Nos escriben ...
 

Carta de un Sacerdote Católico

Asunto: " Sin derecho... "

Es parte [2] de una serie que comienza aquí [1]

 

Sr. Daniel Sapia:

En estos días me informaron que SIN MI PERMISO publicó la correspondencia que hemos tenido usted y yo, lo cual es una falta, no solo de caridad para conmigo sino un delito. Usted puede publicar todo lo que quiera… todo lo que usted escriba, pero no tiene derecho a hacerlo con lo de los demás (cosa que he visto que no solo hace conmigo sino con los demás, mofándose de la falta de respuesta o de argumentos para contestarle… o simplemente de ganas para hacerlo).

La correspondencia que se tiene con una persona se considera privada a menos que el autor dé los permisos necesarios para que se publique.

Con esta Accion simplemente corrobora mi opinión sobre usted y su página que solo busca desacreditar a la Iglesias Católica. Si yo digo que yo no responderé por considera infructuosa nuestro diálogo.. o al menos así considerarlo yo, usted lo utiliza para descalificar mis motivos y hacerme quedar mal… y junto conmigo a la Iglesia que represento.

LE EXIJO,  en el nombre del Señor, que retire de su pagina WEB nuestra conversación o al menos las cartas que yo le envíe y que dé una disculpa pública por haberlo hecho sin mi consentimiento… en esto conoceremos si verdaderamente lo que predica lo vive, pues es muy bonito hablar del Señor, pero no lo es tanto el tener que humillarse al haber usado indebidamente las palabras de una persona.

Desafortunadamente no tengo los medios para exigir de otra manera, incluso legal el que usted se comporte como un cristiano… pero en el nombre de Jesús, hijo de Dios, que predicó la verdad, le exijo que retire esos documentos de sus página.

Predique a Jesucristo, pero no lo haga a costas de hacer notar los errores de los demás… especialmente de la Iglesia. Esta es una acción muy vil. Esto es algo que Jesús, a quien usted ama y predica, jamás hizo. Que Dios lo juzgue por lo que hace.

Como María, Todo por Jesús y para Jesús

EM


 

Respuesta de Daniel Sapia

 

Estimado EM, paz de Dios

Créame que lamento que esta situación lo haya fastidiado de esta manera. Nunca la intención fue faltarle a la caridad ni aprovecharme de sus expresiones, cosa que SI entiendo hubiera sucedido en caso de que hubiera revelado aspectos íntimos, o que le hubiera identificado por su apellido o que hubiera recortado sus dichos, sacándolos de contexto. Ninguna de esas cosas sucedió.

 

1. Sr. Daniel Sapia: En estos días me informaron que SIN MI PERMISO publicó la correspondencia que hemos tenido usted y yo, lo cual es una falta, no solo de caridad para conmigo sino un delito. Usted puede publicar todo lo que quiera… todo lo que usted escriba, pero no tiene derecho a hacerlo con lo de los demás (cosa que he visto que no solo hace conmigo sino con los demás, mofándose de la falta de respuesta o de argumentos para contestarle… o simplemente de ganas para hacerlo).

LEJOS estuve de pretender dejarlo expuesto en lo personal. En el caso que nos ocupa, para mi lo importante son los PLANTEOS, ARGUMENTOS y POSICIONES del  ocasional interlocutor, ya que muchas veces ESOS MISMOS PLANTEOS pueden ser utilizados en otras ocasiones y/o por otras personas. Máxime cuando quien los emite es nada menos que un Sacerdote católico romano, a causa de la autoridad que conllevan sus palabras.

Desde un primer momento he quitado a su carta toda referencia a su apellido, porque como dije antes, lo importante no es la persona (individual) sino las expresiones y argumentos por ella manifestados.

No obstante hay algo en su planteo que me sorprende, y que mas adelante mencionaré.

