... Realmente tú no crees que aunque hay diferencias doctrinales, el Católico que vive la caridad y el amor como lo dice Jesús (Mt 25,31 y ss) se salvará? Según se desprende del texto de Mateo (y muchísimos más) la salvación está fundamentada en la vivencia del amor y no en ser Católico o Evangélico (protestante) o en haber leído la Biblia y conocer al dedillo cada uno de sus pasajes. Reconozco con humildad que falta mucho lectura e instrucción bíblica en nuestro mundo católico, pero también reconozco que las grandes obras de amor que ha emprendido la Iglesia son el signo de la presencia del Espíritu Santo en nuestro pueblo cristiano.... ¿O acaso tu piensas que una persona como la madre Teresa de Calcuta (y miles como ella), por no ser "Evangélica" no se salvó? Si realmente estás buscando la salvación de tus hermanos... no instigues a la lucha o a marcar las diferencias doctrinales (estás se irán solucionando con el tiempo), ni cites libros de sacerdotes que vivieron antes de la reforma del Concilio Vaticano II, y menos cánones que no corresponden al nuevo Derecho Canónico (la cita que das del canon corresponde al aborto c. 1398), pues esto como tu dices confunde a los miembros de la Iglesia Evangélica al decir algo que no corresponde a la verdad... Ayúdanos (al pueblo de Dios, Evangélico o Católico) enseñando a amar a los demás... Te invito a usar todas las citas que conoces para ayudarnos a vivir el amor... pues esta será la regla con la que nos juzgará el Dios de la Misericordia que ha enviado a Jesucristo, no para condenarnos sino para salvarnos. Que Dios te Bendiga y haga de tu trabajo evangélico, una obra de misericordia como lo fue la de Jesucristo a quien tu sirves y predicas. Como María, todo por Jesús y para Jesús. EM
Respuesta de Daniel Sapia
Estimado EM Gracias por escribirme. Espero que tus cosas estén bien, y que este Nuevo Año 2003 depare abundantes bendiciones para tu vida. También quiero agradecerte el que dediques tiempo para leer el material que comparto en el sitio. Respecto a tu atenta carta, permíteme compartirte mis comentarios:
1. Soy sacerdote Católico en Monterrey México y he visto con detenimiento tu página y tus escritos. En especial me llamó la atención el escrito sobre "Conversando con Católicos" (no estoy seguro si "conversando" califica realmente tu escrito). Bueno, al momento de colocarle el título "Conversando con Católicos.." tenía en mente ciertas consideraciones a tener en cuenta al momento de entablar una conversación "religiosa" con algún familiar o amigo que profesa la fe Católica Romana. De allí el nombre...
2. Mi duda es; ¿Qué fin pretende un hermano evangélico al hablar así?... Perdón, pero no he llegado a comprender el sentido de tu pregunta: ¿Al hablar cómo..?
3. Realmente tú no crees que aunque hay diferencias doctrinales, el Católico que vive la caridad y el amor como lo dice Jesús (Mt 25,31 y ss) se salvará? Definitivamente no. Si la causa de nuestra salvación fuera meramente la medida de nuestro amor, entonces el sacrificio de Cristo no tuvo sentido, pues Dios Padre "salvaría" a las personas con gran amor en sus corazones (y si así fuera, conozco ateos que cumplirían con ese requisito). Diferente es vivir esa "caridad y amor" producto de su nuevo nacimiento espiritual, como nueva criatura en Cristo Jesús. Este obrar amoroso no está pensado como CAUSA de nuestra salvación sino como EFECTO por haber sido hechos salvos, convertidos en hijos de Dios, por gracia, por medio de la fe en el perfecto sacrificio expiatorio de Jesucristo, el Cordero Inmaculado de Dios que quita el pecado de todo aquél que en Él cree. Dicho de otra manera, no somos salvos POR Buenas Obras sino PARA Buenas Obras. Ya lo enseña claramente el apóstol San Pablo en su carta a los Efesios, en Efesios 2:8-10. Esto para nada disminuye la relevante importancia de nuestras actitudes caritativas y amorosas. El verdadero cristiano debe ser obrador de bien. No puede haber salud espiritual en Cristo en un corazón que no sienta misericordia por su prójimo y que no la ponga por obra. Respecto al texto que gentilmente citas, Mateo 25:31 y ss., es importante prestar atención a lo que allí dice. La clave radica en UNA palabra de todo el texto, cuyo sentido, obviamente, jamás podría contradecir al citado anteriormente de Efesios 2:8-10. Según esta parábola de Jesús, quiénes irán a la vida eterna serán los justos (vv.46). No dice los buenos, los amorosos, los caritativos.. sino "los justos". Esta palabra también la encontramos en el versículo 37. Si nos basamos en las afirmaciones del apóstol Pablo cuando declara que "no hay justo ni aún uno" (Romanos 3:10) y en las palabras del mismo apóstol de que somos "Justificados, pues, por la fe.. por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 5:1), inferimos que la salvación de Mateo 25:31 y ss no es por obras, sino por gracia, por medio de la fe, la cual nos justifica ante Dios Padre. Escrito está: "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios." (Juan 3:18)
4. Según se desprende del texto de Mateo (y muchísimos más) la salvación está fundamentada en la vivencia del amor y no en ser Católico o Evangélico (protestante) o en haber leído la Biblia y conocer al dedillo cada uno de sus pasajes. Bueno, hemos visto que la salvación depende de (se fundamenta en) la fe, no en las vivencia del amor, el cual es sólo uno de los frutos del nuevo hombre, renacido, hijo de Dios, nueva criatura en Cristo, ahora salvo. Obviamente la salvación tampoco se fundamenta en ser Católico, Ortodoxo, Evangélico o Protestante, etc. sino en ser Cristiano. Tampoco depende en haber leído la Biblia y conocerla al dedillo; Satanás la conoce de punta a punta mejor que cualquier evangelista. La diferencia radica en que no sólo debe conocerse, sino también creerse y obedecerse.
