Nos escriben ...
 

Carta de un Sacerdote Católico

Asunto: " RE: Sin derecho... "

Es parte [3] de una serie que comienza aquí [1] y continúa aquí [2]

 

Sr. Sapia:

No le estoy pidiendo que quite mi nombre sino el escrito que usted no tiene derecho de publicar. Aun habiendo escrito a su sitio, si usted es una persona honesta debe reconocer que no tiene derecho de hacer público lo que no tenía ese carácter. Si yo hubiera escrito para tener un debate publico, como dice Jesús: “Habira calculado mis fuerzas para ver si emprendia la empresa o no”, que traducido sería si queria o no terminar el diálogo, o si me interesaba terminarlo o no. Pero no fue así…

Por ello, no me descalifica mi escrito, pues creo, como usted, que lo que escribo lo hago en la verdad del evangelio. Pero el hecho de que yo me retire de la conversación por considerarla infructuosa y poner mi tiempo en otras cosas que pueden ser de más utilidad a mi comunidad y a la Iglesia, en la forma en que usted lo expone: sacerdote católico, haría pesar a quien pasa por su sitio y lee esto, que usted tiene razón… y que al no poder rebatirlo con suficientes argumentos usted es el que tiene la verdad…. TODA Y LA UNICA VERDAD… y tal es la contundencia de sus argumentos que NI UN SACERDOTE  pudo rebatirla.

La verdad Sr. Sapia, quisiera tener el tiempo para poder rebatir todos sus argumentos y ayudarle a ver sus errores doctrinales y teológicos… pero no lo tengo, pues prefiero usarlo en personas que se abren y no en aquellas que antes de que termine de hablar ya han pensado 10 argumentos contrarios a lo que estoy diciendo… y así solo se pierde el tiempo… el suyo y el mío (pues yo estoy seguro que como es su costumbre ya tiene lista la contestación para cada uno de los párrafos de este escrito).  

Por este motivo, como lo hice en mi escrito anterior, no le pido que quiete mi nombre o mis apellidos sino que RETIRE DE SU PAGINA el escrito para el cual usted no pidió permiso para publicar.

Jesús ciertamente expuso a los fariseos en cuanto la doctrina que profesaban la cual estaba basada en las apariencias y no en una vida interior profunda y conforme a la ley… Usted, expone a la Iglesia y quien le escribe haciéndolo ver como un ignorante… lo cual es una falta de caridad y de respeto… pues de lo que estamos hablando no es de la vivencia del evangelio, sino de sus ideas, sus interpretaciones de la Biblia, de sus doctrina, la cual usted opone a la Escritura.

Espero que recapacite y las conversaciones que tenga con sus lectores no las publique a menos que usted tenga el permiso escrito de ellos… de lo contrario falta a la caridad y comete un delito.

Como María, Todo por Jesús y para Jesús

EM


 

Respuesta de Daniel Sapia

 

Paz de Dios.
Agradezco su tiempo.
Permítame hacerle mis comentarios a su última correspondencia.

En este asunto están en danza dos cuestiones diferentes:
 

a) Por un lado el hacer pública una carta privada identificando unívocamente a su remitente, revelando su nombre y apellido.

b) Por otro lado una carta privada de un Sacerdote Católico Romano sobre temas EXCLUSIVAMENTE apologéticos, publicada de manera totalmente ANÓNIMA (sin identificar al autor), pero cuyo contenido dicho autor prefiere que no se de a conocer por la imagen que pudiera dejar de dicho ministro y de la comunidad a la que pertenece.

 

El caso a) no ha sucedido, con lo cual lo desconsidero.

Respecto al caso b), considero que algunas cuestiones (en las cuales me baso) me permiten perfectamente publicar la carta de forma ANÓNIMA, sin que en absoluto sea ilícito el mencionar paralelamente la función (ministerio) que desempeña el autor de la misma, a saber, un Sacerdote Católico Romano. Cuestiones que, como comprenderá, no puedo no tener en cuenta al momento de evaluar la pertinencia de su pedido:

a) Usted fue quien escribió al sitio “Conoceréis la Verdad” para realizar comentarios críticos (diciendo que “instigo a las luchas”) sobre el escrito “Conversando con Católicos” allí contenido.

b) Usted abre su carta reconociéndose Sacerdote Católico; no lo he “descubierto” yo en base a su nombre y apellido. Con lo cual Usted era consciente de que escribía como tal.

c) Yo he colocado sus escritos COMPLETOS. Nadie podría decir que he sacado de contexto a sus expresiones. Lo que Usted dijo allí está, completo, tal cual lo dijo.

