La Taxa Camarae Comentario a la respuesta del Sr. Alberto Romegialli Jenny - ( Episodio II ) Recibida por correo electrónico el 27.11.2002 |
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RESPUESTA - Remitida por e-mail el 27/11 - - Habiendo recibido nueva carta el 29/11, se exponen ambas respuestas de forma simultánea -
Estimado Sr. Romegialli
Comprendo el significado de la palabra “tormento”. Ahora bien, le ruego no lo tome a mal, pero entre el tormento que usted pueda sentir y el que sufrió Cristo existen diferencias abismales. Jesucristo padeció tormentos a causa del pecado de la humanidad. Usted los padece a causa del suyo propio. Si no nota la diferencia el tema es más grave de lo pensado.
...que nada tiene que ver con el sufrimiento REDENTOR de Jesucristo.
Valoro su ratificación. Lo que no he comprendido es a qué se refiere cuando dice “sufrir humildemente la calumnia”. Si habla sobre el escrito de “la Taxa”, ya ha sido tratado in extenso. Si se refiere a su testimonio, no veo la calumnia.
Entonces ya fue tratado y respondido. Además, no me cabe ninguna duda que más deben ESTAR sufriendo (y lo estarán por la eternidad) quienes se creyeron limpios de pecado por oblar un dinero...
No obstante, agradezco y valoro su pedido de perdón, el cuál ya, tempranamente, había sido otorgado en el punto 6 de mi declaración del 14/10/2002.
Tampoco lo “intimé” a que lo hiciera. Fue sólo una sugerencia (autorizándolo por lo que a mi parte respecta), entendiendo que la completa lectura de nuestro extenso intercambio traería luz acerca del valor y pertinencia de su metralla de acusaciones.
No era necesario aclararlo. Además, con algo que nada tiene que ver con mi comentario. En su “largo expuesto” usted se despacha a gusto con una serie de acusaciones hacia mi persona. Lo que he dicho es cuán útil para conocer la pertinencia (o no) de su metralla es el llegar a conocer nuestro extenso intercambio previo.
Nunca presté atención a cuál cuenta usted escribía. Por ende, nunca lo he tomado a mal.
Con todo respeto, Sr. Romegialli, le informo que no haré lugar a sus caprichos. Como manifestara oportunamente, sobre el tema ya he dicho todo lo que tenía para decir. Debería leer más detenidamente mi declaración del 14/10/2002.
Vuélvalo a leer. Pero NO lo haga buscando “palabras”, sino predispuesto desprejuiciadamente a comprender lo que está escrito. Y cuándo dude de algún término, agarre el diccionario, en lugar de continuar con su dedo acusador. Su exigencia de “terminologías específicas” termina de confirmar una actitud meramente caprichosa.
Respecto a la “reparación debida” (específicamente respecto de haber adjudicado a León X responsabilidad directa sobre las tarifas de absolución), la misma fue hecha al publicar el descargo en el mismo lugar donde previamente se lo había inculpado. Desconozco una manera mejor.
Y en mi respuesta informé por qué no lo haría... En la parte culminante le digo: “Con lo cual comprenderá los motivos por los cuales he decidido no responder a sus... digamos... acostumbradas expresiones.”
...”salvo” por el detalle de que, en la Tercera Parte de mi respuesta, AL COMIENZO de lo que usted denomina partes “desgajadas”, no sólo he colocado como título la palabra EXTRACTO (advirtiéndolo), sino que allí mismo coloqué un enlace (link) al sitio romanista que lo reproduce COMPLETO.
A mi entender, también lo es, por eso es que justamente coloqué un enlace hacia dicho texto completo. ¿Qué cosa “no lo será” para mi? Créame que me esfuerzo por ver su coherencia, pero me cuesta. De esta forma se ha desarrollado nuestra conversación durante casi un año... En fin. Y hablando de “técnica”, esta (la de colocar enlaces) es una que pocos acostumbran aplicar...¿O acaso al pie de SU escrito en apologética.org colocaron el enlace hacia “el descargo” de quién allí es acusado (o sea, mi respuesta)? Como responsable primario de lo allí manifestado, Sr. Romegialli, sería valorable que se los propusiera.
Si publican un escrito DE SU ENTERA RESPONSABILIDAD, no hace falta “ser miembro” para solicitar que dicho escrito contenga determinadas pautas, como por ejemplo, un enlace hacia el texto causante de su metralla de acusaciones, o un enlace hacia el texto que RESPONDE a dichas acusaciones... Pero comprendo que esta práctica (la de colocar enlaces) sea contraria a la filosofía de “mostrar sólo lo que conviene”.