5. Reconozco con humildad que falta mucho lectura e instrucción bíblica en nuestro mundo católico, pero también reconozco que las grandes obras de amor que han emprendidito la Iglesia son el signo de la presencia del Espíritu Santo en nuestro pueblo cristiano.... Estimado EM, no deseo que lo tomes a mal, pero obrar caritativamente no es señal suficiente para asegurar que se es poseedor del Espíritu Santo.
6. ¿O acaso tu piensas que una persona como la madre Teresa de Calcuta (y miles como ella), por no ser "Evangélica" no se salvó? Primeramente deseo manifestar que no me considero NADIE para definir infaliblemente quién se salvó y quién no; esa potestad es soberanía sólo de Dios. No obstante digo para la madre Teresa lo mismo que para CUALQUIER PERSONA, a saber, como afirma Juan 3:18, que "Quién en Él no cree está (presente) condenado". Si la madre Teresa confió en sus obras y NO CREYÓ conforme a la Voluntad de Dios, entonces está condenada (y lo dice la Biblia, no yo). Y repito: no pasa por ser "Evangélico". Conozco muchos "Evangélicos" que necesitan URGENTE una muy buena sacudida del Espíritu Santo...
7. Si realmente estás buscando la salvación de tus hermanos... no instigues a la lucha o a marcar las diferencias doctrinales (estás se irán solucionando con el tiempo) No instigo a la lucha, sino a la reflexión BIBLIA EN MANO. Y si esas diferencias doctrinales no son expuestas, veo difícil que se solucione algo con el tiempo... ¡Cuán importante será la pureza doctrinal, que el mismo apóstol Pablo recomendaba la importancia del "mensaje" en lugar de denotar la importancia del "mensajero"..! San Pablo mismo advierte acerca de prestar atención al Evangelio que se les predique, desechando uno falso aunque les sea predicado por un ángel o por él mismo... (Gálatas 1:8-9). O sea, para el apóstol lo importante es «QUE» se dice y no «QUIEN» lo dice. A la inversa de la doctrina Católica Romana de la "infalibilidad", que define como VERDADERO cualquier cosa que el Sumo Pontífice Romano declare "Ex-Cáthedra".
8. ni cites libros de sacerdotes que vivieron antes de la reforma del Concilio Vaticano II, y menos cánones que no corresponden al nuevo Derecho Canónico (la cita que das del canon corresponde al aborto c. 1398), pues esto como tu dices confunde a los miembros de la Iglesia Evangélica al decir algo que no corresponde a la verdad... Jamás predicaría algo que conscientemente se que no corresponde a la verdad. Acepto de muy buen agrado que me hagan llegar las observaciones PUNTUALES de lo que consideren erróneo, prometiendo revisarlo. Todos los dichos de sacerdotes pre-conciliares poseen IMPRIMATUR DE LA IGLESIA. Con lo cual, lo afirmado por ellos estuvo aprobado por la jerarquía de la "semper eadem" Iglesia Católica Romana. No veo la radical importancia si fue afirmado antes o después de determinado concilio.