Ahora bien, algo que deseo que quede BIEN aclarado: Jamás, pero JAMÁS me he mofado de la falta de respuesta DE NADIE. Que usted se haya sentido de alguna manera (cómo llamarlo..?) “expuesto” luego de leer el intercambio es algo MUY DIFERENTE a decir que yo “me mofo” de la falta de respuestas. Al final he dicho “No se recibió respuesta” (que fue lo que realmente sucedió), cosa que está muy lejos de poder ser considerado “mofa”. Para ahorrarnos el tiempo le ruego me diga en qué preciso lugar está la mofa denunciada, y con gusto la suprimiré, con las disculpas del caso.

Por lo demás, le comparto mi criterio: no veo motivos para que el escrito, quedando anónimo, deba ser removido.

 

2. La correspondencia que se tiene con una persona se considera privada a menos que el autor dé los permisos necesarios para que se publique.

La correspondencia fue recibida en la cuenta de correo oficial del sitio, no en mi cuenta de correo personal, y desde un principio mi clara intención fue no exponerlo a Usted en lo personal, al punto (como ya dije) que su apellido nunca fue mencionado.

 

3. Con esta Accion simplemente corrobora mi opinión sobre usted y su página que solo busca desacreditar a la Iglesias Católica. Si yo digo que yo no responderé por considera infructuosa nuestro diálogo.. o al menos así considerarlo yo, usted lo utiliza para descalificar mis motivos y hacerme quedar mal… y junto conmigo a la Iglesia que represento.

No lo tome a mal, pero debería ser Usted quien debe considerar previamente las cosas que dirá y el riesgo de que ello “lo descalifique” o lo haga “quedar mal”. No creo correcto el tener que hacerme cargo de actitudes netamente suyas.

Textualmente Usted había dicho (resaltado mío):

Hace muchos años aprendí que es inútil y pérdida de tiempo el “dialogar” (y mucho menos esperar que acepten nuestro punto de vista) con los hermanos  de la Iglesia de la Reforma… partiendo del hecho de que ustedes no nos consideran ni siquiera hermanos… y “a priori” ya nos han condenado de manera que todo en lo que creemos está mal (ya se que me dirás que…. No te molestes)…  en fin.

“la verdad, no creo que valga la pena, el continuar esta charla infructuosa para ti y para mi…”

No te molestes en contestarme… no tiene caso..”

¿Quién lo desacredita a Usted? ¿Yo, o sus propias expresiones? Porque coincidirá que su actitud está MUY LEJOS de ser una actitud evangelizadora... Salvo que suponga que el Evangelio debe ser predicado sólo a los que están de acuerdo con nuestras premisas.

Yo no creo eso. A tal punto que también se lo predico a Usted. Y de “infructuoso” nada. Me permito repetirle un párrafo de mi respuesta anterior:

“...si nuestra motivación a predicar el Evangelio no se basa en el amor por las almas que se pierden, mejor deberíamos dedicarnos a otra cosa. El Cristiano está llamado a ganar almas, no meras disputas doctrinales huecas, carentes de amor. Amor sin Verdad es lazo de Satanás. A Satanás no le preocupa ni le importa que "nos amemos". Lo que le importa es que nos extraviemos de Jesucristo.”

No obstante comprendo que puedan presentarse diálogos con escasas expectativas fructíferas. Incluso acepto que estos particulares interlocutores no son exclusivos de ninguna comunidad o grupo. En esa línea recuerdo haber recibido como toda respuesta (y le aseguro que más de una vez) un sistemático “Lo creo porque la Iglesia así lo dice y punto. No es difícil concluir que un diálogo así tiene poca esperanza de ser de utilidad y edificación. Pero coincidirá conmigo que mi respuesta (basta releerla) estuvo muy lejos de tener un perfil semejante.

Además, yo no “busco“ desacreditar a nadie. Si ese es el resultado que supone arroja la lectura del intercambio, no es porque sea algo que “busque”, sino algo que probablemente se concluye como resultante de lo por usted expresado, que son cosas diferentes.

Si usted considera que QUEDA MAL decir (tan tempranamente y ante las primeras objeciones) que “no responderá por considerar infructuoso el diálogo”, pues, lo hubiera evaluado antes de responder... ¿o acaso su respuesta es diferente dependiendo de tener o no tener “público”? ¿Tiene acaso usted un discurso privado y otro público?