Por lo demás, Alberto, no se escude detrás de palabras, que nunca mencioné que debía “ordenar” nada a nadie. Y queda en usted y su conciencia “sugerirlo” o no.
Alberto, al respecto no espere nada adicional a lo que ya CLARAMENTE he manifestado. Por lo demás, valoro y agradezco que, al menos en esta oportunidad, me haya dispensado su ciudadano respeto.
Sucede, Alberto, que la corrección y el respeto debemos mantenerlo siempre, no sólo al finalizar... y lo distintivo en esta oportunidad (por eso lo mencioné) es que pude percibirlo en todo su escrito.
He cumplido la condición. Aunque no me siento habilitado solo por ello. Al final de mi anterior respuesta del 6/11, justo antes de la Segunda Parte, le había informado que publicaría cualquier respuesta suya que recibiera sobre el tema.
Lo que usted haga o deje de hacer con su propia página web es de su privada, exclusiva y personal incumbencia, Alberto. Si no ha publicado nada allí es porque no lo ha querido, o porque, tal vez, la orientación de su página no es pertinente al tema.
Ahora bien, si usted sugirió a otro sitio web publicar (hacer públicas) acusaciones contra mi persona, y este sitio aceptó, no le quepa la menor duda que utilizaré los medios de que disponga, en el mismo ámbito, para hacer el descargo que crea necesario.
Usted se jacta en afirmar que “nunca hizo, hace ni hará, uso público de nuestro intercambio privado...”. Sin embargo, y de manera cómplice con el sitio romanista, se complace en presentar sobre mi persona una visión parcial, prejuiciosa y tendenciosa. ¡Cuán útil sería para sopesar sus juicios que hiciera público nuestro intercambio privado, de forma COM-PLE-TA..! Usted esgrime su “cuidado de la privacidad” como algo loable de su parte. Yo creo más bien que es una estrategia para que su prejuicioso escrito en el sitio romanista mantenga, al menos, un mínimo aliento de vida. Sería sencillo para usted demostrar que estoy equivocado, solicitándole al sitio apologética.org que coloque un enlace al final de su escrito hacia mi respuesta ( http://www.conocereislaverdad.org/Taxa_ARJ.htm ) o bien, en caso que se nieguen, solicitando quiten su escrito del sitio. Le aclaro, por las dudas, que el DUEÑO de su escrito ES USTED, no el sitio que lo expone; y usted con su escrito hace (debería hacer) lo que crea pertinente. Por lo demás, bienvenido sea todo lo que pueda ser útil para abrirnos los ojos...
Permítale al lector juzgar, dándole la posibilidad que “el acusado” se defienda.. sino ¿qué clase de juicio sería? Si en sus palabras existe HONESTIDAD, le reitero: solicite al sitio que expone su escrito que coloque al pie un enlace a mi respuesta, O QUE LO QUITE. De lo contrario su intención no es que “los lectores juzguen”, sino directamente que condenen.
Reciba un fraternal saludo. Dios le bendiga en Cristo Daniel Sapia
A veces sucede así, Alberto. No siempre somos satisfechos en nuestras pretensiones. No sería útil alargar nuestro intercambio haciéndole la lista de cuestiones en la que yo no me he sentido satisfecho por usted...
Comprenderé su silencio y lo respetaré. No actuaré como usted, cuándo a misma solicitud de mi parte continuó enviándome una y otra vez correos a mi cuenta, al punto de verme lamentablemente en la insospechada tarea de bloquearla.
(*) Nunca hubo "futuro silencio", a pesar del comentario que ya le hiciera (como se puede leer) el mismo 29/11. El Sr. Romegialli insistió con una nueva andanada entre el 3 y 18 de Enero de 2003. Y otra más, entre el 10 y 14 de Febrero, cuyo último correo se publica aquí (evalúe el lector). PD: Espero que su salud se encuentre plenamente restablecida.
Así será. (Nota aclaratoria: debido a un problema de salud que le afectara, manifesté al Sr. Romegialli que estaríamos orando en nuestra iglesia evangélica por su pronto restablecimiento. Y así lo hicimos).
Quedo atento a lo que suceda en su escrito de apologética.org. Como me ha manifestado, usted “no hablará”, pero lo que allí suceda hablará por usted.
Dios le bendiga en Cristo. Daniel Sapia
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ÍNDICE - TAXA CAMARAE - PRIMERA CARTA
Daniel Sapia - "Conoceréis la Verdad"
Apologética Cristiana - ® desde Junio 2000
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