d) Tampoco coloqué su nombre y apellido, ni informé la IMPORTANTE función que (paradójicamente) cumple en un sitio web de “Evangelización”. Mi trato en este sentido fue, es y será anónimo. Mi intención (ante el Señor que no miento) jamás fue perjudicarlo en lo personal.

e) Nuestra corta y respetuosa conversación giró SIEMPRE sobre temas apologéticos. En absoluto se tocaron temas privados o íntimos que ameriten lógica y descontada reserva.

f) Usted fue quien, ante mi PRIMER respuesta (la que le ofrecí con total cordialidad, como puede comprobarse) tildó nuestra conversación, ya en su PRIMER PÁRRAFO, de “inútil y pérdida de tiempo”, posteriormente lamentándose de manera peyorativa de que “el Dios que confiesa la Santa Madre Iglesia no es el mío...” y que no tenía sentido continuar “esta charla infructuosa para ti y para mi”.

 

Ahora bien, Usted me preguntará cuál es el fin de hacer públicos estos intercambios de opiniones. Pues, básicamente las intenciones son 2:

a) Servir de referencia a cualquier persona que, desde su misma posición, posea y exteriorice similares dudas u observaciones respecto al escrito cuestionado y sus intenciones de trasfondo. O bien para cualquiera que, como en mi caso, reciba las mismas observaciones, preguntas o cuestionamientos.

b) Exponer el nivel de prejuicios y discriminación que, a diferencia de la teoría que se predica, puede llegar a existir en ciertos ámbitos religiosos. Para ello bien vale tomar como base las afirmaciones de un Sacerdote Católico y, como si fuera poco, encima de IMPORTANTE función en un sitio web de evangelización (paradójico), quien declara que desde hace “mucho tiempo” comprendió que es “inútil y pérdida de tiempo” además de “infructuoso” el dialogar con los hermanos de la Reforma (Protestantes).

Bueno es advertir lo que sucede. Valioso es poder demostrarlo...


El escrito ANÓNIMO
, sin identificar remitente, continuará publicado.

 

 

1. Sr. Sapia:

No le estoy pidiendo que quite mi nombre sino el escrito que usted no tiene derecho de publicar. Aun habiendo escrito a su sitio, si usted es una persona honesta debe reconocer que no tiene derecho de hacer público lo que no tenía ese carácter. Si yo hubiera escrito para tener un debate publico, como dice Jesús: “Habira calculado mis fuerzas para ver si emprendia la empresa o no”, que traducido sería si queria o no terminar el dialoo, o si me interesaba terminarlo o no. Pero no fue así…

Sea público o privado, entiendo que Usted escribió sus comentarios imaginando que habría devolución, que podría generar un “intercambio” (o debate), y en esa línea debería haber calculado “sus fuerzas”. Salvo que (vaya uno a saber por que causas) Usted haya pensado que yo no respondería a sus cuestionamientos.

Y el tema NO ES la medición de fuerzas, sino las expresiones vertidas, que revelan su modo de pensar (y por ende proceder). Porque si (supongamos) fuera por las “fuerzas insuficientes” hubiera bastado en su segundo escrito con responderme simplemente (como a veces hacen o hago) “Gracias por su respuesta. Dios le bendiga.”. Pero está muy claro que aquí no es ese el punto. Si Usted hubiera respondido solo eso, es MUY probable que nunca hubiera habido nada que reclamar.

Y le aseguro que en paz dejo mi honestidad expuesta delante de Dios.

 

2. Por ello, no me descalifica mi escrito, pues creo, como usted, que lo que escribo lo hago en la verdad del evangelio.

“Id por el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” no se condice mucho con catalogar a priori a charlas de “infructuosas” y a diálogos de “pérdida de tiempo o inútiles”. Y sólo como ejemplo, tenga en cuenta el tema que tocamos sobre el Juicio de Dios, si lo hará con “perfecta justicia” (Como yo creo, según dice la Palabra) o con “misericordia” (como Usted sostiene).

 

3. Pero el hecho de que yo me retire de la conversación por considerarla infructuosa y poner mi tiempo en otras cosas que pueden ser de más utilidad a mi comunidad y a la Iglesia,

Nunca cuestioné que pusiera el tiempo en otras cosas (válgame!) Pero siendo ese el motivo (como dice) hubiera sido suficiente una respuesta del tipo: “Gracias por su tiempo. Dios le bendiga”. ¿No cree?