9. Ayúdanos (al pueblo de Dios, Evangélico o Católico) enseñando a amar a los demás... Amar al prójimo es también advertirle acerca de transitar caminos espirituales erróneos, cuyo fin es camino de muerte (Proverbios 14:12). Y como siempre digo: si nuestra motivación a predicar el Evangelio no se basa en el amor por las almas que se pierden, mejor deberíamos dedicarnos a otra cosa. El Cristiano está llamado a ganar almas, no meras disputas doctrinales huecas, carentes de amor. Amor sin Verdad es lazo de Satanás. A Satanás no le preocupa ni le importa que "nos amemos". Lo que le importa es que nos extraviemos de Jesucristo.
10. Te invito a usar todas las citas que conoces para ayudarnos a vivir el amor... pues esta será la regla con la que nos juzgará el Dios de la Misericordia que ha enviado a Jesucristo, no para condenarnos sino para salvarnos. Escrito está: "Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." (Juan 1:9-13)
11. Que Dios te Bendiga y haga de tu trabajo evangélico, una obra de misericordia como lo fue la de Jesucristo a quien tu sirves y predicas. Amén. Recibo tu bendición en amor fraternal, y la retribuyo en el mismo espíritu. Es mi oración que seas prosperado en todos tus caminos, tanto en lo material como en lo espiritual. Dios te bendiga y te guarde en Jesucristo, Rey de reyes, para Quién es toda gloria, honra, honor, potencia y majestad. Por los siglos de los siglos. Amén.
Daniel Sapia
Respuesta del Sacerdote Católico
Muy estimado Daniel: Hace muchos años aprendí que es inútil y pérdida de tiempo el “dialogar” (y mucho menos esperar que acepten nuestro punto de vista) con los hermanos de la Iglesia de la Reforma… partiendo del hecho de que ustedes no nos consideran ni siquiera hermanos… y “a priori” ya nos han condenado de manera que todo en lo que creemos está mal (ya se que me dirás que…. No te molestes)… en fin. Que idea tan terrible tienes de Dios, que diariamente condena a los miles de seres humanos que no son “Cristianos” según tu concepto de cristianismo…. Que Dios tan malvado que condena a musulmanes, Judíos, budistas, etc., sin darles la más mínima oportunidad de salvarse… a pesar de haber sido creados por él mismo… Perdóname pero el Dios en el que yo creo no es ni por asomo así… ese, hasta donde yo entiendo, no es el Dios que predicó Jesucristo. Yo creo en el Dios de la misericordia, que desde la cruz dijo: “Padre perdónalos pues no saben lo que hacen”. Ese es el Dios que confiesa nuestra Santa Iglesia. Que lástima que no sea el tuyo… serías mucho más feliz (… también en la Eternidad). Por ello, y dado que la caridad no es el camino a la unidad, sino la confrontación con miles de citas que pueden acomodarse e interpretarse con facilidad para quien las conoce bien (o quizás debería de decir, para quien las desconoce en su sentido propio y no literal)… la verdad, no creo que valga la pena, el continuar esta charla infructuosa para ti y para mi… Dios nos juzgue a ti y a mi con misericordia… con la misma Misericordia con la que nosotros juzgamos a nuestros hermanos. Ayuda a tus hermanos a conocer la verdad (como lo dice tu página)… pero esfuérzate por que sea LA VERDAD y no TU verdad. No te molestes en contestarme… no tiene caso. Que Dios te dé su luz y su bendición. Como María, todo por Jesús y para Jesús. EM
Respuesta (final) de Daniel Sapia
Estimado
EM Agradezco el tiempo que has dedicado a leer mi carta y a redactar la respuesta. Aunque debo confesar que me ha apenado tu actitud de menospreciar lo que yo pudiera decir, al punto de recomendarme directamente que no me molestara en responderte, porque “no tenía caso...”. Yo jamás niego a nadie que me comparta lo que piensa (si lo hace con respeto), porque si de predicar el Evangelio de Cristo se trata, todos debemos tener la certeza de que estamos transitando en Él, porque el Cristo padeció y PAGÓ CON SU SANGRE por todas las pecadoras almas que conforman la Humanidad. Si “pastoreamos” solamente a quienes comulgan con nuestras creencias ¿qué clase de pastores somos?
Tienes todo el derecho de tener otra opinión respecto a los alcances de la Misericordia de Dios, pero no puedes argumentar tan sencillamente que lo que expuse en mi anterior respuesta no sea Voluntad y Palabra de Dios cuando ni siquiera has expuesto tus fundamentos bíblicos que indiquen lo contrario, o que sustenten tu opinión. Pero entiendo que hayas sido instruido para pensar que lo que la Iglesia Jerárquica diga es “indiscutible” y debe ser aceptado así, aunque personalmente se piense otra cosa. Ya lo expresó claramente Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales – Reglas para sentir con la Iglesia (Nº 365:1, si no recuerdo mal) "Debemos siempre tener, para en todo acertar, que lo blanco que yo veo creer que es negro, si la Iglesia jerárquica así lo determina..". Yo no descarto tu explicación ni mucho menos la menosprecio. Lo que hago es analizarla a la luz de “La Regla” (Canon) según lo expresado por Dios en Su perfecta Palabra, las Sagradas Escrituras.