No es cierto que yo “descalifique sus motivos”. Solamente expuse nuestro (correcto) intercambio. Y si cree que sus actitudes lo hacen quedar mal a usted y a la Iglesia que representa, es un tema sobre el que debería recapacitar, aprovechando esta valiosa experiencia.

 

4. LE EXIJO,  en el nombre del Señor, que retire de su pagina WEB nuestra conversación o al menos las cartas que yo le envíe y que dé una disculpa pública por haberlo hecho sin mi consentimiento… en esto conoceremos si verdaderamente lo que predica lo vive, pues es muy bonito hablar del Señor, pero no lo es tanto el tener que humillarse al haber usado indebidamente las palabras de una persona.

Este es el punto central de su planteo que me deja más que sorprendido.

Usted dice que de acuerdo a mi proceder “conoceremos si verdaderamente lo que predico lo vivo..” Y yo me pregunto (sin ánimo de que lo tome a mal) ¿usted SI vive lo que predica? ¿Es su prédica “pública” igual a su prédica “privada”? Porque si así fuera, no entiendo entonces su molestia, ya que yo no he revelado aspectos PRIVADOS suyos, ni PERSONALES, ni INTIMOS (de hecho no los hubo), sino que nuestro intercambio fue mera, exclusiva y únicamente de tinte APOLOGETICO (y, tal cual se puede comprobar, llevado a cabo con todo respeto).

Ahora bien, la cosa cambiaría en caso de que Usted efectivamente predicara o enseñara (o mostrara) cosas diferentes a las manifestadas en sus 2 cartas... Allí sería entendible su reacción.

Tampoco considero haber usado indebidamente las palabras de nadie. Sólo expuse la conversación apologética íntegra, de manera completa (con lo cual incluso  tampoco podría argumentar que sus palabras fueron sacadas de contexto)

 

5. Desafortunadamente no tengo los medios para exigir de otra manera, incluso legal el que usted se comporte como un cristiano… pero en el nombre de Jesús, hijo de Dios, que predicó la verdad, le exijo que retire esos documentos de sus página.

Con todo gusto retiraré de los escritos las mínimas referencias que quedaron (solo su nombre de pila, porque su apellido nunca figuró) a fin de evitar cualquier cosa que haga suponer la identificación personal del remitente.

Por lo demás, no veo la relación de lo expuesto con que Jesús “haya predicado la verdad”. ¿Insinúa acaso que miento? No lo creo, porque sabe que no es así. Con lo cual desconozco el motivo de su expresión y su cuestionamiento sobre mi comportamiento cristiano.

 

6. Predique a Jesucristo, pero no lo haga a costas de hacer notar los errores de los demás… especialmente de la Iglesia. Esta es una acción muy vil. Esto es algo que Jesús, a quien usted ama y predica, jamás hizo. Que Dios lo juzgue por lo que hace.

Interesante su declaración: “No haga notar los errores de la Iglesia. (Institución)

En pos del brillo del Evangelio de Cristo yo llevo a la luz todo lo que considere necesario, se encuentre donde se encuentre. Incluso lo he hecho con personas que de conocerlas seguro se sorprendería.

Por otro lado yo sólo RESPONDI a objeciones que usted mismo enviara a la cuenta del sitio, aunque ahora lo catalogue como "hacer notar los errores de los demás".

Y respecto a esto, que usted denomina "acción vil, algo que Jesús jamás hizo", cito Sus palabras, dirigidas a los religiosos de la época:


Escrito está: "
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres." (Marcos 7:6-7)

"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad." (Mateo 23:25-28)


Duro ¿no? Son palabras de Jesús.
Con lo cual, valgan los ejemplos para demostrar que esto es algo que Jesús, a Quien amo y predico, efectivamente hizo.

Por lo demás nadie escapará al justo juicio de Dios. Por supuesto no seré la excepción (Etimológicamente “Daniel” significa “Dios es mi Juez”). Y en paz puedo decir que confiadamente me someto a la perfecta justicia de Aquél que escudriña nuestros corazones.

 

Como María, Todo por Jesús y para Jesús

EM

 

Dios le bendiga en Cristo.

Daniel Sapia
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"

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