 

4. en la forma en que usted lo expone: sacerdote católico, haría pesar a quien pasa por su sitio y lee esto, que usted tiene razón… y que al no poder rebatirlo con suficientes argumentos usted es el que tiene la verdad…. TODA Y LA UNICA VERDAD… y tal es la contundencia de sus argumentos que NI UN SACERDOTE  pudo rebatirla.

A ver si le entiendo: O sea, que YO (y sólo yo) lo pensara a causa de nuestro interrumpido intercambio parece que no era causa de ninguna preocupación para Usted. En cambio.. si esto lo pueden ver muchos, ahí la cosa cambia... ¿Es así?

Reitero que de nuestro intercambio yo no quité NADA. Está completo. Con lo cual cada uno es libre de sacar las conclusiones que mejor le parezca. Eso es libertad de ideas, por cierto algo poco practicado en algunos ámbitos.

 

5. La verdad Sr. Sapia, quisiera tener el tiempo para poder rebatir todos sus argumentos y ayudarle a ver sus errores doctrinales y teológicos… pero no lo tengo, pues prefiero usarlo en personas que se abren...

Usted no deja de sorprenderme. Dice que prefiere usar su tiempo en personas “que se abren..”, y pregunto: ¿usted SI se abre? Porque en el PRIMER párrafo de su UNICA respuesta ya había Usted CERRADO toda posibilidad de diálogo ¿De qué apertura habla?

 

6. y no en aquellas que antes de que termine de hablar ya han pensado 10 argumentos contrarios a lo que estoy diciendo… y así solo se pierde el tiempo… el suyo y el mío (pues yo estoy seguro que como es su costumbre ya tiene lista la contestación para cada uno de los párrafos de este escrito).  

¿Se imagina Usted al apóstol Pablo o al apóstol Pedro o al apóstol Judas esgrimiendo este mismo argumento? Yo no.

Por supuesto está fuera de toda duda que es más sencillo hacer “cristiano” (católico romano) a alguien cuando tiene 8 días de vida... Allí los únicos “argumentos contrarios” que pueden ser planteados son el hambre y/o el sueño.

 

7. Por este motivo, como lo hice en mi escrito anterior, no le pido que quiete mi nombre o mis apellidos sino que RETIRE DE SU PAGINA el escrito para el cual usted no pidió permiso para publicar.

Le ruego me disculpe. El escrito ANÓNIMO continuará publicado, junto con sus derivados.

 

8. Jesús ciertamente expuso a los fariseos en cuanto la doctrina que profesaban la cual estaba basada en las apariencias y no en una vida interior profunda y conforme a la ley… Usted, expone a la Iglesia y quien le escribe haciéndolo ver como un ignorante…

Esa es su particular “lectura” de lo sucedido. Yo no tengo la misma conclusión. Para mi Usted no es ningún ignorante, sino que el núcleo del asunto pasa por otro lado.

 

9. Usted, expone a la Iglesia y quien le escribe haciéndolo ver como un ignorante lo cual es una falta de caridad y de respeto… pues de lo que estamos hablando no es de la vivencia del evangelio, sino de sus ideas, sus interpretaciones de la Biblia, de sus doctrina, la cual usted opone a la Escritura.

Una vez más, ESA es su particular interpretación del tema. Note que Usted  diferencia aquello que denomina “vivencia del Evangelio” de aquello que entiende son “mis ideas, interpretaciones de la Biblia y mis doctrinas”, presentándolo como si fueran cosas opuestas, tal cual expresamente afirma en el final del párrafo. Sin embargo no sólo no me dio oportunidad para debatirlo, sino que en nuestro corto intercambio le fue mostrado precisamente lo contrario. Que lo quiera ver es otro tema.

 

10. Espero que recapacite y las conversaciones que tenga con sus lectores no las publique a menos que usted tenga el permiso escrito de ellos… de lo contrario falta a la caridad y comete un delito.

No existe delito ni falta de caridad mientras publique anónimamente ideas o actitudes (completas) y no personas. Pero comprendo que su único recurso sea insistir con este argumento, ya debidamente aclarado. Para evitar en el futuro este tipo de susceptibilidades he definido una “Política de Privacidad” para los mensajes recibidos en la cuenta de correo del sitio web. Cada cual es libre de aceptarla.

Si me permite un consejo final, dicho en amor y con todo respeto: escriba Usted privado, escriba público, escriba un artículo, desarrolle un debate, sepa que SIEMPRE, más allá de las personas que lo puedan leer (sea una o miles) está el Señor considerando “toda palabra que salga de nuestra boca” (Mateo 12:36-37).

Cuando escriba, para Él escriba.

 

Como María, Todo por Jesús y para Jesús

EM

 

Dios le bendiga en Cristo.

Daniel Sapia
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Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"

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