1. Hace muchos años aprendí que es inútil y pérdida de tiempo el “dialogar” (y mucho menos esperar que acepten nuestro punto de vista) con los hermanos de la Iglesia de la Reforma… partiendo del hecho de que ustedes no nos consideran ni siquiera hermanos… y “a priori” ya nos han condenado de manera que todo en lo que creemos está mal (ya se que me dirás que…. No te molestes)… en fin. No es molestia. Permíteme que te haga notar la contra producente carga de prejuicios con que encaras el tema. Es al menos una desprolija exageración argumentar que los cristianos evangélicos “hemos condenado” a nadie, ni mucho menos que TODO lo que el fiel católico cree “está mal”. De esta manera y parado sobre estas premisas, no es extraño que cualquier cosa que yo diga sea rechazada “ipso facto” si no coincide con lo que deseas creer. El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dice: “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo..” Y en eso me esfuerzo, en proclamar lo que la Palabra de Dios dice y no lo que los hombres deseen escuchar. Podré equivocarme (¿quién hay exento de error?), pero Dios conoce lo profundo de mi corazón y la honestidad de mis intenciones. Gloria a Su Santo Nombre. A veces creo que este tipo de reacciones (evitar el diálogo, considerándolo inútil) es típico de las personas que prefieren cerrarse en lo que ellos desean creer, por temor a descubrir que “más allá” puedan existir cosas que hagan tambalear sus creencias, su fe, su vida entera... Discúlpame por lo que te digo, no quiero que lo tomes a mal, ni pretendo ofenderte. Pero es lo que entiendo que sucede. Mucho más luego de leer más de 50 testimonios de ex sacerdotes católicos convertidos al Cristianismo Bíblico, y de mantener correspondencia por email durante casi 3 años con católicos laicos, catequistas, seminaristas y sacerdotes. Aquí lo importante no es estar “separado” de la Iglesia Católica, ni de la Evangélica (que no es lo mismo que “Protestante”, ya que hay Protestantes que NO son Evangélicos, como los Adventistas u otros grupos), ni de la Ortodoxa. Lo verdaderamente importante es saber si estamos separados de Jesucristo.
2. Que idea tan terrible tienes de Dios, que diariamente condena a los miles de seres humanos que no son “Cristianos” según tu concepto de cristianismo…. Mi concepto de Cristianismo (como denominas) se basa en lo registrado en las Sagradas Escrituras. Si consideras que estoy en un error, te ruego no permitas que permanezca en él. Demuéstramelo con la misma Escritura.
3. Que Dios tan malvado que condena a musulmanes, Judíos, budistas, etc., sin darles la más mínima oportunidad de salvarse… a pesar de haber sido creados por él mismo… Tienes el derecho de creer lo que desees. Yo elijo creer lo que nos dice Dios en la Biblia, más allá y por encima de lo que a mi me parezca correcto: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” El Judío rabínico no cree (acepta) a Jesucristo como su Señor y Salvador. Tampoco el Budista, tampoco el Musulmán... La Palabra de Dios es muy clara al respecto… ¿Qué Dios no les da oportunidad? La tienen en sus manos cada vez que un hijo de Dios le predica el Evangelio. Que lo rechacen es otro tema. ¿Cabría para mi anterior cita de Juan 3:18 tu comentario de que yo “acomodo.. por desconocer su sentido propio..”?. Si es así, según tu interpretación (la que la Iglesia indique) ¿Cuál es el sentido propio de dicho texto? Te agradeceré me lo compartas, haciéndome notar cuándo Dios afirma que alguien que no cree en Cristo (creencia en sentido de apropiación de su condición de Redentor) puede ser salvo (como vergonzosamente afirma el Catecismo Nº 1260) Escrito está: ”Yo soy el camino, la Verdad y la Vida; NADIE viene al Padre sinó por mi..” (Juan 14:6)
4. Perdóname pero el Dios en el que yo creo no es ni por asomo así… ese, hasta donde yo entiendo, no es el Dios que predicó Jesucristo. Yo creo en el Dios de la Biblia, la cual acabo de citar en 2 textos que exponen y fundamentan lo que creo.
5. Yo creo en el Dios de la misericordia, que desde la cruz dijo: “Padre perdónalos pues no saben lo que hacen”. Ese es el Dios que confiesa nuestra Santa Iglesia. Que lástima que no sea el tuyo… serías mucho más feliz (…también en la Eternidad). Acepto que todo lo que me dices, lo dices con buena voluntad y con el anhelo de bendecirme. Y yo te lo agradezco. Pero me parece cuanto menos desprolijo que afirmes que yo no creo en el Dios de misericordia y que el Dios de misericordia “no es mi Dios”. Es paradójico, pero me dices esto a pesar de que me fundamento en la Biblia, y no en suposiciones. Además, y con todo respeto y paz en el corazón, te pregunto: ¿cómo puedes saber cuán feliz soy? ¿por qué prejuzgas de esa manera tan desprolija? No me caben dudas que tus intenciones son buenas. Pero ¿no crees que es arriesgada tal suposición, sin siquiera conocerme? Yo he sido católico romano durante 32 años y durante ese tiempo recibí TODOS los Sacramentos que la Iglesia imparte. Con lo cual, para Ella yo era católico, y era contado como tal... Desde hace más de 10 años he aceptado a Cristo y abandonado el ritualismo, tradiciones y doctrinas extra-bíblicos de la Iglesia Católica Romana. Con lo cual, puedo hablar de ambas profesiones de fe porque las he vivido. ¿Comprendes lo que intento decir?
6. Por ello, y dado que la caridad no es el camino a la unidad, sino la confrontación con miles de citas que pueden acomodarse e interpretarse con facilidad para quien las conoce bien (o quizás debería de decir, para quien las desconoce en su sentido propio y no literal)… la verdad, no creo que valga la pena, el continuar esta charla infructuosa para ti y para mi… Nuevamente te digo, sin ánimo de ofenderte, que creo que este argumento es solamente una salida elegante a una cuestión que meramente deseas evitar. No es mi intención confrontar con “miles de citas acomodadas”. Y comprende, por favor, que para ti, el único “sentido propio” que posee la Escritura es aquél que la Jerarquía de tu Iglesia te obliga a adherir (CIC Nº 88). Y si de algo sirve, no considero “infructuosa” a nuestra charla, sino todo lo contrario.
7. Dios nos juzgue a ti y a mi con misericordia… con la misma Misericordia con la que nosotros juzgamos a nuestros hermanos Dios no juzga con misericordia sino con Perfecta Justicia. Esto es básico en el Plan de Dios. Como está escrito: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hechos 17:30-31) Considero que nunca he juzgado a nadie, en el sentido condenatorio de la palabra. Al respecto, sería útil que podamos comprender la diferencia que existe entre “juzgar” y “considerar”. Recomiendo la lectura de Hechos 4:19, 1º Corintios 10:15, 1º Corintios 11:13 y considerar el sentido de las palabras del apóstol Pablo en 2º Timoteo 4:1-2. Obviamente el “reprendido, exhortado y redargüido” podría alegar que Timoteo lo “estaba juzgando..” A lo sumo, no soy yo quien “juzga”, sino la Palabra predicada. Dijo Jesús: “Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero..” (Juan 12:47-48)
8. Ayuda a tus hermanos a conocer la verdad (como lo dice tu página)… pero esfuérzate por que sea LA VERDAD y no TU verdad. Amén.
9. No te molestes en contestarme… no tiene caso. Que Dios te dé su luz y su bendición. Bueno, si has llegado hasta aquí quiero agradecerte tu paciencia para conmigo. Como dije antes, no ha sido molestia el responderte. ¿Cómo podría ser molestia hablar de Aquél que siendo perfectamente Santo entregó Su preciosa vida en pago por MI pecado? ¿Cómo sentir desinterés o molestia por predicar al Cordero Inmaculado que pudiendo haberse bajado de la cruz, soportó el sufrimiento por amor a los pecadores, de los cuales soy el primero..? Jesucristo me ha hecho libre, me ha dado vida nueva, ha limpiado mi pecado, me ha dado su paz... ¿cómo podría molestarme hablar de Él? Todo lo contrario: de gracia he recibido, de gracia doy... Tal vez algunas cosas que dije pueden haber resultado “ásperas”. Te ruego me disculpes y comprendas que no lo dije con intención de ofenderte. Sucede que a veces hay cosas que es necesario decir, para poder reflexionar acerca de ellas.
Te mando un fuerte abrazo fraternal. Si consideras que alguna vez puedo serte de utilidad, escríbeme. Sería un gusto poder servirte.
Dios te bendiga y te guarde. En el amor de Cristo
Daniel
Sapia
" Sin derecho... " |
Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
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